Una reunión con el Rey no es lo mismo que una audiencia. Lo que se está celebrando entre este lunes y este martes es la séptima ronda de contactos que le toca a Felipe VI en poco más de cinco años, los que lleva portando la Corona. Como estreno, no está mal. Y algunos de los que allí han ido a explicar su posición ante una eventual investidura cuentan que el Jefe del Estado escucha mucho y con cara de póquer, para que nada se le escape por los poros de lo que piensa. Y que pregunta con detalle, muy interesado en saber cómo hemos llegado hasta aquí.
Y es ahí donde los líderes de las formaciones a la izquierda del PSOE, al repasar el proceso de estos cuatro meses y medio largos pasados desde las elecciones del 28-A, no salen de su estupor. "Lo evidente es que nunca ha querido negociar mirando a su izquierda", dice una de las personas que ha estado sentada a la mesa con la delegación del PSOE enfrente.
"Sánchez confía todo a una comisión negociadora que ha logrado el apoyo de un solo diputado en 140 días, el de Cantabria", añade otro de los diputados que ha ido a ver al Monarca. "La verdad es que no es serio cómo ha sido todo", explica, "iba a decir que no es serio cómo ha negociado... pero es que no ha negociado".
El tiempo perdido y la "urgencia"
Lo cierto es que desde el lado de Unidas Podemos señalan con hastío los casi dos meses que pasaron entre la semana posterior al 28-A -cuando Sánchez hizo una ronda con Iglesias, Rivera y Casado- hasta que empezaron formalmente las reuniones tras la cita electoral del 26-M. "Ahí ya se perdió mucho tiempo", apuntan, aunque admiten que la campaña de las autonómicas, municipales y europeas no era un buen escenario. "Pero es que luego, hay que recordarlo, fueron cambios de versión de lo prometido el primer día, desplantes, filtraciones interesadas..."
Después, vino la investidura fallida, con las ofertas de última hora "y las sonrisas en la bancada del PSOE al salir derrotados", explica una de estas fuentes. "Han demostrado que querían elecciones desde el principio", añade, "pero no sería el primero que va a por lana y sale trasquilado". Y pone los ejemplos de Artur Mas, de Jaques Chirac o de Theresa May...
Es decir, que "a cambio de supuestamente ganar unos cuantos escaños, le va a dar una segunda oportunidad a la derecha". Ésa es una de las claves que comparten las fuerzas a la izquierda del PSOE, la del temor a que el hastío ciudadano, o la movilización de los sectores más españolistas que siga a la posible sentencia del procés alimenten el voto a PP, Ciudadanos y Vox.
"Además, está la crisis económica que se nos viene encima", explica otra de las fuentes que negoció con el PSOE. "Debemos armarnos con urgencia, hay que tomar medidas de índole económica para proteger a los sectores más desfavorecidos". Y eso significa tener un gobierno cuanto antes, insisten.
¿Al precio de que Unidas Podemos se lo dé gratis a Pedro Sánchez y después negociar cada ley? "No, eso no tendría sentido, porque ¿qué Ejecutivo sería ése? Una cosa inestable y sin capacidad de tomar decisiones... en 10 meses volveríamos a las urnas". Y además, otra vez, con el riesgo de "una victoria de las derechas y sus recortes". según abundan, en una situación económica mucho peor. "Por eso queremos que haya gobierno ya, con las cosas de comer no se juega".