Chen, el chino que hizo de su bar un santuario dedicado a Franco: "Yo sé lo que es el comunismo"
En el Oliva, en el barrio madrileño de Usera, figuran banderas con el águila de San Juan, fotos del dictador y carteles que alaban al régimen.
3 noviembre, 2019 02:16Noticias relacionadas
El mayor admirador de Francisco Franco en el barrio de Usera (Madrid) es un hostelero asiático. Parece broma, pero no. Chen Xiangwei vive al sur del Manzanares y ha pasado a ser conocido como el "chino facha". Tal es su admiración por el dictador que, más allá de haber llamado Franco a su hijo y convertir su bar en santuario, el pasado día 24 se presentó en el cementerio de El Pardo con una corona de flores para el militar exhumado.
Así explica, en conversación con este periódico, su mesiánica fascinación: "Llegué de un país comunista en el que, pese al siglo XXI, la gente no puede habar. ¡Tampoco hay medios de comunicación!". "En China, vivimos como perros a costa de cuatro hijos de puta poderosos. Yo sé lo que es el comunismo, vosotros no lo habéis visto", resume.
Chen Xiangwei no duda en saludar brazo en alto y gritar: "¡Viva Franco!". Así lo hizo en varias ocasiones el día del desentierro. Regala a sus clientes calendarios con la imagen del dictador y asegura haber leído con fascinación libros acerca de su figura.
Este hostelero llegó a España hace más de quince años y, desde entonces, siempre se ha dedicado a los bares. Fue su clientela más anciana la que le habló de Franco: "Señores de ochenta y noventa años". Tal y como reconoce, “le contaron miles de anécdotas”. Aquello empujó a Chen a abrir, hace nueve años en el madrileño barrio de Usera, un santuario dedicado al Caudillo: el bar Oliva.
El local, situado en un lugar estratégico por la afluencia de camiones, recibe a diario a mucha gente. Es reconocible desde lejos por dos banderas de España y las franjas rojigualdas que adornan la fachada. Sus clientes habituales van a tomar café y a desayunar; no son muchos los que comen, aunque admiten que Chen no cocina mal. Ofrece comida española, aprendieron a hacerla desde que llegaron al país. Con cada caña, se sirve una pequeña tapa de queso manchego o de jamón ibérico. “Ellos -Chen y su familia- tienen la cultura de adaptarse al país adonde vienen”, explica uno de los parroquianos. Este hombre, que está jubilado, acude al bar a diario desde hace cuatro o cinco años, cuando se jubiló.
"Venimos por los símbolos"
Añade que es un bar "con mucha clientela". Los findes, la terraza está llena, y esta misma semana han contratado a un chico para ayudar en la barra. Si el bar por fuera llama la atención, por dentro no deja indiferente a nadie. La imagen de Franco se observa en muchas de las botellas de vino que tienen en las baldas, además de insignias de la Guardia Civil y Policía Nacional.
También se pueden ver diferentes cuadros que exaltan el franquismo, además de la bandera del águila y la de Falange, algo que no molesta a los consumidores. Muchos explican que “les hace gracia” que exista una pareja de chinos que adore al franquismo, y que el ambiente que ese local genera "es uno de los motivos por los que van".
“Aquí viene gente patriota preocupada por cómo los socialistas están destruyendo este país”, afirma uno de los clientes, que dice ser militante activo de VOX. La exhumación de Franco ha tenido cierto impacto en el bar, su dueño ha sido objeto de muchas entrevistas y hay hasta turistas que quieren visitar este establecimiento por la expectación generada. Sin embargo, el hecho de acudir no es objeto de polémica, nadie ha recibido amenazas y es un sitio al que vienen -según explican algunos de los allí presentes- diferentes diputados de VOX.
La Ley de Memoria Histórica, “una barrabasada satánica”
Respecto a la bandera con el águila de San Juan, que en España es ilegal, muchos se ríen y dicen que es parte de la Historia, mientras que otros creen que Chen no sabe que es ilegal. Sin embargo, nadie dice nada. No molesta. También reconocen que "si el bar no tuviese esos detalles no irían". En una de las paredes se puede observar que han acudido los nietos del dictador, como por ejemplo Carmen Martínez-Bordiú, con quien Chen comparte foto y retrato.
Todos los clientes, que hablan pero no quieren que se conozca su identidad, "culpan al PSOE y al PP" de la situación que vive el país. Uno de ellos llega a tildar de “barrabasada satánica” la exhumación y la Ley de Memoria Histórica. Creen que la izquierda “comunista” genera división de forma intencionada para sacar rédito electoral. Al PP le acusan de no cumplir con cuestiones fundamentales como la Ley del Aborto, la derogación de las Comunidades Autónomas, o la ideología de género.
Otro de los clientes dice que la ideología de género provoca “la muerte civil de los hombres” y niega que en la dictadura no hubiera libertad: “Con Franco lo que no había era libertad comunista”. Por eso en estas elecciones él votará a VOX y quiere que todo el mundo haga lo mismo para que consiga la mayoría absoluta y se vuelva a 1977, año en el que se aprobó la Ley para la Reforma Política y se pueda ilegalizar al PSOE y al sindicato UGT: "Así España volverá a ser un país en el que impere el orden, la disciplina y la ley".