El PSOE lanza mensajes contradictorios: dice a la vez que quiere convocar elecciones y gobernar
Ábalos intenta atraer a Cs con una fecha de disolución de Cortes mientras Calvo desvela que quieren poner en marcha una agenda social.
27 mayo, 2018 01:06Una vez registrada la moción de censura en el Congreso, el Partido Socialista busca ahora sumar los 176 síes que necesita en el Parlamento para convertir a Pedro Sánchez en presidente del Gobierno. La aritmética, sin embargo, es compleja y de momento los socialistas mandan mensajes contradictorios: dicen a la vez que su objetivo es convocar elecciones mientras que, al mismo tiempo, piden respaldo para poner en marcha de manera urgente una agenda social.
Los socialistas buscan a la desesperada el apoyo de Ciudadanos para que su triunfo o su fracaso no dependa de los independentistas catalanes. El partido de Albert Rivera les ha pedido que la retiren a cambio de articular otra moción conjunta en la que se fije la fecha electoral sin que nadie ocupe el Gobierno sin ser elegido por los electores. La cúpula del PSOE, sin embargo, solo ofrece de momento convocar elecciones en "unos meses", pero se resiste todavía a renunciar a La Moncloa.
"Ciudadanos quiere que se convoquen elecciones y no va a haber ningún problema. Quiere que no se haga ningún pacto con independentistas, que no lo va a haber", subrayó el secretario de Organización, José Luis Ábalos, en una entrevista este sábado. Sin embargo, en otra entrevista paralela, su compañera Carmen Calvo anunciaba que los socialistas están dispuestos a ejecutar el programa de Gobierno que tienen que defender ante el Congreso de los Diputados el día que la presidenta, Ana Pastor, fije la fecha de la moción.
"Medidas concretas"
La propuesta real del PSOE es un Gobierno transitorio que aborde una agenda social de reformas antes de convocar elecciones. Calvo, 'número cuatro' del partido, insistió en que ofrecerán "un programa de gobierno" con medidas concretas para recuperar "la estabilidad" que España necesita. Después, en un "plazo razonable", convocarían elecciones. Un calendario que no se ajusta a las necesidades de Ciudadanos.
Ábalos insistió en que la moción de censura no está planteada como una maniobra para llegar al poder y Calvo incidió en que el PSOE de hoy es el mismo que el PSOE que ayer pactó con Mariano Rajoy la aplicación del 155 en Cataluña. Un partido de Estado. La socialista fue más allá y desveló que esta propuesta no va dirigida solo para contentar al partido de Rivera, sino que es una oferta que se lanza a todos los grupos parlamentarios que busquen el mismo fin: echar al PP del Gobierno. "Es una propuesta por la dignidad de este país y por la estabilidad".
La idea que tienen en mente los socialistas es, además, gobernar en solitario. "Queremos gobernar solos, con una agenda social, en un plazo corto y luego convocar elecciones", añadió Calvo. Además, aprovechó su intervención para apelar a la "responsabilidad" de todos porque "este país no aguanta ni un día más la corrupción del PP".
Una oferta que no parece que prospere
La oferta que hoy tiene encima de la mesa el PSOE no parece que vaya a prosperar. De momento, el 'número dos' de Cs, José Manuel Villegas, ya ha respondido que la moción de censura tal y como está planteada es "irresponsable" porque pretende formar un "gobierno Frankestein en manos de quienes quieren romper España". El partido naranja solo está dispuesto a sentarse a dialogar con el PSOE si renuncian a gobernar y se limitan a echar a Mariano Rajoy de La Moncloa y disuelven las Cortes.
Tampoco parece que Pedro Sánchez tenga garantizados de antemano los votos de los independentistas catalanes ni del Partido Nacionalista Vasco. El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, anunció a través de las redes sociales que "si Pedro Sánchez quiere los votos de ERC para la moción, que vaya a Estremera a pedírselos tras un cristal a su presidente". Por su parte, el presidente del PNV, Andonio Ortuzar, ha condicionado su apoyo a que el futuro presidente del Gobierno cambie el modelo territorial del Estado y si acepta el autogobierno de Euskadi y Cataluña.