Dos escenas para trazar el diagnóstico. José Manuel García-Margallo atiende una entrevista en su despacho del Congreso. Lamenta el “yermo ideológico” en el que se ha convertido su formación. Bucea en el cajón de las “margalladas” y encuentra. Propone la creación de una suerte de “Agrupación de Intelectuales al Servicio del PP”. Un sucedáneo de la que integraron Ortega y Marañón para auspiciar la II República. Tres días después, en la Casa de América, Albert Rivera también explicita que su partido debe nutrirse de ideas, pero lo hace sobre un escenario y de la mano de Mario Vargas Llosa.
El presidente de Ciudadanos ha estrenado el verano con varias conferencias. Un formato que le permite abordar la farragosa actualidad, pero también dedicar minutos a la lluvia fina de la ideología. Rivera ha mencionado en numerosas ocasiones durante las últimas semanas la necesidad de “plantear una batalla intelectual”; un adjetivo que ha antepuesto –o por lo menos equiparado– a lo político y social. Un movimiento especialmente doloroso para el PP, en cuya batalla interna no hay rastro de táctica o programas. Los conservadores ni siquiera han celebrado un debate entre sus candidatos.
Ciudadanos cuenta con una novelista en su Ejecutiva, Marta Rivera de la Cruz, que gestiona el área de Cultura. Sin ir más lejos, los quince fundadores de la ahora organización más votada en Cataluña fueron escritores y poetas: Félix de Azúa, Albert Boadella, Francesc de Carreras, Arcadi Espada, Teresa Giménez Barbat, Ana Nuño, Félix Ovejero, Félix Pérez Romera, Xavier Pericay, Ponç Puigdevall, José Vicente Rodríguez Mora, Ferran Toutain, Carlos Trías, Iván Tubau y Horacio Vázquez-Rial.
A día de hoy, Ciudadanos ya dispone de una gruesa Corte literaria, un grupo de intelectuales que, sin militar y sin carné de afiliado, inspira a los naranjas. “Albert ha mantenido reuniones en privado con otros tantos que ojalá algún día hagan público su apoyo”, explican fuentes del partido a este diario. Estos son algunos de los más reseñables.
Mario Vargas Llosa
El nobel de Literatura encabeza esta lista. Rivera y él se tutean. Han coincidido en varias manifestaciones contra el nacionalismo. Este mes se vieron en la Casa de América, adonde el de Ciudadanos acudió para clausurar el Foro Atlántico de una fundación presidida por el escritor. Semanas antes, fue Vargas Llosa quien subió al escenario de un acto naranja.
“Tú fuiste uno de los primeros locos que se definieron como liberales en campaña”, le dijo Rivera al novelista. A lo que este respondió entre risas: “¡Y así me fue!”. Se refería a su derrota frente a Fujimori en las elecciones peruanas de 1990. Gran parte del argumentario de Ciudadanos para combatir el nacionalismo, tanto a nivel estatal como europeo, se asemeja a los escritos e intervenciones de Vargas Llosa.
Fernando Savater
El filósofo de San Sebastián fue el plato fuerte de la escuela de verano que el partido celebró a finales de junio en Madrid. Ya había apoyado antes a Rivera en el País Vasco, donde Ciudadanos todavía tiene pendiente implantar una infraestructura sólida.
Savater, según explicó él mismo, declinó una oferta de los naranjas para engrosar las listas de las próximas elecciones europeas. Quizá lo hiciera porque, en campaña, tal y como contó entre risas a este periódico durante su última aventura con UPyD, no le dejan leer. En cualquier caso, en sus discursos junto a Rivera ha dejado entrever que Ciudadanos le parece la mejor opción de las posibles. Partidario de una oposición firme al nacionalismo como la que exigen los de centro, siempre que se lo piden, acude.
