La popularidad de Sánchez en su mínimo histórico: tiene sólo un 26% de apoyo y los votantes del PSOE le bajan la nota a 6,2

El líder del Ejecutivo registra esta primera semana de 2025 su cifra de popularidad más baja (26,2%) desde enero de 2020, según revela el último barómetro elaborado por SocioMétrica para EL ESPAÑOL. No sólo eso, sino que los propios votantes del PSOE siguen bajándole la nota (6,2) cada vez que se les pregunta, situándolo como el líder político menos valorado por sus propios simpatizantes. 

Los datos no son casualidad. Sólo en los últimos meses, el presidente ha tenido que lidiar con la imputación de su esposa, de su hermano, de su fiscal general del Estado y de su antiguo número 2 al frente del PSOE. También con una renovada debilidad parlamentaria y enfrentamientos dentro del Gobierno y el bloque de investidura. 

Sánchez tuvo su cenit de popularidad (41,5%) en junio de 2020, coincidiendo con el final del confinamiento por la pandemia de la Covid-19 y el primer semestre del Gobierno de coalición con Unidas Podemos.

Sin embargo, en el año que ha transcurrido desde su última investidura como presidente, ha pasado del 40% (noviembre del 2023) al 26,2% de popularidad actual, su punto más bajo en cinco años.

Sorprende todavía más si se pone en perspectiva sólo en 2024. En mayo, justo después de encerrarse cinco días para "parar y reflexionar", los mismos datos de SocioMétrica le pusieron en su peor nivel de apoyo desde septiembre de 2022, cuando el PSOE decidió girar a la izquierda y reformular su estrategia de Gobierno.

El dato entonces ya fue alarmante: 31% de apoyos. Pues desde entonces no ha hecho más que bajar, ininterrumpidamente, hasta el 26% actual. 

La estadística no mejora si, en lugar de a todos los españoles, se pregunta sólo a los votantes del PSOE. 

Los socialistas valoran a su secretario general con una nota de 6,2 sobre 10, la más baja de entre los cuatro principales líderes políticos si se pregunta a los simpatizantes de cada uno. La diferencia es sideral, muy por debajo del 8,9 de Santiago Abascal para los votantes de Vox; del 8,7 de Yolanda Díaz en Sumar o del 7,7 de Alberto Núñez Feijóo entre los simpatizantes del PP. 

Las notas que sí los nivelan a todos, son las que ponen todos los españoles sin distinción de su ideología. Ahí, al igual que ocurre con los ministros, todos los candidatos suspenden. De hecho, ninguno llega al cuatro sobre diez. 

Que estas notas tan bajas coincidan en una época de tanto enfrentamiento político no es casualidad. Esta misma semana, en otro barómetro de SocioMétrica publicado por este periódico, los tres miembros del Gobierno mejor valorados del Gobierno eran, precisamente, los tres menos polarizadores.

Esta pérdida de apoyo también se traduce en la pregunta sobre a qué presidente preferirían los electores. Sánchez, con un 18,5% de apoyos, ha recuperado un poco de terreno desde la última vez que se hizo esta pregunta, apenas unos días después de la declaración de Víctor de Aldama en la Audiencia Nacional, pero continúa por debajo de Feijóo.

El presidente del PP también ha sufrido una leve caída en los últimos meses, fruto de la desafección ciudadana contra las administraciones públicas por la gestión de la DANA en Valencia. Aun así, una mayoría por la mínima (18,9%) le prefiere por delante de Sánchez.

No obstante, la respuesta más común a esta pregunta es "ninguno" (39,2%), síntoma del desgaste acumulado en el electorado tras un año marcado por la ley de amnistía, el convulso contexto geopolítico, los escándalos de corrupción y la escalada de tensión en el Congreso de los Diputados. Hace un año, solo el 17,4% optaba por esta opción.

De todas formas, si la elección se redujera a los dos líderes, Feijóo se situaría de nuevo como el favorito con el apoyo del 32,7%, frente a Sánchez, que obtiene el 31,4%.