A priori puede parecer una lista más, una hoja de Excel común: negro sobre blanco, cifras y nombres que llenan casillas. Pero en el documento que el Partido Popular vasco ha decidido enviar a los terroristas de ETA, a través de la plataforma que les apoya en las cárceles, constan, uno a uno, todos los crímenes perpetrados por los etarras que aún están sin resolver. En total, 231 asesinados.
Van desde el año 1977 —justo tras la aprobación de la Ley de Amnistía—, con el secuestro y asesinato de Javier de Ybarra Bergé, que llegó a ser director de los periódicos El Correo y El Diario Vasco, hasta el último atentado mortal que la banda terrorista cometió en España: fue en Palma de Mallorca el 30 de julio de 2009, hace tan sólo diez años. Se cobró las vidas de los guardias civiles Diego Salvá Lezáun y Carlos Sáenz de Tejada García, que contaban con 27 y 28 años, respectivamente.
En todos los asesinatos, que fueron perpetrados en un total de 177 atentados, hay un denominador común: se desconoce quiénes fueron los autores materiales. También se incluye en el documento los 66 asesinatos amnistiados, a los más de 40 asesinatos por los que sólo han pagado meros colaboradores o no más de un autor material o los más de 30 asesinatos en los que pese a haber habido condena, fueron absolutorias.
Triple atentado en Madrid
Alguno de los crímenes más destacados entre los que componen esta lista están los fallecidos en los atentados de julio de 1979 en Madrid: un triple ataque con explosivos que se llevó a cabo durante la mañana del 29 de julio en el Aeropuerto de Barajas y en las estaciones ferroviarias de Atocha y Chamartín.
Hubo más de cien heridos y murieron siete personas: Guadalupe Redondo Villar, Jesús Emilio Pérez Palma, Juan Luna Azol, José Manuel Amaya Pérez, Dorothy Fertz, Dionisio Rey Amez y José Manuel Juan Boix.
ETA reivindicó la autoría del ataque, e incluso anunció que colocaría las tres bombas una hora antes de que explotaran. Lo hizo mediante una llamada a una agencia de noticias vasca, que informó a los minutos al comisario de policía de San Sebastián. Pero las autoridades en Madrid no recibieron el aviso hasta veinte minutos antes de que detonaran.
Coche bomba a Aznar
Otro de los nombres que componen el documento que recibirán los presos terroristas para que faciliten datos que puedan conducir a la resolución de los crímenes es el de Margarita González Mansilla, que fue falleció en Madrid el 19 de abril de 1995. Murió a consecuencia de las graves heridas que recibió en un ataque dirigido al por entonces presidente del Partido Popular, José María Aznar, que llegaría a la jefatura del Gobierno un año más tarde.
Margarita, de 73 años, estaba en su casa, en la madrileña calle de Arturo Soria. Eran las 8 de la mañana y ella, ama de casa, se encontraba en su hogar cuando estalló un coche bomba en el que iba Aznar. Tanto el dirigente como sus escoltas salieron prácticamente ilesos del atentado gracias al blindaje del automóvil, pero la explosión causó heridas a una quincena de personas. Margarita quedó aplastada por los cascotes en su casa —que después tuvo que ser demolida— y sufrió una parada cardíaca. Estuvo dos meses en coma profundo irreversible hasta que finalmente falleció.
Precisamente, otro de los grandes rostros del PP también aparece en la lista: Manuel Giménez Abad, presidente del partido en Aragón. El político se dirigía a ver un partido de fútbol junto con su hijo al estadio de La Romareda de Zaragoza el 6 de mayo de 2001 cuando un etarra le disparó tres tiros por la espalda, dos de ellos en la cabeza. Murió al instante.