Lo curioso es que Pablo Echenique ya sonó como ministro en el Gobierno que iba a montar Pedro Sánchez si ganaba la moción de censura que le estaba negociando como "relator" Pablo Iglesias convenciendo a todos los grupos del Congreso de los Diputados hace un año...
El entonces todavía secretario de Organización de Podemos, mano ejecutora de Iglesias dentro del partido llegó incluso a consultar con su equipo más cercano si se irían con él a trabajar en uno de los edificios públicos que albergan los despachos de los dueños de las carteras.
Pero un año antes, cuando Redondo acababa de dejar de ser el jefe de gabiente de José Antonio Monago, el único presidente del PP que ha tenido Extremadura, pasó por Otra vuelta de tuerka, el programa de entrevistas televisivas que dirige -todavía- Pablo Iglesias.
En aquella larga entrevista, el líder de la formación morada lo presentó quejoso de que "lamentablemente, siempre ha trabajado para nuestra competencia". Y en justa correspondencia, Redondo celebró muchas de las conquistas de Podemos. Y es más, confesó que se sentiría "orgulloso de mi país si un día viera a Pablo Echenique como vicepresidente del Gobierno".
"La España de hoy"
En la entrevista, Redondo afirma que "el Congreso cada vez se parece más a la España real" y que "caminamos, y es lo que yo deseo, hacia esa política de pactos". De hecho, en la primera reunión de Iglesias y Sánchez en Moncloa, la intención del presidente en funciones fue ofrecerle tres ministerios de bajo perfil político, y para ellos ya volvió a manejarse el nombre del todavía número tres del partido.
Le quedaba un año escaso al politólogo Iván redondo para comenzar a ser el Pepito Grillo en la oreja del líder socialista. Después de su fracaso con el Pacto del abrazo a Albert Rivera y al propio Iglesias, en plena moción de censura, Echenique se acercaba a ese objetivo soñado por el asesor en la sombra.
Sánchez trataba de llegar a la Moncloa sin pasar siquiera por la Carrera de San Jerónimo, que había abandonado fiel a su "no es no" y cuando el PSOE lo había defenestrado. El alma más estadista del partido quería abstenerse para que el popular Mariano Rajoy fuera investido presidente y el secretario general se negaba. Se fue, lagrimeando en el atril a la hora de anunciarlo y comenzó su remontada...
Sin embargo, ahora Redondo parece haberse convertido en el mayor escollo para que Podemos entre en el Gobierno. Y leyendo aquella entrevista entre líneas, uno puede comprender en parte por qué. Es más, ha olvidado el "no es no" y reclama la abstención de PP y Cs para que su jefe permanezca en Moncloa.
Sin ideología
Es cierto que el jefe de gabinete de Sánchez en Moncloa parecía soñar con Echenique de número dos de un hipotético Gobierno... pero la verdad es que en la misma frase nombra también a Pablo Casado, "alguien preparado, un tío majo y humilde". Por entonces, el hoy presidente del PP no era más que vicesecretario de Comunicación.
Así que Redondo, en verdad, parecía más estarse preparando una carrera entre políticos de su misma generación con sus revelaciones ne esa conversación televisada con Iglesias. En la entrevista insiste varias veces en que "dejando aparte las ideologías", su trabajo es el de "simplificar el mensaje para conectar con la gente". Y,m de hecho, le aplaude a Iglesias en al menos un par de ocasiones, que "Podemos, vosotros, eso lo hacéis muy bien".
Redondo no sólo le regala los oídos a Iglesias en la hora larga de conversación. Sino que compara a Podemos con "la irrupción de Barak Obama en 2008" y su campaña electoral. "Aquel 'Yes we can' fue una revolución, tanto como el nacimiento de Podemos, son las dos revoluciones políticas a nivel mundial en esta década", espeta, para luego desarrollarlo.
El hoy ejecutor de los mensajes políticos del presidente en funciones ha sido el creador de la estrategia de comunicación que nos ha llevado a que dos meses y medio después de las elecciones del 28-A, su jefe sólo ha logrado que se le sume un diputado a los 123 que tiene el PSOE en el Congreso para una investidura que asoma en una semana, el del Partido Regionalista Cántabro de Miguel Ángel Revilla. Es más, el propio Redondo explica que "en política, el manejar los tiempos lo es todo para lograr tus objetivos". Y así parece haber maniobrado durante los 78 días transcurridos hasta ahora desde la cita con las urnas.
'House of cards' como ejemplo
En ese pasaje de la conversación, Iglesias le contesta convencido que "el que controla el tiempo gana". Y aunque Redondo evoca la serie de televisión danesa Borgen, ejemplo de lo que es la política de pactos y cómo se puede hacer un Gobierno a partir de coaliciones minoritarias y diálogo parlamentario, confiesa que para él "House of cards debería ser una asignatura en las facultades de Políticas".
Es más, el asesor principal de Sánchez hoy en Moncloa llega a afirmar que él es partidario de "utilizar el populismo como técnica electoral", como un camino para lofgrar la "ruptura de los debates y la exclusión" del contrario. Para Redondo, eso "no es criticable". Porque en su opinión, "lo más importante en cualquier plan de acción es manejar bien el calendario", ya que al fin y al cabo, admite, "todo el mundo acaba cadáver, solo es cuestión de tiempo".