Muy pocos en Ciudadanos dudan de que la nueva líder de la formación naranja será Inés Arrimadas. Las probabilidades de que un miembro crítico del partido logre sumar apoyos suficientes para derrotar a la favorita y a su Ejecutiva durante las primarias que se celebrarán el próximo 8 de marzo se consideran insignificantes, además de un suicidio que probablemente conduciría a la desaparición del partido como tal. Pero a lo que no renuncian los críticos es a un modelo de partido sensiblemente diferente al que plantea el oficialismo.
"Se están tergiversando nuestras propuestas para que parezcan lo que no son. No queremos derrocar a Arrimadas, sino que la nueva líder sea consciente del malestar en el partido y acepte un reparto del poder más equilibrado" dicen los críticos. "No es el momento de plantear enmiendas a la totalidad. Los críticos actuaron como herramientas de aquéllos que quisieron acabar con el partido en 2019 y pavimentaron el camino para el desastre electoral de noviembre", dicen los oficialistas.
Pero, ¿quién es quién a día de hoy en el partido, a quién ha prometido lealtad y qué pretende en realidad?
1. Inés Arrimadas
Es la sucesora natural de Albert Rivera, la líder oficiosa del partido y el único alto cargo de la formación que sabe lo que es ganar unas elecciones, con el añadido de haberlo hecho además en una de las plazas más difíciles de toda España para un partido constitucionalista, la Cataluña nacionalista. La unanimidad en torno a su figura es casi total: si existe a día de hoy alguien en Ciudadanos capaz de ganar algún día unas elecciones generales, ésa es Inés Arrimadas.
Ni siquiera los críticos ponen en duda que la líder del partido deba ser ella, al menos a corto y medio plazo. Pero sí critican un modelo de partido que, en su opinión, conduce a un hiperliderazgo muy similar al ejercido por Albert Rivera en su momento. Según los críticos, el nuevo modelo de partido, muy similar al de Rivera, arrincona a los militantes y veta el debate interno.
De acuerdo a los afines a Arrimadas, la batalla por el modelo de partido es sólo la excusa de unos críticos a los que se acusa de actuar como caballo de Troya del PSOE en su objetivo de destruir a Ciudadanos. Un caballo de Troya al que atribuyen buena parte de la culpa en los desastrosos resultados electorales del 10 de noviembre de 2019.
El hecho de que una buena parte de los críticos haya aprovechado el posible pacto con el PP en Cataluña y el País Vasco para cargar contra Arrimadas acusándola de alejarse del vector socialdemócrata del partido parece darle a los oficialistas la razón en este punto. Porque si existe una verdad incuestionable en la política española es la de que Pedro Sánchez y el PSC siempre prefirieron pactar con Podemos y los nacionalistas. La insistencia de los críticos en la vía muerta de un hipotético pacto con el PSOE es la principal arma de Arrimadas y la principal flaqueza de sus adversarios.
2. Francisco Igea
El vicepresidente de la Junta de Castilla y León es el líder del sector crítico, aunque de momento no parece dispuesto a presentarse a las primarias del partido. "Lo acabará haciendo", dicen los oficialistas. "No lo hará", dicen los críticos. La presentación este viernes por parte de Igea de un programa para el partido que va más allá de una mera modificación de los estatutos parece indicar, sin embargo, que sí se acabará presentando.
Ambos, oficialistas y críticos, coinciden sin embargo en algo: la hiperactividad mediática de Igea está siendo utilizada por las televisiones y los medios del socialismo, como La Sexta, El País, Público, eldiario.es o El Plural, para acabar de destruir a Ciudadanos presentándolo como un partido en descomposición inmerso en batallas internas incomprensibles.
"Igea está actuando a la desesperada por miedo. El caos de las primarias, muy mal gestionado por José Manuel Villegas en su momento, le acabó pasando factura. Se le dijo que no tenía futuro en el partido y por eso actúa ahora como actúa", dicen fuentes del partido naranja. Los cercanos a Igea, sin embargo, insisten en que su único objetivo es una modificación de los estatutos del partido que lo abran "a la militancia y a una mayor democracia interna".
"No es cierto que queramos un partido con baronías al estilo del PSOE o el PP. ¿O es que acaso no hay ahora barones? ¿Y entonces, qué son Juan Marín, Ignacio Aguado o el mismo Francisco Igea?", dicen otras fuentes cercanas a Igea. "Si el oficialismo fuera inteligente y no soberbio diría 'estamos en situación de emergencia nacional, ¿quieres modificar esto de los estatutos?, estupendo, lo asumo como mío, fin del debate'", añaden.
3. Luis Garicano
Fue el cabecilla, junto a Toni Roldán, del sector más crítico con la estrategia dictada por Albert Rivera durante 2019 y es ahora el líder del grupo parlamentario de Ciudadanos en el Parlamento Europeo. Pero, aunque alejado geográficamente de la batalla por el control del partido, las afinidades de Garicano son meridianamente obvias para muchos dentro de Ciudadanos.
