Enero es un mes inhábil en el Congreso de los Diputados. No hay plenos, pero se siguen celebrando algunas comisiones; generalmente descafeinadas y con poca temperatura. Hasta que, esta semana, Carles Campuzano (PDeCaT) se cruzó con Juan Carlos Girauta (Ciudadanos).
En lo que ya viene siendo una tónica habitual, el diputado separatista comparó a las "derechas" -mete en el mismo saco a PP, Ciudadanos y Vox- con el franquismo y las acusó de naufragar en una deriva preconstitucional. "Han decidido ser los herederos del nacionalismo español que un 26 de enero de 1939 entró en las calles de Barcelona. Es una pena. España necesita unas derechas dispuestas a discutir los problemas políticos desde la democracia con propuestas basadas en el diálogo". Unas palabras que soliviantaron a Girauta.
La escena descrita por Campuzano es la entrada de las tropas franquistas en Barcelona. Así respondió Girauta, sentado a unos metros del diputado catalán y sólo separado por un estrecho pasillo: "No puedo dejar de recordarle que el partido que más alcaldes franquistas incorporó fue el suyo. A Convergencia se fueron 95 alcaldes franquistas, y sólo 22 a UCD. 10 a Alianza Popular, tres al PSC y uno a Esquerra Republicana. Cuando sus abuelos políticos entraban por la Diagonal, mi padre, con once años, salía por los Pirineos a pie. Así que pocas lecciones".
Campuzano fingió no escuchar la respuesta de Girauta y derramó la mirada en la pantalla de su teléfono móvil durante el desquite de su adversario. Tanto ERC como el PDeCAT suelen trazar paralelismos entre Ciudadanos y la Falange o el franquismo. En más de una ocasión han llamado al presidente de los liberales "Albert Primo de Rivera".
El PSOE, por su parte, también se ha unido a estas crítica en distintas ocasiones. Adriana Lastra, tras el pacto que ha dado lugar al Gobierno de Andalucía, habló de "filofranquismo".