Último pulso en Ciudadanos: Rivera exige la marcha definitiva de Nart y Garicano lo protege
El líder de los liberales pretende que Nart renuncie a su acta de eurodiputado tras haber roto su carné de partido.
10 septiembre, 2019 04:46Noticias relacionadas
Cerrado el capítulo de las ausencias, Albert Rivera enfilaba la campaña electoral con unanimidad monolítica en el seno de su Ejecutiva. Hasta que Javier Nart decidió darse de baja como afiliado de Ciudadanos. El eurodiputado, previa bendición de Luis Garicano, pretende seguir trabajando en la delegación continental del partido... aunque en calidad de "independiente". Un plan que subleva a Rivera y a su núcleo más cercano: "Lo coherente es que se vaya".
El adiós de Nart tan sólo era un titular a punto de escribirse. A finales de junio, dimitió de la Ejecutiva por no compartir la estrategia oficializada en relación al PSOE. Pero el enquiste de su salida es la punta de un iceberg que parecía derretido: la pugna entre Albert Rivera y Luis Garicano.
El economista, número uno de Ciudadanos en Europa y ahora protector de Nart, nunca ha exteriorizado su divergencia respecto al oficialismo y el "no inamovible" al PSOE. Esa batalla interna unió a Garicano y al excorresponsal de guerra, que expresaron su voluntad ante la mirada de Rivera y el resto de miembros de la Ejecutiva.
De momento, Garicano y los suyos mantienen el pulso: "Nart sigue siendo miembro de nuestra delegación". Esa circunstancia exaspera a Rivera. Prueba de ello es el comunicado que envió Ciudadanos Europa a los periodistas: "Seguirá defendiendo los intereses de los españoles y el programa electoral de Cs". Veinticuatro horas después, Rivera negaba la mayor: "Me gustaría que los que se han marchado de Cs no se quedaran con el esfuerzo, el trabajo ni los recursos de Cs".
La línea oficialista sostiene que Nart debe renunciar porque firmó la "carta ética": un documento que rubricaron todos los candidatos naranjas. En este papel, se menciona la obligación de "asumir el programa electoral", "no comprometer al partido con manifestaciones públicas" y "atenerse a los acuerdos adaptados por los órganos centrales".
"A Luis le parece magnífico que me quede", arguyó Nart este lunes en una entrevista con Espejo Público. Lorena Roldán, portavoz nacional de Ciudadanos, recibida la consigna en la Ejecutiva, empujó al veterano eurodiputado a renunciar a su acta "por una cuestión de normalidad y coherencia".
Nart, de momento, guarda silencio y se mantiene en sus trece: seguir trabajando como eurodiputado independiente, pero encuadrado en la delegación de su expartido. Si lo consigue, Luis Garicano habrá doblegado el brazo de Albert Rivera, que quiere a Nart fuera del Parlamento.
Rivera no ve con buenos ojos que Nart "cobre un sueldo" a través del puesto que logró "gracias a Ciudadanos". El todavía eurodiputado responde: "En las listas de 2014 fui como independiente, ¿por qué no ahora?".
"Si se ha ido, que se vaya del todo"
Según las fuentes consultadas por este diario, la unanimidad en la Ejecutiva nacional es casi absoluta. Rivera ha encontrado en sus compañeros un respaldo mayoritario a su postura: "Si se ha ido, que se vaya del todo".
Pero no es tan sencillo. Un par de dirigentes consultados por este diario mencionan las diferencias que separan el caso Nart de los anteriores: "Javier, al contrario que otros, tiene mucho poso intelectual. Una influencia más de conciencia e ideológica que práctica. No se nada fácil gestionar esa perdida".
Los más románticos lamentan que la marcha definitiva de Nart pueda cuadrar el círculo de una suerte de "descapitalización intelectual": todavía brilla en el retrovisor la renuncia de Xavier Pericay, el último padre fundador que trabajaba en el partido.
"Es verdad. La línea de Ciudadanos no ha variado, pero ha cambiado España", resaltó Nart en su última entrevista a modo de crítica. Según el escritor, Rivera yerra cuando define al PSOE como "aliado de los independentistas".
Javier Nart, asesor de los gobiernos felipistas en los ochenta, dejó el PSOE a principios de los noventa por los escándalos de corrupción que carcomían Ferraz. En 2012, se unió a Ciudadanos para "combatir el nacionalismo" en Cataluña. En 2014, lideró las listas europeas en calidad de independiente. Por último, el pasado mayo, revalidó su escaño enrolado en el proyecto que ahora lidera Luis Garicano.