Continúa el misterio. Con un escueto "no tenemos los datos", desde Ferraz se lavan las manos y remiten al PSN, que se ha negado desde el principio a facilitar los datos de participación de la consulta que refrendó el pacto alcanzado con nacionalistas y Podemos. Ese pacto permitirá que María Chivite sea proclamada este viernes presidenta del Gobierno de Navarra. Un gobierno que será posible gracias a la abstención de Bildu.
Teléfonos apagados, respuestas evasivas y ningún dato. El hermetismo del PSOE no hace sino alimentar las teorías de los más escépticos, que ya hablan de "pucherazo". Según pudo saber EL ESPAÑOL, el PSN tiene 363 afiliados en la agrupación de Pamplona. Sin embargo, solo participaron 110 (el 30,3%). Ni siquiera uno de cada tres. Una participación escasa cuando se trata de refrendar un pacto de tal magnitud. De los 110 afiliados que participaron, 88 votaron sí al pacto de gobierno y 22 votaron en contra. No hubo ningún voto en blanco.
Según los dirigentes del Partido Socialista de Navarra, el acuerdo fue refrendado por un 89,34% de la militancia, que votó a favor de un “gobierno de progreso encabezado por la líder del PSN”, mientras que un 10,16% votó en contra y un 0,5%, en blanco.
El secretismo de los socialistas navarros con los datos de participación contrasta con el entusiasmo con el que airearon la rotunda victoria de los postulados de la dirección del partido. El mismo domingo, el partido celebró que los afiliados dieran “su apoyo a la conformación de un gobierno de progreso encabezado por la líder del PSN, María Chivite”, a la vez que se alegró de que la militancia respondiera “con el compromiso que siempre demuestra ante cualquier proceso interno”.
El PSN se niega, sin embargo, a aclarar cuántos afiliados de los casi 1.600 que tiene en Navarra participaron en la consulta del domingo. “Votaron muchos de los afiliados, que nos dejaron clara cuál es su postura”, se limitan a decir fuentes del partido en la Comunidad Foral.