El presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, ya tiene una respuesta de Zarzuela. Felipe VI no acepta su chantaje. No habrá reunión. En una misiva de vuelta, el jefe de la Casa Real, Jaime Alfonsín, acusa recibo del mensaje también suscrito por Artur Mas y Carles Puigdemont, e informa de que ya lo ha remitido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Con este trámite constitucional -la Carta Magna estipula que el líder del Ejecutivo debe refrendar los actos del monarca-, el Rey deja claro a las autoridades secesionistas que no hace política y que, por tanto, no se entrevistará con Torra.
Este viernes se inaugurarán en Tarragona los Juegos del Mediterráneo. Felipe VI acudirá a la tribuna de autoridades. Consciente de ello, el actual president -respaldado por sus dos predecesores- tecleó una carta para el Rey en la que le instaba a “dialogar” para explicarle “qué siente una gran parte del pueblo de Cataluña”. Torra podría transmitir este mensaje al Rey durante el saludo protocolario de los Juegos, pero ha preferido poner al jefe del Estado entre la espada y la pared. El líder de la Generalitat no ha desvelado si acudirá al estadio tarraconense y, tras la negativa de Zarzuela, podría boicotear el acto con su ausencia.
Torra fraguó su plan de cara a la galería. Ni siquiera solicitó una reunión con Felipe VI cuando fue investido presidente, tal y como acostumbran a hacer los mandatarios autonómicos. Con la carta elaborada junto a Mas y Puigdemont -en la que ofrecía la entrevista a modo de postdata-, buscaba un nuevo posicionamiento del Rey y colocarlo en el punto de mira.
El recado de Torra
En el mensaje dirigido a Zarzuela, los tres líderes separatistas cargaban contra Felipe VI por su discurso del pasado 3 de octubre. Aquella noche, el Rey abandonó los circunloquios para asestar un duro golpe a la causa secesionista. Acusó a los responsables políticos nacionalistas de “deslealtad inadmisible”, de haber “socavado la armonía” y de haber “vulnerado las normas legítimas”. De ahí el “recado” de Torra, Mas y Puigdemont en la carta: usted “abrió la herida”.
En lo que puede resultar contradictorio por su republicanismo, Torra exige ahora al Rey que se manifieste y se posicione de nuevo en torno a Cataluña: “Tiene que hablar”. Pero se ha topado con la rápida negativa de Zarzuela, que viene a significar algo así como: “Diríjase a Pedro Sánchez”.
La postdata del presidente de la Generalitat decía en concreto: “Tenemos que hablar. He de poder explicaros todo lo que hemos escrito (…) Es para mí un deber moral. Por eso estoy convencido de que querréis encontrar un momento en vuestra visita a Cataluña este viernes para hacerlo y para vernos”. Con estas palabras y la incógnita de su presencia en la inauguración de los Juegos del Mediterráneo pretendía colocar al Rey en una encrucijada, un plan rápidamente desbaratado por Zarzuela.
Más allá del texto, Quim Torra también aprovechaba esta mañana su intervención en el Parlament para zaherir a Felipe VI: “De los exiliados no le he escuchado ni una sola palabra (…) El 3 de octubre dejó de ser el Rey de todos los catalanes”.
Aunque Torra ofrecía “diálogo”, “respeto entre países” y “modernidad” para la pretendida entrevista con el Rey, también volvía a explicitar que esa negociación sólo puede conocer un camino: el derecho de autodeterminación de Cataluña.