Bruselas no se cree los Presupuestos para 2019 pactados por el Gobierno de Pedro Sánchez con Podemos: ve un aumento excesivo del gasto público, duda de que vayan a cumplir el objetivo de déficit prometido y teme que el desfase empeore durante su tramitación parlamentaria. Tal y como adelantó en exclusiva EL ESPAÑOL, la Comisión Europea ha enviado este viernes a última hora su carta de advertencia formal a Madrid: reclama una respuesta con explicaciones antes del lunes 22 de octubre.
En todo caso, el Ejecutivo comunitario se ha esforzado por diferenciar el caso de España del de Italia. Bruselas sopesa tumbar las cuentas del Gobierno populista del M5E y La Liga porque prevén un desvío "sin precedentes" en el déficit. En cambio, en ningún caso se plantea pedir al Gobierno de Sánchez que retire los Presupuestos, según las fuentes consultadas por este periódico. Por eso, la carta a Roma se envió el jueves en solitario. La misiva a España ha salido un día después y junto a otras dirigidas a Francia, Bélgica, Portugal y Eslovenia.
Bruselas se queja en primer lugar de que el plan presupuestario que le envió Sánchez el lunes no incluye todos los datos exigidos por las normas de la UE y "no da una imagen completa de las medidas previstas". "Sería importante proporcionar a la Comisión Europea toda la información necesaria sobre las diferentes medidas, en particular su impacto presupuestario, para facilitar nuestra evaluación", reclama la carta.
En segundo lugar, el Ejecutivo comunitario resalta que los Presupuestos de Sánchez prevén un aumento del gasto público del 1,7%, muy por encima del incremento máximo del 0,6% que autorizaba la UE. Además, el ajuste estructural diseñado por la ministra de Economía, Nadia Calviño, se limita al 0,4%, por debajo del 0,65% comprometido con Bruselas. "Basándonos en la limitada información disponible, no podemos excluir un riesgo de desvío respecto al esfuerzo exigido", alerta la carta. Tampoco está claro que vaya a respetarse la meta de reducción de deuda.
¿Aumentará el gasto durante la tramitación parlamentaria?
Finalmente, la Comisión "toma buena nota" de que el Gobierno de Sánchez ha evitado presentar el borrador de Presupuestos en el Parlamento al mismo tiempo que lo remitía a Bruselas. "Si al final hay diferencias sustanciales entre el plan presupuestario y el borrador de Presupuestos que se envíe al Parlamento, le invitamos a que envíe lo antes posible una actualización a la Comisión Europea y al Eurogrupo, y a que nos informe de cualquier cambio o decisión prespuestaria que se tome en los próximos días", dice la carta.
Es decir, el Ejecutivo comunitario teme que la negociación de los Prespuestos con el PNV o los partidos independentistas catalanes se traduzcan en un incremento todavía mayor del gasto público, que aumente aún más los riesgos de incumplir el déficit.
La Comisión Europea ofrece un "diálogo constructivo" al Gobierno de Sánchez antes de proceder a la evaluación final de los Prespuestos. El Ejecutivo comunitario tiene previsto poner nota a las cuentas españolas y del resto de países de la eurozona el 21 de noviembre. La única excepción es el caso de Italia, ya que debe decidir antes de final de este mes si tumba o acepta los Prespuestos.
Sánchez intenta minimizar la bronca
Por segundo día consecutivo, el Gobierno de Sánchez ha tratado de minimizar la bronca de Bruselas. El equipo que acompañaba al presidente del Gobierno en Bruselas sostenía que la carta es un puro trámite y que la evaluación que hace el Ejecutivo comunitario de las cuentas españolas es "positiva". La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha sostenido en Madrid que la carta no cuestiona la meta de déficit y avala los presupuestos. "Es un documento técnico", ha dicho el ministerio de Economía en un comunicado tras publicarse la carta.
Todas estas afirmaciones han resultado no ser ciertas. La Comisión Europea sólo envía cartas de advertencia a aquellos países donde detecta riesgos de que los planes presupuestarios incumplan el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Forma parte de un procedimiento reglado. Este año, sólo 6 de los 19 países de la eurozona han recibido estas misivas.
El objetivo es lanzar una alerta temprana para que los problemas puedan corregirse durante la tramitación parlamentaria. Si al final los desvíos se materializan, la UE podría imponer una multa a España a posteriori, como estuvo a punto de ocurrir en 2016 con las cuentas de Mariano Rajoy.
Eso sí, de momento el Ejecutivo comunitario trata de rebajar el tono con España (como también con Francia, Portugal, Eslovenia y Bélgica). Así, la carta no está firmada por los comisarios Pierre Moscovici y Valdis Dombrovskis, sino por el director general de Asuntos Económicos, Marco Buti. Y la destinataria no es Calviño, sino el secretario general del Tesoro, Carlos San Basilio. Todo para dejar claro que el foco máximo de inquietud es Italia: Bruselas no puede permitirse otras guerras simultáneas.
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