El despliegue policial aprobado por el Ayuntamiento de Barcelona y la Consejería de Interior para controlar a los manteros en el centro de la capital ha sacado a la luz problemas de fondo en la Policía catalana.
El desembarco del PSOE en el consistorio, con el socialista Albert Batlle al frente de la Concejalía de Seguridad, ha desencallado el problema de los manteros, que llevan años desplegados en la plaza de Cataluña y aledaños sin permisos y vendiendo falsificaciones. Los comerciantes, representados en la Micro, Pequeña y Mediana Empresa de Cataluña (PIMEC) afirman que esta situación les ha hecho perder 65 millones de euros.
El ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con la Consejería de Interior encabezada por Miquel Buch y desde la última semana de agosto cientos de agentes de Policía Nacional, Mossos d'Esquadra y Policía Local se encuentran en las calles más concurridas para garantizar que los manteros no colocan sus objetos en la calle. El dispositivo implica que cientos de agentes, hasta 300 mossos, cumplan turnos desde las 9 de la mañana hasta las diez de la noche cada día.
Aunque el consejero de Interior adelantó que dicho dispositivo "se irá adaptando según las circunstancias", fuentes sindicales afirman a EL ESPAÑOL que "no hay" efectivos suficientes para cubrir las exigencias del despliegue.
"Mossos emigrantes"
De hecho, las citadas fuentes sacan a relucir un problema de "fuga" o "éxodo de mossos" a las Policías locales de toda Cataluña que será más acuciante en septiembre, cuando se publiquen las plazas funcionariales reservadas a agentes de otros cuerpos en los municipios. Aseguran también que esta salida irá en detrimento de la seguridad, y que debería irse ya a una convocatoria de ampliación de efectivos en un número no inferior a 2.000.
Según trasladan fuentes del sindicato USPAC a este diario, la aprobación el pasado invierno de la jubilación anticipada para los policías locales a los 60 años dejará puestos vacantes que querrán ocupar los agentes de los Mossos d'Esquadra.
Los motivos de esa "migración" son distintos: la búsqueda de estar cerca de la familia y los lugares de origen; que los servicios nocturnos se pagan en la Policía Local cumpliendo la normativa europea, es decir, cada hora extra; mayores facilidades para la conciliación familiar o el aliciente de la jubilación a los 60 y el pase a la reserva activa entre los 56 y los 58 años.
Tal es el trasvase que se espera para el final del verano, el sindicato USPAC ha creado un "servicio de asesoramiento a los mossos emigrantes" para recomendarles cómo conservar sus derechos en esa marcha.