Alberto Núñez Feijóo ha inaugurado la convención del Partido Popular intentando arrastrar a su organización hacia el centro. Ante las miradas de Pablo Casado y Mariano Rajoy, el presidente gallego ha apostado por un discurso lejos de las "veletas" y los "vociferantes". Dos calificativos con los que ha aludido sibilinamente a Ciudadanos y Vox, cuyos nombres no ha explicitado durante su discurso.
"Tenemos principios firmes. Decimos 'no' cuando hay que decir que 'no'. Decimos 'sí' cuando hay que decir que 'sí'". Unas palabras con las que ha pretendido asestar un golpe a Rivera, que en los últimos días ha acusado al PP de virar hacia el extremo. "No vamos a aceptar lecciones de cómo se gobierna porque nadie lo ha hecho en situaciones tan difíciles como nosotros", ha respondido en clara alusión al líder de los liberales.
En cuanto a Vox -tampoco ha nombrado a Abascal-, Feijóo ha evitado utilizar el adjetivo "ultraderecha", que sí empleó hace unos días, lo que supuso un claro contraste con el discurso de Casado, pero ha reseñado: "No hacemos política desde las trincheras, no nos basamos en los fundamentalismos, tenemos argumentos, y no un falso discurso social. No somos un partido populista, sino sólido".
Una vez trazado ese diagnóstico, el presidente de Galicia ha abierto las puertas del PP a los votantes que emigraron por las autopistas verdes y naranjas: "Nuestros principios están a disposición de todos". Justo a continuación ha definido a su partido como "el gran punto de encuentro". Porque "ni quienes quieren un PP más antiguo ni quienes lo quieren más nuevo" son del PP.
Feijóo ha repasado todas las etapas del PP desde su refundación en 1989 con el objetivo de volver a dibujarlo como esa formación porosa que absorbía todo el centro-derecha en los noventa. Ha empezado por Manuel Fraga: "Ese es nuestro partido, el de la mayoría natural, que ha sabido aglutinar a tantos españoles diferentes en torno a unos principios y objetivos comunes". Y a continuación ha añadido: "Estoy orgulloso". Una coletilla a la que ha recurrido para cada uno de los nombres propios citados.
Después ha laudado la figura de José María Aznar, que estará presente este sábado en la Convención, y que también ofrecerá un discurso: "Superamos la recesión de los noventa, entramos en el euro, recuperamos crédito y confianza. Fuimos una de las naciones más potentes del mundo".
Por último ha mirado hacia Mariano Rajoy: "Estoy orgulloso del partido que nos sacó de la peor de las crisis. Moderación, sentido común... Supo irse con elegancia y principios". El expresidente del Gobierno ha levantado el pulgar para agradecer la gruesa ovación desatada y poco después no le ha quedado más remedio que levantarse y saludar.
Feijóo ha abrochado su arenga con un elogio para Pablo Casado, al que ha llamado "presente y futuro del PP": "El orgullo que siente por presidir este partido es contagioso".
El presidente gallego llegaba a la convención popular con un recado para Podemos en los labios: "Llevamos treinta años trabajando. Teniendo en cuenta la situación de otros partidos no está nada mal". También desvelaba la línea central de su discurso en el primer corrillo de periodistas que le absorbía poco después de franquear las puertas del recinto ferial madrileño: la disyuntiva absoluta entre PP y PSOE. "Saldrá un partido más reafirmado, que será la única alternativa posible al pacto de Sánchez con populistas y nacionalistas. O gobiernan ellos o gobernamos nosotros".