La plaza del 1-O de Gerona se resiste a olvidar su nombre original. Al menos durante este viernes 6 de diciembre, cuando se han cumplido 41 años de la promulgación de la Constitución española de 1978.
El lugar, situado en una zona muy céntrica de la ciudad catalana, al lado de una de las arterias principales, la Gran Vía de Jaume I, era antes conocido como la plaza de la Constitución. Precisamente desde que se convirtió en uno de los enclaves favoritos para las protestas independentistas, el Ayuntamiento, gobernado por JxCat, aprobó cambiar su nombre. El fin no era otro que “homenajear a los catalanes” que participaron en el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
Pero este viernes en la plaza se congregaron otros catalanes. Más de doscientos. Y también con ganas de homenajear. En el día en el que la Carta Magna cumple años, Societat Civil Catalana (SCC) organizó un acto en el que, además hablar de democracia, libertad y convivencia, se repartieron ejemplares bilingües de la Constitución.
Repartiendo la Constitución
“Me los quitan de las manos”, cuenta a EL ESPAÑOL la periodista Anna Grau, una de las asistentes a esta jornada festiva. “Me sentía como si regalara peladillas”, describe, mientras una “oleada de entusiasmo” invadía la plaza. “Es como cuando te pones a mediodía en plaza Cataluña de Barcelona a repartir migas a las palomas”, compara.
“A duras penas he salvado uno de recuerdo”. Y para prueba, selfie en Twitter.
“El miedo se ha transmutado en orgullo”. Una jornada, en suma, “emocionante”, aunque con intento de boicot por parte de los CDR. “Los indepes se han apropiado de esta plaza y se piensan que sólo ellos pueden manifestarse ahí”, se queja Grau, nacida en Gerona. Es más, existe un informe policial, se sorprende Grau, que desaconseja a los constitucionalistas protestar en este lugar, sobre todo después de la sentencia condenatoria del procés. “Como si el Tribunal Supremo fuera un problema de orden público”, ironiza la escritora.
Gerona es con diferencia, según confirman últimos procesos electorales, la provincia más independentista de Cataluña. Pero SCC insistió y finalmente la petición se aceptó. Eso sí, con un amplio dispositivo policial. “Furgonetas policiales, un helicóptero, ambulancias, todo el perímetro cortado a través de varias calles, tanto Mossos como Policía Nacional con equipo antidisturbios”, relata Grau, y añade: “Muy astutamente nos han puesto al lado del edificio de la Subdelegación del Gobierno, que se encuentra a tan solo unos pasos y tiene mucha protección de la Policía Nacional”.
A pesar de ese esfuerzo, un grupo de encapuchados intentó reventar el acto. Sin éxito. Los Mossos d’Esquadra tuvieron que cargar contra los radicales, que movieron las vallas que separaban su movilización y la concentración de SCC. “No se han podido ni acercar porque el dispositivo policial era impresionante. Sólo les oía gritar de lejos”. Finalizado el acto, los asistentes se acercaron para dar las gracias a los agentes. “La Policía Nacional, emocionada”.
Taladradoras contra la Constitución
Cuando hace dos años salió adelante la moción para rebautizar la plaza con el apellido “1 de octubre de 2017”, el consistorio gerundense encargó a dos operarios borrar las letras plaça Constitució escritas en el suelo. A golpe de taladradora. El espacio se recubrió con cemento, para que no quedara ni rastro de la Ley Fundamental.
Este 6-D, sin embargo, volvieron a aparecer las letras, esta vez en castellano, en un ejercicio democrático que Grau define como un “deporte de aventura”. “Como periodista me he hinchado a cubrir actos de homenaje a la Constitución, que solían ser un rollo, y mira por dónde ha acabado siendo un deporte de aventura”.
En el acto, además de Grau, intervino el presidente de SCC, Fernando Sánchez Costa; la presidenta de SCC en Gerona, Elda Mata. También se acercó el diputado de Cs en el Parlament y portavoz del partido en Gerona, Jean Castel.