Celia Villalobos (Benalmádena, 1949) es de esas políticas que no se sienten cómodas en la indiferencia. Maneja con soltura la adhesión y el desplante. Tiene destreza y callo para el escándalo como cuando puso en duda la higiene de los recién llegados diputados de Podemos: "A mí que no me peguen piojos". Lo disfruta. Si hace falta, le echa gasolina. Así más de treinta años. Alcaldesa de Málaga, sempiterna diputada, ministra de Sanidad... Hasta que -como ella misma dice- le ha tocado "jugar el papel de perdedora". Se alineó con Sáenz de Santamaría durante el último Congreso y acaba de decir adiós.
Su armario de polémicas es variado. A veces se ha enfrentado a las televisiones, otras a la oposición, pero también a su propio partido. Villalobos siempre ha procurado trasladar una sensación que a veces ha explicitado: "Hago lo que me da la gana".
1. Contra la reforma del aborto del PP
En febrero de 2014, Villalobos hizo caso omiso de la disciplina de partido. Se colocó del lado de Izquierda Unida, el PSOE, los nacionalistas y UPyD contra la reforma del aborto que propugnaba el Partido Popular. El bloque opositor a los conservadores buscaba frenar el anteproyecto de ley ideado por Ruiz Gallardón. Ella se enfrentó a los suyos a cara descubierta, a sabiendas de que sería sancionada. "Es de las más previsibles que conozco", ironizó su compañero Alfonso Alonso.
2. Multada por votar a favor del matrimonio gay
Corría 2005 y el Congreso votaba la ley del matrimonio entre personas del mismo sexo. El Partido Popular se colocó en frente de los socialistas y criticó duramente el proyecto. Villalobos, ministra en el último Gobierno de Aznar, prestó su escaño a la causa LGTB.
3. "¿Cómo coño llego a Torremolinos?"
Villalobos no es precisamente activa en las redes sociales, pero muchas de sus frases, improvisadas y lanzadas a quemarropa, suelen incendiar Twitter. Incluso se convierten en eslóganes "camisetables". En julio de 2018, una huelga de taxis le sorprendió ya entrada la noche en la estación de tren de Málaga. No daba crédito. "¿Por qué no me han avisado?". "Pero, ¿quién la va a avisar a usted, señora?", le contestó un conductor. Ella, en conversación consigo misma, se dijo: "¿Cómo coño llego yo a Torremolinos?".
4. "Eres muy cerda"
La todavía diputada del PP no tuvo reparos en dirigirse así a su compañera de tertulia, Pilar Rahola. La periodista catalana llevó la discusión al terreno personal y le recriminó la educación "elitista y extranjera" de sus hijos. Villalobos se revolvió: "Has sido muy cerda, muy ruin. Has convertido el debate político en algo personal".
5. "El tema de los tontitos"
2011, Mesa de Portavoces en el Congreso. La contratación de personas con discapacidad por parte de la Cámara, a debate. Celia Villalobos se refirió a ellas como "tontitos", lo que sublevó al socialista José Bono. Ella arguyó: "Hablo de manera coloquial, como se hace en mi tierra". Más tarde, cuando los medios y la oposición hicieron sangre del asunto, la diputada confesó: "Me siento machacada".
6. El Candy Crush
En febrero de 2015, Villalobos fue captada jugando a un sucedáneo del Candy Crush. Enfrascada en su tableta, apenas escuchó la intervención de su líder, Mariano Rajoy. Algunos de sus compañeros, en su defensa, dijeron: "Sabe hacer dos cosas a la vez". Aquella imagen es la foto de la desafección política de entonces.
7. Comprando ropa
En septiembre de 2018, Villalobos fue cazada una vez más. Era el "remember" de la pillada con el Candy Crush. También con su tableta, navegaba en busca de algo de ropa. En esta ocasión no pidió perdón, como sí hizo en 2015. Se limitó a un "hago lo que me da la gana".
8. La cruzada contra 'LaSexta'
Celia Villalobos siempre ha acusado a este canal de colocarla injustamente en el punto de mira. En una conversación con la periodista Ana Pastor -en plena moción de censura y en el patio del Congreso-, dijo: "Os vais a aburrir mucho sin poder darle caña al PP todo el puto día".
9. "A mí no me llamas cobarde"
Ha sido su última polémica. Debatía en Antena3, consciente de que afrontaba sus horas crepusculares. El secretario general de Vox, Javier Ortega, se refirió al PP como la "derechita cobarde". Villalobos se cabreó y le dijo: "Usted a mí no me llama cobarde".
10. "Casado se ha escorado hacia la derecha"
Frases como esta le han obligado a decir adiós a la política. Durante el último Congreso se posicionó del lado de Sáenz de Santamaría. Como estrategia, trataron de empujar a Casado a la derecha para erigirse como defensores de un PP centrado. Villalobos llegó a situar en la extrema derecha a quienes "rodean" al actual líder de su partido.