La política de presos etarras no se toca: "El PNV apoya los Presupuestos por presiones de su empresariado"
Según fuentes del PP vasco, la clave del apoyo del PNV a los Presupuestos Generales del Estado no son los presos etarras sino la factura energética vasca y la perpetuación de la imagen de Urkullu como garante de la estabilidad en el País Vasco.
27 abril, 2018 01:57Noticias relacionadas
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"No. En la ecuación no han entrado los presos de ETA. Te lo puedo garantizar". Con esa rotundidad se pronuncian fuentes cercanas a la cúpula del PP vasco cuando se les pregunta por ese hipotético pacto entre PP y PNV que habría comprado el apoyo de los vascos a los Presupuestos Generales del Estado a cambio de un relajamiento en la política de dispersión de los presos de ETA o incluso de su finiquito. Un rumor que ellos niegan con vehemencia.
"No hay ninguna intención del Gobierno de meter en un cambalache de acuerdos con el PNV nada que tenga que ver con ETA ni con los presos. El Gobierno está muy cómodo con la situación actual y el PNV tampoco lo ha puesto sobre la mesa. Además, estos son los últimos Presupuestos en los que se va a necesitar el apoyo del PNV. Porque si la factura de los Presupuestos del año que viene fuera alta, se prorrogan y a correr" añade.
La dispersión no es la guerra del PNV
Es vox populi en el País Vasco que el discurso del PNV a favor del fin de la política de dispersión de presos es más interesada que sincera. Ni es su batalla ni sus frecuentes aspavientos sobre el asunto tienen mayor interés que la de pescar votos en el caladero de la izquierda abertzale menos radicalizada y más posibilista. La dispersión, en definitiva, es para el PNV poco más que la válvula de escape de la presión abertzale. Cuando esa presión es alta, el PNV escenifica su oposición a la política de dispersión. Cuando la presión baja, se olvida de ella.
"Hay que recordar que la política de dispersión la diseñó el PSOE con el apoyo del PNV. Pero a esta política aparentemente contraria a la política de dispersión se ha sumado recientemente el PSOE. El PP sigue siendo el único que defiende la bondad de la dispersión. Y si algún día se retoca la política de dispersión está claro que no será jamás por la presión del nacionalismo. Y mucho menos para concederle ese beneficio a un etarra por el mero hecho de que su organización se haya disuelto" remacha el interlocutor de EL ESPAÑOL.
Entonces, ¿a cambio de qué en concreto ha concedido el PNV su apoyo a los presupuestos? "Hay un motivo para ese apoyo. Hay que tener en cuenta que Urkullu es visto en Euskadi como la figura pactista que genera estabilidad. Eso le permite rebañar muchos votos en el centro-derecha e incluso en el centro no nacionalista. Urkullu no da miedo y apoyar los presupuestos es garantía de estabilidad. ¡Pero si hasta Carlos Herrera habla bien de Urkullu!".
La factura energética vasca duele
"Hay un grupo importante de empresarios vascos que quieren que haya presupuestos" dicen en el PP vasco. "Entre otras cosas para garantizar que los cuarenta millones de euros destinados a mejorar la factura eléctrica para la empresa vasca lleguen a buen puerto. El tejido empresarial vasco es de pequeñas y medianas empresas con un alto consumo energético. Consumo energético que grava de una manera importante la competitividad vasca. Y hay un acuerdo entre el ministerio de Industria y el Gobierno vasco para minimizar ese impacto. Esto es muy relevante".
Y del supuesto condicionamiento del apoyo del PNV a los Presupuestos al fin del 155, ¿qué se hizo? "El PNV se ató al discurso del 155. Pero es muy difícil para un partido que pretende seguir garantizando la estabilidad vincular su gestión a lo que haga el chalado de Puigdemont, de la CUP o de ERC. En Euskadi no se puede seguir soportando durante mucho más tiempo esto. ¿Que el PNV sigue defendiendo el fin del 155 de cara a la galería? Sí. Pero es insostenible. Porque los empresarios les dicen: 'No me jodas que no vas a apoyar los presupuestos por lo que dicen los indepes catalanes. ¡Si no son capaces de ponerse de acuerdo ni entre ellos!'. Con la contradicción, además, de estar gobernando con un partido, el PSOE, que ha votado a favor del 155".
Dos años de respiro, o de agonía
Otra cosa muy diferente es que el PP vaya a aprovechar el apoyo del PNV a los Presupuestos para tomar aire y remontar el descalabro de los últimos dos años. "En el PP estamos ojipláticos. El partido está más preocupado por lo que hace Ciudadanos que por sí mismo, y eso es malo. Porque el problema del PP no es Ciudadanos. El problema del PP es el PP y hasta que no se interiorice eso en Madrid, vamos a seguir achicando agua a diario y a la defensiva. Si no hacemos algo, Ciudadanos seguirá creciendo".
De hecho, Ciudadanos ni siquiera debe esforzarse demasiado para dañar al PP porque el propio PP se encarga de boicotearse a sí mismo. "Te desayunas con lo de Cifuentes, ves que no se toman decisiones y luego le pillan un vídeo. La gente está francamente tocada. Pero también es verdad que el PP no es club de amigos. Tiene un nivel de implantación y de penetración social muy alto. No va a ser tan fácil derribarlo. Estos presupuestos son una oportunidad de dos años… si se aprovecha esa oportunidad. Pero si se sigue como hasta ahora, serán dos años de agonía".