La sensación de pesimismo y de fin de trayecto era la nota dominante en el Gobierno este lunes, víspera del comienzo de un debate de Presupuestos del que depende la continuidad de Pedro Sánchez. Las fuentes consultadas en el Ejecutivo responsabilizan a Esquerra Republicana de lo que ya parece el golpe definitivo a la legislatura.
En el Gobierno están disgustados con el giro de la formación de Junqueras, que se ha negado a respaldar las cuentas si Sánchez no hace antes gestos políticos en dos direcciones: presión a los jueces en Madrid y garantías en Barcelona para que Cataluña ejerza el derecho de autodeterminación.
Es la de ERC una posición "obstinada" -aseguran en el Ejecutivo- que traerá un doble perjuicio: la eliminación de unos Presupuestos con marcado carácter social y particularmenete beneficiosos para Cataluña, y el adelanto del fin de la legislatura, con la amenaza que ello comporta de que la derecha pueda volver al Gobierno.
Así las cosas, y aunque algunos ministros mantenían la esperanza de un arreglo de última hora -la votación definitiva de los Presupuestos se producirá el miércoles-, la mayoría hacía este lunes quinielas sobre cuándo podrían ser las elecciones generales. Pese a que fuentes del Ejecutivo deslizaron el 14 de abril, día de la proclamación de la Segunda República, parece ahora una fecha descartada. De hecho, la filtración se ha interpretado como el último intento de Moncloa por presionar a los separatistas para que se avengan a apoyar el Presupuesto.
La legislatura se acorta
Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE, manifestó que nadie en la dirección del partido "está hablando del 14 de abril", pero admitió que, si los Presupuestos Generales no salen adelante el miércoles, la legislatura "se acortará".
También parece desechado, en principio, hacer coincidir las generales con las autonómicas y municipales, sobre todo por la oposición de los barones socialistas que no querrían que los ciudadanos les juzgasen también por la gestión del Gobierno de España. Así que gana puntos la posibilidad de que Sánchez aplace la llamada a las urnas a la vuelta del verano, pero nunca más allá.
Los bailes de fechas no parecen haber hecho cambiar de opinión a los separatistas. La portavoz de la Generalitat, Elsa Artadi, calificó de "globo sonda" la filtración del posible adelanto electoral y animó al Gobierno a "ponerse en contacto con los grupos independentistas", dándose a entender, que aún está a tiempo de ceder.
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