De madrugada, un grupo de encapuchados ha asaltado la sede de Ciudadanos en Barcelona. El ataque ha concluido con el destrozo de la cristalera y distintas pintadas en la fachada. El partido ya ha interpuesto una denuncia ante la Policía.
En un breve comunicado trasladado a los medios, la formación liberal cifra en cinco los atacantes y sitúa el suceso a las 00:50 de este martes. Entre las pintadas, puede leerse: "No pasaréis por encima de nuestros cuerpos". Lo que parece una crítica a la regulación de la gestación subrogada que proponen los naranjas.
Inés Arrimadas, cabeza de lista al Congreso por Barcelona, ha denunciado así la agresión a uno de sus lugares de trabajo más habituales: "Una vez más los fascistas vuelven a atacar la sede de Ciudadanos en Barcelona rompiendo cristales, haciendo pintadas. Vuestras amenazas, insultos y señalamientos no nos callarán. Seguiremos defendiendo la democracia, la unión y la libertad".
Entre las pintadas puede leerse el nombre de Arran, colectivo que lidera la extrema izquierda independentista catalana. Esta organización se ha atribuido la autoría del suceso mediante un mensaje en su cuenta de Twitter: "El retorno a la ley de aborto de supuestos, la ley que propone protección para las mujeres inmigrantes que den a sus niños en adopción, la defensa de los vientres de alquiler... Marquemos las sedes de Ciudadanos y PP para reivindicar el derecho a nuestro propio cuerpo".
Carlos Carrizosa, portavoz de Ciudadanos en el Parlament, ha ironizado: "Para Sánchez y sus socios no pasa nada, pero este es el día a día de quienes defendemos la Constitución en Cataluña". El propio Carrizosa ha asegurado que este ataque supone el tercero en lo que va de año contra la sede barcelonesa.
Se trata del segundo ataque de características similares en apenas un mes. A finales de febrero, el nuevo establecimiento de Ciudadanos en Navarra fue atacado incluso antes de inaugurarse. Entonces, la formación arguyó: "Nos hemos despertado hoy con nuestra nueva sede llena de pintadas de los intolerantes. Nos insultan y nos señalan con una diana, algo que creíamos parte de un pasado superado. Por más que lo intenten no nos callarán".