El último estudio del CIS ha vuelto a sublevar a los expertos demoscópicos. Algunos de ellos, en conversación con este diario, piden la dimisión de José Félix Tezanos, su director. El barómetro recién publicado se nutrió de datos recopilados... justo antes de las elecciones. El ente público realizó entrevistas hasta dos días antes de las generales. Aun así, sus conclusiones han colocado a PP y Vox muy por debajo de los sufragios que finalmente consiguieron.
Los de Pablo Casado, según el CIS, cosechaban un 13,7% frente al 20,8% que acabaron obteniendo. Tezanos situó a Santiago Abascal en el 8,1%, muy lejos del 13,7%. Sí acertó en las cifras del PSOE y el derrumbamiento de Ciudadanos, aunque colocó a Unidas Podemos tres puntos por debajo de su 12,8% final.
En cualquier caso, resulta "marciano" -coinciden en el adjetivo el presidente de GAD3, Narciso Michavila; y el director de SocioMétrica, Gonzalo Adán- que el CIS lance un barómetro de tales características después de las elecciones generales... "¡con datos recogidos justo antes de que se celebraran!". "Jamás había sucedido algo así", resumen estos dos analistas.
Michavila lo define como "otra vuelta de tuerca". Señala la "frecuencia mensual" implantada por Tezanos y apunta a este último ejercicio como el "resumen perfecto" del "manual de manipulación demoscópica" que ha venido escribiendo el histórico socialista.
El presidente de GAD3 asevera que los sucesivos gobiernos -de uno y otro color- habían "ido mejorando la transparencia" del CIS, algo que ha "destrozado" Tezanos: "Está haciendo cosas hasta ahora inéditas".
Gonzalo Adán, de SocioMétrica, insiste en que este último estudio es "otro motivo de dimisión": "No hay por dónde cogerlo. No tiene sentido. Debería irse". Este analista, colaborador de EL ESPAÑOL, califica la actuación de Tezanos al frente del CIS como "la ceremonia de la ocultación".
Ambos expertos señalan la importancia de las fechas indicadas por la ficha técnica del estudio. Los datos fueron recopilados en dos oleadas: 28 de octubre al 3 de noviembre y 3 de noviembre al 4 de ese mismo mes. Por tanto, el PSOE dispuso en campaña de datos que no conocían sus competidores.
Michavila aduce, por ejemplo, que Sánchez "cambió su postura sobre Cataluña en el debate electoral probablemente por los números que había conocido del CIS". Y, además, añade: "El PSOE pudo seguir empleando estos datos hasta el último día de campaña".
Adán, por último, concluye sobre los estudios de Tezanos: "No sólo ahora... El CIS ha venido manipulando los datos de forma torticera. Y eso es intolerable. Lo están pagando todos los españoles".