Corren por la red decenas de vídeos en los que el joven Pablo Iglesias, ése que era un tertuliano activista que visitaba televisiones emergentes ávidas de la audiencia que les aseguraba ese agitador de izquierdas, afirma "yo no puedo decir España" o "mi patria es la democracia"... cosas así.
El mensaje, todo hay que decirlo, sigue siendo esencialmente el mismo. Simplemente, aquel chico ha profundizado en sus argumentos y, sobre todo, hoy es líder de Podemos, el partido con el que empezó a cambiar todo en España cuando la salida de la crisis ya se veía en la tele pero muchos no la notaban. Y salieron a las calles.
Este año, la Fiesta Nacional coincide con la precampaña electoral. Curiosamente, y a pesar de que éstas son las cuartas elecciones generales a las que se presenta -todas en sólo en cuatro años-, son las primeras en las que Iglesias ha tenido que decidir su presencia o no en los actos del 12-O en esa clave.
Y más en esta ocasión, en la que Podemos parece el único partido de los seis grandes que no se ha envuelto en la bandera rojigualda para sacar rédito en las urnas. "Ahora, España", el PSOE; "España siempre", Vox; "¿Izquierda o Derecha? España", el PP; "España en Marcha", Ciudadanos... y Errejón, que además de bautizar a su partido Más País, escucha las enseñanzas de su gurú José Luis Villacañas, que le susurra al oído -y le explica a EL ESPAÑOL- que en sus mítines "deben estar las banderas de España que faltan en Podemos".
En estos años, han sido varias las ocasiones en que Podemos y sus confluencias han expresado que no se sentían "cómodos" con la celebración. Sobre todo con la fecha, "demasiado vinculada a reminiscencias franquistas". Incluso, el año pasado, el Grupo Confederal de Unidas Podemos llegó a proponer trasladar la celebración a "un día que identifique más a todos" como, por ejemplo, el 23 de abril, celebración de Sant Jordi y aniversario del fallecimiento de Miguel de Cervantes.
En todo caso, según ha podido confirmar este periódico, Pablo Iglesias ha decidido no acudir a ninguno de los actos oficiales de la Fiesta Nacional, un año más. Fuentes cercanas al secretario general de Podemos afirman que "no hay nada distinto en esta ocasión respecto a las anteriores".
Ya en las elecciones del 28-A, la formación morada fue restando peso en su mensaje a sus posiciones más explícitas respecto a la defensa del supuesto "derecho a la autodeterminación" de los catalanes "y las demás naciones que tiene el Estado". De hecho, sólo dedicaba cinco líneas a este asunto de las más de 3.000 de extensión que tenía su programa.
Es más, con razón ha defendido Iglesias tras el fracaso de la negociación con Pedro Sánchez que el uso por parte del socialista de "las diferencias insalvables en el asunto catalán" es un argumento falso: fue una de las primeras renuncias de Podemos, vía mensaje y antes de reunirse siquiera, como informó este diario.
Pero aun así, en Podemos no han visto razón que les haga cambiar de postura respecto a la celebración del 12 de octubre. Iglesias no acudirá ni al desfile de las Fuerzas Armadas ni la posterior recepción del Rey Felipe VI en el Palacio Real. En su lugar acudirá Gloria Elizo, secretaria de Regeneración democrática de la formación, y que ya acudió el año pasado al besamanos, acompañada entonces de Juan Antonio Delgado, diputado de Podemos y Guardia Civil.
Errejón tampoco
Allí en palacio se encontrarán con Marta Higueras, Rita Maestre y Pablo Gómez Perpinyà, que representarán a la otra formación de implantación nacional a la izquierda del PSOE, Más País. Porque el líder del nuevo partido, Íñigo Errejón, también ha decidido ausentarse de las celebraciones oficiales, tal como confirmaron a este periódico sus colaboradores más cercanos.
La representación es de alto nivel, más allá de que falte el candidato. Son la número 2 al Congreso en las generales del 10 de noviembre y los portavoces del partido en el Ayuntamiento y la Asamblea de Madrid. "Van los representantes institucionales del partido", explicaron las citadas fuentes, "Íñigo no tiene cargo institucional ahora mismo y sí mucho trabajo".
Cuando Errejón todavía no había dado la espantada y aún era el cabeza de lista de Podemos para las elecciones autonómicas del 26-M, ya confirmó a este periódico su intención de recuperar los símbolos nacionales: "Lo veo en Francia y me da envidia", dijo. Un portavoz oficial de su candidatura confirmó que el plan nunca sería como el de Pedro Sánchez, que "un día sacó un banderón y nunca más se supo". Su idea era caminar de una manera más progresiva y discreto, para ir conquistando ese espacio. Porque como ya sostenía el propio Errejón, "lo irresponsable es ceder las banderas y símbolos de pertenencia a los reaccionarios".
Lo cierto es que la repetición electoral sobrevenida, la sobredosis de España en esta campaña, además de lo precipitado del salto de Más Madrid a Más País, ha pillado al candidato con el pie cambiado... y luchando por abrirse hueco en la izquierda "y contra la abstención para asegurar un Gobierno progresista". Por ahora toca otro marco ganador, como él dice...