La alianza de PP y Ciudadanos en la Mesa del Congreso ha bloqueado la tramitación de la reforma de la Memoria Histórica que aprobará el PSOE. Sánchez amoldará la ley a su plan para evitar que los restos de Franco acaben en la cripta de La Almudena. Para ello prohibirá que el dictador repose en "un lugar público" y avalará el cierre de los espacios que enaltezcan el régimen.
Los de Rivera aseguran que su postura no pasa por la "obstrucción". Reiteran que han buscado ampliar el plazo para presentar distintas enmiendas parciales a la ley socialista. Una de ellas irá encaminada a convertir el Valle de los Caídos en un Arlington a la española. O lo que es lo mismo: un cementerio donde reposen muertos de todos los conflictos bélicos del país. Por eso, Juan Carlos Girauta ha propuesto este lunes que "caídos de las guerras carlistas" tengan su espacio en el camposanto de Cuelgamuros.
En el siglo XIX, España alumbró tres enfrentamientos armados entre los partidarios del pretendiente carlista -Carlos María de Isidro, hermano de Fernando VII- y los defensores de Isabel II, hija de este monarca. La primera de las batallas (1833-1840) costó la vida a casi 200.000 personas. El censo de "caídos" de las dos posteriores -(1846-1849) y (1872-1876)- es difícil de cifrar, pero fue mucho menor.
Si prospera la enmienda de Ciudadanos, el Valle de los Caídos podría acoger la inhumación de varios fallecidos durante estos conflictos decimonónicos.
Girauta, portavoz de los liberales en el Congreso, ha especificado que su deseo pasa por enterrar en el Valle a distintos tipos de colectivos: "Miembros del ejército muertos en el extranjero, víctimas del terrorismo...".
Si todo esto ocurriera, esbozan en Ciudadanos, el mausoleo franquista dejaría de serlo y se convertiría en una suerte de Arlington, donde descansan víctimas de la guerra civil americana, la invasión de Irak o los combates de Afganistán.