Bruselas

El expresidente catalán, Carles Puigdemont, tiene libertad total para moverse por donde quiera en Bélgica pese a la euroorden contra él de la Audiencia Nacional. Pero con una importante salvedad que limita su margen de maniobra político y complica su objetivo de internacionalizar la crisis catalana. La Eurocámara ha decidido restringir la entrada de Puigdemont y de los exconsellers que le acompañan en su sede en Bruselas: sólo podrá acceder si cuenta con una autorización expresa del juez belga que tramita la orden de detención y entrega cursada por España.

"El Parlamento Europeo no puede prohibir la entrada de Puigdemont, pero entendemos que éste necesita la autorización del juez para hacerlo", explican a EL ESPAÑOL fuentes parlamentarias.

Con esta limitación, la Eurocámara quiere evitar un posible escenario de pesadilla: que Puigdemont utilice su sede para atrincherarse y tratar de escapar de la acción de la justicia belga. En aplicación del protocolo sobre privilegios e inmunidades de las instituciones europeas, la Eurocámara es inviolable, es decir, la policía no puede acceder libremente para, por ejemplo, detener a alguien o llevarle ante el juez, según explican fuentes parlamentarias. Para hacerlo, necesitaría una autorización escrita del presidente, Antonio Tajani.

"Así que si el juez ha prohibido a Puigdemont salir de Bélgica para estar permanentemente a disposición de la justicia belga, es el juez el que debe autorizar o no al expresidente catalán a acceder a un edificio en el que esta situación se modifica", señalan las fuentes consultadas.

Sin autorización para el acto con alcaldes secesionistas

La primera consecuencia práctica de este veto de la Eurocámara se ha visto ya este martes. El eurodiputado del PDeCAT, Ramon Tremosa, había reservado una sala de gran capacidad en el Parlamento a las 18:30 para albergar un acto con 200 alcaldes catalanes independentistas. Tremosa es, junto con los eurodiputados de ERC Josep Maria Terricabras y Jordi Solé, el principal apoyo del expresidente catalán en Bruselas. De hecho, su asistente parlamentario, Aleix Sarri, ejerce de portavoz de Puigdemont.

En la convocatoria no estaba confirmada la asistencia del expresidente catalán, aunque se daba por descontado que se trataba de un acto de campaña. La reunión tenía como objetivo denunciar la supuesta "persecución política del Estado que padecen los representantes políticos catalanes".

Finalmente, Tremosa ha anulado la reserva y el acto se ha trasladado al centro cultural Bozar de Bruselas. Desde su equipo niegan que se debe a los problemas con Puigdemont y lo atribuyen a razones operativas. El eurodiputado Javier Nart asegura que la iniciativa para bloquear la convocatoria ha partido de Ciudadanos, adscrito al igual que el PDeCAT al grupo liberal ALDE. Tremosa había hecho la reserva a través de ALDE y Ciudadanos presionó al grupo para que no diera cobertura al expresidente catalán.

"El Parlamento Europeo no está para acoger actos que vayan en contra de la esencia de la UE", ha dicho Nart en un comunicado. "Esto confirma una vez más la soledad del separatismo catalán y del eurodiputado Tremosa en particular, pues en la Eurocámara no hay cabida para las voces del separatismo, sino para las de la unidad europea", asegura el eurodiputado de Ciudadanos.

Puigdemont ya protagonizó un acto en la Eurocámara en enero, acompañado del ex vicepresidente Oriol Junqueras y el exconseller de Exteriores Raül Romeva. Ya entonces los parlamentarios le dieron la espalda y tuvo que llenar la sala de simpatizantes residentes en Bruselas o traídos de Cataluña para la ocasión.

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