El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha rechazado este jueves la mediación de la Iglesia para resolver el problema en Cataluña: "Este es un país aconfesional, por lo tanto que la Iglesia se dedique a sus feligreses y no a la política. No se lo puedo decir más claro".

Rivera ha afirmado además que si la mediación en Cataluña, venga de quien venga, es para convencer al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de que no incumpla la ley, le parece bien, pero que lo que rechaza es un "chantaje" en el que el dirigente autonómico amenace con agitar la calle si no se satisfacen sus demandas.

"Una cosa es intentar convencer a Puigdemont de que pare el golpe", y en ese caso "yo también medio", y "otra cosa es mediar con el que da el golpe", ha declarado en una entrevista en Telecinco. 

"Lo que no voy a aceptar es el chantaje de: o ustedes me dan lo que yo quiero, o doy el golpe, el lunes tienen un millón y medio de personas en la calle y me voy a buscar apoyos internacionales", ha señalado, convencido de que la semana que viene el Parlament aprobará una declaración unilateral de independencia.

A su juicio, esta segunda opción "no se puede aceptar en un país democrático". En cuanto a los nombres que se barajan como posibles mediadores, ha indicado que algunos de ellos tienen "parte de la culpa" de la situación actual en Cataluña.

En este sentido, ha apuntado que no se puede "prometer Estatutos (de Autonomía) inconstitucionales" o "no hacer nada" frente al nacionalismo cuando gobiernas, y de esto último ha responsabilizado tanto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como a su predecesor socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Respecto a los contactos mantenidos tanto por Rajoy como por el vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, con representantes de la Iglesia, Rivera ha recordado que España es un Estado aconfesional: "Pido, por favor, a la Iglesia que deje la política, las instituciones y la democracia para los que tenemos la obligación de actuar".

MENOS REACCIONAR Y MÁS LIDERAR

Además, al líder de la formación naranja no le gusta la idea de la mediación -propuesta por Unidos Podemos y apoyada también por el primer secretario del PSC, Miquel Iceta- porque considera que lo que ocurre ahora mismo "no es una guerra".

"Es un golpe a la democracia de una autonomía y hay que aplicar la Constitución", ha subrayado antes de volver a instar al Gobierno a aplicar el artículo 155 de la Carta Magna para convocar elecciones en Cataluña y así "volver a la democracia, restablecer el orden constitucional y tener unos interlocutores distintos".

Asimismo, cree que en esos comicios se constatará que no es cierto que el 91% de los catalanes quieren la independencia, como mostraban los resultados de la votación del 1 de octubre, sino que son mayoría los que quieren permanecer en España.

"Tenemos que darle la vuelta al relato. Es que el Gobierno ha renunciado a comunicar y a liderar y va a la defensiva y a la reacción de lo que vaya haciendo Puigdemont", ha afirmado, defendiendo que los "demócratas" no pueden "estar bloqueados por los delincuentes".

Rivera ha reconocido que el papel de Rajoy en estos momentos es muy difícil, pero le ha avisado de que no actuar ya puede suponer una "imprudencia" y que si no toma ahora "decisiones políticas", al final habrá que adoptar medidas penales.

EL PSC SE HA "APODERADO" DEL PSOE

Al referirse a la postura de los socialistas en la cuestión catalana, ha lamentado que, en su opinión, el PSC se haya "apoderado" del PSOE y por eso se niega a aplicar el artículo 155. "A mí me gustaría ver al PSOE que está al lado de la democracia y de la Constitución sin complejos", pero "lamentablemente no es así",

Del discurso que pronunció Puigdemont el miércoles por la noche, el líder de Cs ha criticado, entre otras cosas, que "apele a la Constitución en función de si le interesa o no". A su juicio, el presidente catalán "no tiene ningún incentivo para volver a la democracia" porque "su partido se descompone" y "sabe que va a acabar inhabilitado como mínimo".

Por último, ha adelantado que seguramente acudirá a la manifestación contra la independencia convocada para el próximo domingo en Barcelona. Pese a la fractura social que cree que ha provocado el proceso independentista en Cataluña y que le duele "en el alma", considera que en este momento "hay que ser valientes".

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