El Gobierno no quiere esperar más. Acaba de anunciar un plan para detectar y exhumar todas las fosas del franquismo en España. El ministerio de Justicia calcula que existen 114.000 cadáveres bajo tierra y sin identificar, víctimas de la Guerra Civil y la dictadura. El Ejecutivo ha mantenido este miércoles una reunión con las Comunidades autónomas y les ha hecho saber que "liderará e impulsará" este proceso.
El director general para la Memoria Histórica, Fernando Martínez, ha aclarado que el arranque no estará condicionado por la aprobación de los presupuestos. Ha reconocido que a día de hoy Moncloa no dispone de ninguna partida -en referencia a las cuentas heredadas de Rajoy-, pero ha insistido en que las Comunidades pueden actuar por su cuenta: "Nosotros les tenderemos la mano, por supuesto".
El Gobierno socialista ya trabaja en la actualización del mapa oficial de las fosas que, según ha explicado Martínez, arroja una cifra muy inferior a la real: "El dato del ministerio menciona 570 en Andalucía y allí ya han contabilizado más de 700. Es sólo un ejemplo que ilustra lo que ocurre en muchos otros lugares". El dato que, previsiblemente aumentará sobremanera, menciona 2.470 fosas.
Esta semana, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, recibió la visita del relator de la ONU para la Memoria. "Lo primero que preguntó fue quién se va a encargar de las fosas y le hicimos saber que nuestra voluntad pasa por liderar esa actuación". Martínez ha recalcado que, al tratarse de "una cuestión de humanidad", intentarán "acelerar" las excavaciones "lo máximo posible". También ha celebrado que "ninguna" Comunidad autónoma se haya mostrado reacia a las exhumaciones: "Volveremos a reunirnos dentro de cuatro meses".
Aunque todavía falta por escribir la letra pequeña, Fernando Martínez ha esbozado una suerte de actuación anual, fruto de la conversación con los Gobiernos autonómicos. Se les preguntará "cuáles son las más urgentes" -por cuestión de terreno, etc- y después se actuará. Actualmente, serán autonomías, diputaciones y ayuntamientos las entidades que seguirán sufragando el plan. Un extremo que sólo podrá cambiar si Sánchez logra aprobar sus presupuestos. Para esto en concreto, cuenta con el apoyo de Podemos y las formaciones nacionalistas.
Este plan global encontrará su sello en la reforma integral de la ley de la Memoria Histórica de Zapatero, que se llevará al Congreso "en forma de enmienda". Además, el Ejecutivo presentará en las cuentas generales una cifra mucho más alta para la Memoria Histórica que "los cero euros de Rajoy".
La exhumación de las fosas comunes supone un giro radical también respecto a las políticas de Zapatero. El Gobierno socialista nunca jugó un papel del todo activo en este sentido y, después, la llegada del PP a Moncloa paralizó el objetivo recién presentado por la Administración de Sánchez.