Elvira Roca Barea
Historiadora, filóloga, ex del CSIC y profesora de Harvard, se convirtió el pasado junio en uno de los fichajes de más empaque de Ciudadanos. Fue reclutada para el acto celebrado en Málaga, su casa. En 2016, Elvira Roca se convirtió en best seller con su ensayo Imperofobia y leyenda negra, una idea que gestó durante sus estancias en Roma y Estados Unidos.
También experta en Literatura Medieval, ha calificado la cuestión catalana como “fenómeno feudal” y “rebelión de oligarcas”. Sobre las tablas naranjas, afirmó: “Es un honor para mí estar aquí”. Se refirió a España como “la casa de todos” y mostró su incredulidad por la influencia de los partidos nacionalistas: “No es normal que las cabezas locas tengan una silla en el puente de mando”. Con la vista puesta en el futuro y Rivera en primera fila, zanjó: “Tenemos por delante una tarea colectiva formidable”.
Antonio Escohotado
Pensador, ensayista, profesor, escritor y casi todo lo que tiene que ver con las letras. Ya en 2015, en una entrevista con EL ESPAÑOL, se sinceró: “Votaré a Rivera, confiando en alguien todavía no chamuscado por la parrilla”. Tres años después, sigue depositando esa confianza en Ciudadanos. Prueba de ello, su participación en las distintas mesas organizadas por el partido de centro.
Escohotado alcanzó una controvertida notoriedad con su Historia sobre las drogas. Las dos últimas décadas las ha dedicado al estudio del comunismo, que ha cristalizado en unos volúmenes titulados Los enemigos del comercio. Unos “tochos” que han encandilado a varios miembros de Ciudadanos. “Es el único partido no pringado con la autoperpetuación de la casta”. Un término, este último, que él ya afianzó en los ochenta, mucho antes de que llegara Podemos.
Teresa Giménez
Teresa Giménez Barbat es licenciada en Antropología e Historia del Arte, aunque más tarde completó su formación con un máster en gestión pública. Su labor más reseñable, no obstante, tiene que ver con la escritura. En 2005, fue una de las cabezas pensantes que fundó Ciudadanos. Reveló sus divagaciones en Diario de una escéptica.
Más tarde, su camino se separó del de Albert Rivera. Al contrario que muchos, viró de Ciudadanos a UPyD, y no al revés. En 2015, logró el acta de eurodiputada que todavía ostenta, pero decidió abandonar a los magentas e integrarse en el grupo liberal del que también forman parte los naranjas. No milita en el partido de centro, pero mantiene muy buena relación con Javier Nart y ya se le vuelve a vincular con el entorno de Ciudadanos.
Martín Casariego
Es uno de los novelistas más premiados de los últimos veinte años. Licenciado en Historia del Arte, disfrutó en Roma de una beca de la Academia Española. Ha sido profesor de guion cinematográfico. Se ha dejado ver en los actos recientes de Ciudadanos. Se le reconoció en un lugar preferente entre el público y se le brindó una ovación. También se ha prodigado como articulista en los diarios más leídos del país.
Es hermano de los escritores Pedro Casariego (fallecido en 1993), Antón Casariego y Nicolás Casariego. Su padre, Pedro Casariego Hernández-Vaquero (1927-2002) fue uno de los arquitectos más conocidos de la segunda mitad del siglo pasado.
Mercedes Monmany
Los actos de “España ciudadana” han permitido sacar músculo a los de Rivera. Esa pátina de independencia, les ha facultado reunir a algunos de los grandes escritores del país, entre ellos Mercedes Monmany. Narradora, crítica y editora, recibió la medalla de las Artes y las Letras de la república francesa. Se encuentra en la primera línea de los traductores que hacen posible que España y su país vecino compartan libros.
Especialista en Literatura Europea, su obra más conocida tiene que ver con la narrativa de fronteras, un contenido que ahora exploran los naranjas, inmersos en el acuerdo con Emmanuel Macron y el ex primer ministro italiano Matteo Renzi de cara a las próximas elecciones continentales.