El Parlamento Europeo se ha adelantado al Congreso de los Diputados y ha dedicado este miércoles un debate monográfico a la crisis catalana y las consecuencias del 1-O. El vicepresidente primero de la Comisión, el socialista holandés Frans Timmermans, ha aprovechado el debate para volver a pedir diálogo entre Madrid y Barcelona con el fin de rebajar la tensión y encauzar el conflicto, aunque ha endurecido el tono contra el Gobierno catalán de Carles Puigdemont por saltarse la ley. Un mensaje en el que han coincidido los grandes grupos políticos de la Eurocámara.
Justo antes del debate, el representante del PDeCAT, Ramon Tremosa, ha repartido rosas entre los parlamentarios. Y varios eurodiputados han desplegado una bandera estelada en el pleno, gesto contra el que ha protestado el popular Carlos Iturgaiz. En la discusión no ha participado no obstante ningún eurodiputado español puesto que sólo podían intervenir los líderes de los grupos políticos.
"Todas las líneas de comunicación deben mantenerse abiertas. Es tiempo de hablar para encontrar una salida al impás", ha reclamado Timmermans, que ha hablado en nombre de todo el Ejecutivo comunitario. El colegio de comisarios debatió por primera vez este martes la crisis catalana. Y su mensaje es pedir "a todos los actores implicados que pasen rápidamente de la confrontación al diálogo", ha insistido. Un diálogo que debe llevarse a cabo "en el marco del orden constitucional español".
En su discurso, Timmermans ha culpado a Puigdemont de la escalada de tensión de los últimos días. "Hay un consenso general de que el Gobierno regional de Cataluña ha elegido ignorar la ley al convocar el referéndum de octubre (...) De acuerdo con la Constitución española, la votación del domingo no era legal", ha resaltado.
"El respeto por el Estado de derecho no es opcional, es fundamental. Si la ley no te da lo que quieres puedes oponerte a ella o trabajar para cambiarla, pero no puedes ignorar la ley", avisa Timmermans. Y tacha a los independentistas catalanes de "populistas nacionalistas" por tratar de enfrentar la democracia al Estado de derecho, cuando ambas cosas deben ir de la mano.
El vicepresidente de la Comisión ha lamentado las "imágenes tristes" de violencia en las cargas policiales del 1-O. "La violencia no resuelve nada en política, nunca es una solución o una respuesta", ha señalado. Pero también ha recordado que "todos los Gobiernos tienen la obligación de sostener el Estado de derecho y eso a veces requiere el uso proporcionado de la fuerza".
"No hay duda de que el referéndum celebrado el domingo no se ajusta al Estado de derecho. Tampoco hay ninguna duda de que el único camino a partir de ahora es el diálogo. Y tampoco hay duda de que España es un país donde se respeta el Estado de derecho, donde las instituciones son independientes y donde no hay ningún impedimento para que el diálogo empiece inmediatamente. Sólo se necesita voluntad política", ha concluido el vicepresidente primero de la Comisión.
No a la declaración de independencia
En nombre de la mayoría de los grupos de la Eurocámara, su presidente, el conservador italiano Antonio Tajani, ha reclamado también diálogo. "De este Parlamento sale un llamamiento a favor de una reflexión serena y profunda, que favorezca el diálogo en España, respetando el orden constitucional, incluyendo el Estatuto de autonomía de Cataluña, y que devuelva la política a las instituciones", ha proclamado Tajani tras escuchar las intervenciones de los líderes de todos los partidos europeos.
No obstante, el presidente del Parlamento también ha responsabilizado sobre todo al Gobierno catalán del aumento de la tensión. "A nadie le ha gustado lo que sucedió el domingo, pero las decisiones unilaterales, incluida la declaración de independencia respecto a un Estado miembro, no son compatibles con el ordenamiento jurídico europeo y provocan divisiones peligrosas", ha dicho Tajani.
Los líderes de los tres principales grupos políticos -el popular alemán Manfred Weber, el socialista italiano Gianni Pittella y el liberal belga Guy Verhofstadt- han criticado la actuación del Gobierno catalán, han lamentado la violencia policial y han insistido en reclamar diálogo. "Pido a todas las partes que dejen de aumentar la tensión y se sienten a la mesa", ha dicho Verhofstadt.
Los tres ha pedido además a los secesionistas catalanes que no sigan adelante con su plan de realizar una declaración unilateral de independencia. "Pedimos a las instituciones catalanas que no den pasos irreversibles. Que tengan en cuenta que si dejan España dejan también la Unión Europea", ha avisado Weber. "Una declaración de independencia sólo provocaría más conflicto y más desastres", ha coincidido Pittella.
"El futuro de más de 70 naciones europeas, el futuro de Cataluña, el futuro de mi propia comunidad flamenca, no está en la separación brutal sino en la cooperación profunda en estructuras federales dentro de una Europa federal", ha señalado Verhofstadt.
Por su parte, los portavoces de los verdes, la izquierda radical y los euroescépticos han puesto el acento en la "brutalidad" de las cargas policiales durante el 1-O y han reclamado a Bruselas que condene la actuación del Gobierno de Mariano Rajoy. "Le pedimos, señor Timmermans, que condene claramente y de inmediato la violencia y la represión en Cataluña y la violación de la Carta de Derechos Fundamentales", ha reclamado el portavoz de la izquierda radical, el francés Patrick Le Hyaric.
Tanto Le Hyaric como la presidenta del grupo verde, Ska Keller, han solicitado además a la Comisión que ejerza de mediadora entre Madrid y Barcelona. "La UE tiene que jugar un papel. No es un tema interno español, la crisis catalana es un tema europeo", ha alegado Keller. Timmermans ha desatendido esta petición alegando que se trata de un "asunto interno español".
España no es Yugoslavia
Dado que no podían intervenir en la discusión monográfica sobre Cataluña, los eurodiputados españoles han aprovechado el debate previo en el pleno sobre la próxima cumbre de la UE para expresar su punto de vista sobre el reto secesionista. El portavoz del PP, Esteban González Pons, ha sido categórico en su rechazo a una mediación de la UE.
"España no es Yugoslavia. Somos una democracia estable y madura, tan estable y tan madura como cualquiera de las que están representadas aquí. Y no necesitamos tutelas. Ni mediadores con los políticos insurrectos", ha alegado González Pons.
En contraste, el socialista Javi López ha pedido a la Eurocámara que inste al "diálogo" para buscar soluciones "políticas". López ha lamentado además "el uso desproporcionado de la fuerza contra protestantes pacíficos" durante el 1-O. "Intervengan, faciliten el diálogo, respondan a lo que los catalanes piden estos días", ha reclamado a la Comisión el parlamentario de Iniciativa per Catalunya-Verds, Ernest Urtasun.
La portavoz de Izquierda Unida, Marina Albiol, ha arremetido contra el discurso del rey Felipe VI y ha criticado a una "monarquía más rancia y peligrosa que nunca". "Viva el rey", ha gritado hasta dos veces Iturgaiz tras las palabras de Albiol.
Para el parlamentario de ERC Jordi Solé, el presidente Rajoy se ha convertido en un "problema" y una "vergüenza" para la UE debido a las cargas policiales del pasado domingo. Solé ha reclamado también a Bruselas que medie en la crisis catalana y que active el artículo 7 del Tratado para suspender el derecho de voto a España.
El portavoz de Ciudadanos, Javier Nart, ha asegurado que la actuación del Gobierno catalán equivale a un "golpe de Estado" y a un ataque contra la Unión Europea.