"Es el pomelo del partido: naranja por fuera, rojo por dentro", dicen en la formación. "Ha frenado en distintas ocasiones varias iniciativas en contra de los nacionalistas. Digamos que más allá de la retórica, su posición no es muy diferente a la del PSC. Y el cariño con el que le tratan en El País es la prueba de que el PSOE le considera una buena arma contra Inés Arrimadas".
Algunos en Ciudadanos llegan, de hecho, a acusar a Garicano de ser la principal fuente de las filtraciones que publica El País. "Ese filtrador ha sido tradicionalmente Toni Roldán por afinidades personales con alguno de sus periodistas, pero ahora también lo es Garicano", afirman.
"Garicano le ha prometido lealtad en reiteradas ocasiones a Inés Arrimadas, aunque también se le ha visto menospreciarla en público", dicen fuentes del partido naranja. "Digamos que considera que la inteligencia política de Arrimadas no está a la altura de la suya. A pesar de ello, Garicano no alberga la más mínima duda de que Arrimadas contará con él en el futuro. ¿Si es afín a Igea? Si Igea tuviera la más mínima posibilidad de triunfar contra Arrimadas, Garicano estaría con él. Pero no cree que la tenga".
4. José Manuel Villegas
Fue uno de los más fieles escuderos de Albert Rivera y ahora es el secretario general de la Comisión Gestora de Ciudadanos. Como tal, ha sido uno de los principales diques de contención del sector crítico: "Si el señor Igea tiene un modelo de partido más allá de criticar en los medios de comunicación, a lo mejor sería bueno que hiciera algo constructivo, como hacer una propuesta en positivo, y presentarse con eso a unas votaciones", dijo hace poco más de una semana.
Villegas forma parte del grupo de afines a Rivera que anunció su salida de la dirección, y del partido, tras la dimisión de éste. Aunque no está claro todavía si Villegas abandonará la política por completo o sólo la primera línea de batalla, parece claro que no formará parte del equipo que dirigirá Ciudadanos a partir de marzo. Lo cual no quiere decir, ni por asomo, que Villegas se haya desentendido del futuro de la formación. Si alguien está trabajando para que Arrimadas cuente con un partido cohesionado y sin flecos sueltos internos de cara al futuro, ése es un Villegas muy atacado por el sector crítico.
5. Jordi Cañas
No puede decirse que Jordi Cañas, actualmente eurodiputado naranja en el Parlamento Europeo, juegue un papel relevante en la batalla entre oficialistas y críticos. Pero su ascendencia sobre buena parte de los militantes y votantes de Ciudadanos es tal que su nombre ha sonado repetidamente como posible líder de un hipotético Cataluña Suma, junto a Alejandro Fernández del PP.
En realidad, Jordi Cañas, núcleo central del sector socialdemócrata pero también furibundamente antinacionalista del partido, se ha mostrado en privado contrario a la idea de sumar fuerzas con el PP. Y ese dato, conocido como es obvio por la cúpula de Ciudadanos, parece descartarle para el liderazgo de la plataforma. Cañas, además, no es arrimadista, aunque tampoco se le conocen simpatías por el sector crítico más allá de algunas discrepancias con decisiones puntuales del partido.
Cañas se mantiene voluntariamente al margen de la batalla entre Arrimadas e Igea y parece haber asumido que su papel en Ciudadanos puede tener una fecha de caducidad que no vaya mucho más allá de los cuatro años y medio que le quedan por delante como eurodiputado en el Parlamento Europeo. Pero Cañas tiene seguidores muy fieles y parece una locura prescindir de un activo como él.
6. Albert Rivera
Las afinidades de Rivera en la batalla por el futuro de Ciudadanos son obvias y no parece siquiera que sea necesario preguntar por ellas, pero el antiguo número uno del partido ha mantenido un estricto silencio al respecto, al menos por el momento. Todas las fuentes consultadas coinciden en afirmar que Albert Rivera está centrado al 100% en su nueva vida al margen de la política y en el lanzamiento de su libro Un ciudadano libre, que se publicará el próximo 31 de marzo y que será el tercero de su carrera, tras Juntos podemos (2014) y El cambio sensato (2015).
Las mismas fuentes, sin embargo, se niegan a apostar un solo euro en contra de la posibilidad de que Albert Rivera pueda sentir de nuevo la llamada de la política en el plazo de dos o tres años y volver al partido que abandonó el pasado mes de noviembre. "Pero sólo lo haría como salvador y en caso de que el proyecto de Inés Arrimadas fracasara. Si las cosas le van bien a ella, él se mantendrá por supuesto al margen".
7. Joan Mesquida
Podría ser uno de los tapados del núcleo duro del futuro Ciudadanos. Actualmente, Joan Mesquida, exdirector general de la Policía y la Guardia Civil por el PSOE entre 2006 y 2008, es portavoz del Comité Autonómico de Ciudadanos en Baleares, lo que le convierte en el líder del partido en las islas hasta las primarias y el congreso de mediados de marzo.
