Asumida la exhumación de su abuelo, los nietos de Francisco Franco no quieren estrechar la mano de los miembros del Gobierno cuando llegue el momento. Así se lo han hecho saber a Moncloa. Según ha confirmado este diario de ambas partes, está previsto que unos y otros eviten los saludos protocolarios en el interior de la Basílica.
[Así será la exhumación de Franco: preguntas y respuestas]
El militar africanista será desenterrado este jueves a las 10:30. Los socialistas prevén que el trabajo de los operarios durará entre una y tres horas. Al interior del templo, accederá una veintena de parientes de Franco, los encargados de los trabajos y algunos representantes del poder Ejecutivo, siendo Dolores Delgado, ministra de Justicia, la máxima autoridad.
"¿Para qué vamos a crear tensión con ese momento incómodo? Es cierto, les hemos transmitido nuestro deseo de que no haya los típicos apretones de manos", relata a este diario uno de los nietos del dictador. Según insiste esta fuente, el protagonismo concreto de Dolores Delgado ha exasperado a los Franco.
"Mantuvo una relación con el juez Garzón, el señor que más ha hecho contra los colaboradores del régimen de nuestro abuelo", han comentado en las últimas reuniones familiares. Con esas palabras hacen referencia a aquellos audios que situaban a la ministra en reuniones informales junto a Baltasar Garzón y el comisario Villarejo.
-Y si el ministro presente en la exhumación fuera otro, ¿habrían exigido esa condición?
-Probablemente no lo habríamos hecho.
Como puede testarse, los Franco no han olvidado que Garzón, durante su etapa como juez de la Audiencia Nacional, impulsara una causa contra los crímenes de la dictadura. "¡Persiguieron al padre de Luis Felipe, nuestro albacea testamentario!", incide un miembro de la familia.
El papel de Utrera Molina
Luis Felipe Utrera Molina es el abogado de los Franco, máximo interlocutor en la mayoría de las conversaciones con el Ejecutivo. Su padre, José, fue secretario general del movimiento, vicepresidente y ministro -en varias ocasiones- del régimen. Falleció en 2017 a los 91 años.
Cuando una jueza italiana exigió su detención por la causa que intentó lanzar Garzón, el exministro culpó al que fuera magistrado de la Audiencia de haber movido los hilos en la sombra.
Una vez dentro de la Basílica -sólo tendrán acceso la familia, los operarios y los representantes de Moncloa-, el Gobierno levantará una carpa sobre la sepultura del general. En el interior, estarán dos nietos, los trabajadores... y la ministra. "Somos gente cordial y educada, pero lo hemos pedido porque no procede ese saludo".
La tensión continuará durante el viaje en helicóptero -será en coche si las condiciones meteorológicas lo impiden-. La ministra coincidirá en el autogiro con el mayor de los nietos, Francis Franco.
"Profanan la tumba y expropian el cadáver"
La familia Franco siempre tuvo la esperanza de que el poder judicial detuviera el desentierro, pero todos los tribunales han ido desestimando sus recursos. En última instancia, esperaban que los convenios de inviolabilidad entre la Iglesia y el Estado anularan la exhumación. Pero tampoco.
"Van a monopolizar la foto. Sólo saldrá lo que ellos quieren. ¿No era esta la era de la libertad y de la transparencia? Profanan la tumba y expropian el cadáver", reseñan los nietos del general. En la explanada del Valle, para capturar la salida del féretro a hombros de la familia, sólo estarán las cámaras de Efe y Televisión Española.
El Gobierno todavía no ha oficializado cuándo volverá a abrir el Valle de los Caídos, pero probablemente sea el próximo martes. Allí, junto al altar, sólo estará José Antonio Primo de Rivera. Los socialistas ya han aclarado que pretenden mover al fundador de Falange para anular su condición de preeminencia, pero "nunca" lo sacarán de la Basílica: "Él sí es un caído".