Ciudadanos ha empezado a asumir que el impulso de la victoria de Inés Arrimadas en Cataluña no durará eternamente, sobre todo porque es casi imposible que formen gobierno. El partido naranja sabe que el PP viene a por ellos por su flanco más débil: autonomías y municipios, y que Mariano Rajoy se preparara para agotar la legislatura con el objetivo de llevarla hasta 2020, a trompicones si hace falta. El jefe del Ejecutivo es especialista en resistir y Ciudadanos no subestima esa capacidad.
El triunfo de Arrimadas el 21-D es un punto de inflexión. Ciudadanos ha ganado en la comunidad en la que nació hace 11 años, en un momento histórico y arrasando a PP, PSOE y Podemos en votos y escaños. Rajoy reúne este lunes en Génova a la plana mayor del PP para abordar una nueva estrategia que ponga freno al crecimiento de Ciudadanos.
Encuestas favorables
Los partidos son conscientes de las particularidades de la crisis política que se vive en Cataluña. Pero esa excepcionalidad se ha trasladado a toda España, y el discurso netamente antinacionalista que encabeza Albert Rivera ha sido muy bien recibido por el electorado. Así lo indican las encuestas que, como la de SocioMétrica para EL ESPAÑOL, sitúan a Ciudadanos en condiciones de disputarle al PP y al PSOE la victoria en unas elecciones generales.
Pero el efecto de las elecciones en Cataluña no va a durar eternamente ni debates como el del cupo vasco se producen todos los días. Rivera cree que Rajoy no adelantará la cita con las urnas y ha ordenado a su equipo de confianza seguir los planes de expansión del partido, especialmente en los pequeños municipios y zonas rurales. Es precisamente ese flanco el que quiere atacar el PP, consciente de su fuerza autonómica y provincial. El objetivo de Rivera, que va a mantener intacta su ruta naranja por toda España, es que Ciudadanos llegue en las mejores condiciones posibles a las europeas, municipales y autonómicas del 2019. Y queda un año y medio.
En esta estrategia juega un papel determinante Arrimadas. La ganadora en Cataluña es el mayor activo del partido. Ciudadanos quiere explotarlo. Arrimadas ya maneja una agenda propia de medios y Ciudadanos estudia fórmulas que impulsen su perfil en toda España. Si la situación en Cataluña lo permite, retomará su papel como portavoz nacional del partido. Ciudadanos también se plantea que si Arrimadas ofrece una rueda de prensa en Barcelona, ni Rivera ni otro portavoz hablen a los medios ese mismo día en Madrid. Es la manera de garantizar que Arrimadas aparezca en los informativos fijando la posición de Ciudadanos.
Elecciones andaluzas
El partido naranja mira de reojo a Andalucía. La presidenta Susana Díaz tiene en su mano agotar la legislatura autonómica, que finaliza en marzo del 2019, o adelantar las elecciones a otoño de este año. Nadie descarta ese escenario. Andalucía es un territorio clave para Ciudadanos. Es una de las comunidades en las que más ha crecido orgánicamente. Su líder Juan Marín tiene un pacto de Gobierno con Díaz. Ciudadanos apuesta por negociar un gobierno de coalición si logra reeditar la mayoría parlamentaria con el PSOE.
El papel de Arrimadas, nacida en Jerez, será determinante en esa campaña. La idea es que participe en los actos y mítines centrales del partido. Si Ciudadanos consigue imponerse al PP en Andalucía, algo que de momento no detectan los sondeos, crearía un enorme problema a Rajoy. El PP admite en privado el agujero que le está creando Ciudadanos en su electorado tradicional, pero sostiene en público que los resultados de Cataluña no son extrapolables al resto del país.
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