Algunas fuentes dentro del partido citan su nombre como candidato a la secretaría general con Arrimadas, lo que permite clasificarlo sin duda alguna en el sector oficialista. Mesquida siempre ha sido un cargo de confianza de Arrimadas y fue ella, de hecho, la que le rescató en diciembre, cuando él se estaba planteando su salida de la política, y lo convirtió en asesor del partido en el Congreso de los Diputados. Mesquida podría convertirse, en definitiva, en una pieza clave del futuro Ciudadanos.
8. Juan Marín
Juan Marín, barón andaluz de Ciudadanos, es sin duda alguna el más arrimadista de los arrimadistas. Marín es amigo personal de Arrimadas y enemigo acérrimo de Fran Hervías, del que se dice que a pesar de su amago de abandono en noviembre continúa muy activo en Andalucía, intentando ganarse a la militancia. "Está haciendo ruido y moviéndose, no se está quieto a pesar de no contar en absoluto con la confianza de Arrimadas", dicen de Hervías en el partido.
A pesar de esa cercanía, Marín confía en que el núcleo duro de Inés Arrimadas sea completamente distinto al que rodeó a Albert Rivera durante su última etapa en el partido. Aunque Igea explicó hace poco más de un mes que algunos en el partido le estaban animando a dar el paso de disputarle el liderazgo de Ciudadanos a Arrimadas y de que había tenido conversaciones con barones como Marín, no parece que esos contactos hayan ido más allá de alguna que otra reunión con gente del entorno del líder andaluz de Ciudadanos.
9. Juan Carlos Girauta
Juan Carlos Girauta es una rara avis en el ecosistema de Ciudadanos. Retirado de la política, Girauta no es afín a Arrimadas, pero tampoco a Igea. Su furiosa militancia antisocialista le coloca sin embargo en el bando de aquéllos que consideran los supuestos pactos con el PSOE como una fantasía voluntarista que obvia la evidencia de que el partido socialista de Pedro Sánchez no tiene ya nada que ver con el partido socialista de González, Guerra, Rubalcaba o incluso Borrell. Si Girauta, el electrón libre de Ciudadanos, tuviera un lema, ese sería "Rivera siempre tuvo razón".
10. Manuel Valls
La noticia de que Inés Arrimadas busca para una hipotética lista de Cataluña Suma a "referentes del socialismo constitucional" como imán de socialistas desencantados ha derivado en algunos sectores del partido en la idea de que esos "socialistas constitucionales" podrían ser personas del entorno de Manuel Valls. La hipótesis no pasa de momento de rumor sin mayor fundamento, pero la sola posibilidad de que algo así pudiera llegar a darse ha provocado cierto nerviosismo entre una parte del partido.
"Manuel Valls es uno de los fichajes más problemáticos de Albert Rivera, quizá el que más. Pero puede que lo que estén buscando es una nueva versión de lo de Valls sin Valls", dicen fuentes del partido.
"No existe un socialismo constitucional en Cataluña", añaden esas mismas fuentes. "Es un mito. El PSC es un partido nacionalista que prefiere pactar con un golpista que con Ciudadanos. ¿A qué votante estaríamos intentando captar? Y si el objetivo es fingir que somos un PSC ligeramente más leal a la Constitución que el PSC original, y dando por bueno que existan socialistas catalanes leales a la Constitución, algo que a la hora de la verdad se ha demostrado radicalmente falso, ¿para qué nos unimos entonces al PP?".
11. Otros
"La gestora es radicalmente contraria a Igea y ve también con malos ojos también a Luis Garicano", cuentan fuentes del partido. Manuel García Bofill es el presidente de la gestora de Ciudadanos y un conocido riverista. José María Espejo-Saavedra es otro riverista confeso del que se cuenta que una vez estuvo a punto de llegar a las manos con Igea. De la portavoz de la gestora, Melisa Rodríguez, tampoco se tienen dudas sobre su lealtad a Inés Arrimadas.
"Pero ojo, porque Igea tiene más apoyo del que parece", dicen fuentes internas. "Y no tanto por convencimiento como por venganza contra el anterior núcleo duro de Ciudadanos, fuertemente representado en la actual gestora del partido". Según esas fuentes, sólo hay que buscar los nombres de aquéllos que se vieron relegados por Rivera o que se sintieron menospreciados por el partido para dar con la base del apoyo a Igea.
"Arrimadas va a ganar claramente, pero no 1.000 a 1, como piensan algunos. Quizá sólo sea 900 a 1. Pero el descontento existe. Oficialmente, eso sí, todos la apoyan", dicen desde sectores cercanos a Igea. "El riverismo quiso ir a la guerra contra el sector crítico, Igea ha querido ir también al choque porque se siente amenazado, y ahora Arrimadas hereda las consecuencias de una guerra que no era suya, pero que ha acabado haciendo suya por razones totalmente lógicas".
"En el sector oficialista dan por sentado que habrá dimisiones tras la victoria de Arrimadas y que los medios socialistas se cebarán con ello, dándole páginas, entrevistas y visibilidad a los que con más saña ataquen a Ciudadanos" dicen con resignación en el partido. "Pero se aguantará el tirón y de él saldrá un partido más cohesionado y preparado para la verdadera batalla, que es la que hay que dar contra Sánchez, contra el populismo de extrema izquierda y contra el nacionalismo".