La ley de eutanasia vuelve al Congreso. Será la primera vez en tres años que lo haga sin unas elecciones generales a la vuelta de la esquina. En 2018 y 2019, el PSOE ya llevó esta propuesta a la Cámara, pero las urnas devolvieron el debate a la casilla de salida.
Este martes, se "tomará en consideración" gracias al bloque que sostiene el Gobierno -socialistas, Podemos y nacionalistas- y a Ciudadanos. En contra, votarán PP y Vox, que vinculan la eutanasia con "la eugenesia de los nazis". El abismo entre el Ejecutivo y la oposición -unido a la vehemencia de este argumento- augura una discusión acalorada.
A partir de ahí, el texto -escrito en Ferraz- viajará a la Comisión de Sanidad, al Senado y, de nuevo, al Congreso. Un camino que, hasta ahora, siempre se había visto torpedeado por el clima electoral que encorsetaba el país.
En caso de prosperar, la nueva norma instauraría el "derecho a la eutanasia" para aquellos que sufran enfermedades que repercutan en su "autonomía física, capacidad de expresión"... y "lleven asociadas un sufrimiento físico o psíquico constante e intolerable". A esto debe unirse la "seguridad" de que esa dolencia "persistirá en el tiempo sin posibilidad de curación o mejoría apreciable".
La decisión del paciente, "capaz y consciente en el momento de la solicitud", debería ser "autónoma" y tras haber recibido la información correspondiente. El Gobierno prevé un plazo máximo de un mes desde la petición hasta la consumación de la eutanasia. Además, intervendrían un médico distinto al titular y una Comisión de Evaluación y Control -ésta referida a los posibles recursos y discusiones-. Los profesionales sanitarios podrían declararse objetores de conciencia para no tomar parte.
"Los nazis fueron los primeros"
En el Partido Popular, la consigna es clara: “No”. Todos sus diputados votarán contra la ley de eutanasia que propone el PSOE con el apoyo de Podemos, Ciudadanos y las formaciones nacionalistas. Génova asegura que, a este respecto, “no existe la división interna”.
Las fuentes del PP consultadas por este diario hablan del “histerismo de la izquierda” y no consideran que haya una “necesidad social” que llame a la eutanasia. Recalcan que su “no” será “propositivo”: “Hemos registrado una ley de cuidados paliativos. Si todo el mundo tiene acceso a ellos, nadie estará en esa tesitura”.
A juicio del PP, la filosofía que “subyace” en la ley del PSOE está relacionada con la “eugenesia”: “El Estado del Bienestar debe proteger al débil, y no invitarle a que se vaya. ¿Sabes quiénes fueron los primeros en aplicar la eutanasia? Los nazis y la URSS, los regímenes totalitarios”.
“En el Benelux hemos visto cómo la aprobación de estas leyes incentiva la utilización de la eutanasia. No queremos eso para España. ¿Qué mensaje estaríamos mandando a la población? ¿Que hay que librarse del débil porque el tratamiento es caro y hay que pagar su pensión?”, reitera un portavoz del PP.
Los populares dicen “ir de la mano” con las “asociaciones médicas más importantes” y “esperan encontrar un consenso para aprobar” su ley de cuidados paliativos.
Estos argumentos son muy similares a los que vertió Vox en el Congreso durante el último debate referido a esta cuestión. Lourdes Méndez Monasterio, diputada de la ultra derecha, aseveró: "El PSOE apela a las mismas razones que el III Reich".
"Lo que hace el PSOE es poner toda la maquinaria del Estado al servicio de la muerte. Si son razones de humanidad, habrían traído una ley de cuidados paliativos", concluyó esta parlamentaria. Una prueba de la consonancia que une a PP y Vox en torno a la eutanasia.
Ciudadanos comenzó su andadura en contra de esta ley. Se posicionaba, como el PP y Vox, a favor de aprobar con urgencia una norma de cuidados paliativos aunque, a diferencia de ellos, sí se abría, al final del camino, a negociar la eutanasia. A día de hoy, no condiciona lo primero a lo segundo. Arrimadas sigue insistiendo en los cuidados paliativos, pero ya ha aclarado que votarán a favor del proyecto socialista.
Las diferencias entre PSOE y Podemos
En el bloque del "sí" también existen algunas divergencias, la mayoría relacionadas con las Comisiones de Control que se establecerían en caso de aprobarse la ley. El PSOE -partido redactor- y el PNV las consideran imprescindibles para "dotar de garantías al proceso".
Podemos y, por ejemplo, Esquerra Republicana las perciben como un palo en la rueda. ¿Por qué? Estos órganos -así se especifica en el texto- tendrían que ver con las Comunidades Autónomas. Muchas de ellas -así ha quedado de manifiesto con el pin parental- están gobernadas por organizaciones contrarias a la eutanasia.
Los de Iglesias y Rufián temen que esas Comisiones puedan convertirse en una especie de freno y, por ende, en un torpedo contra las garantías de la ley. Todavía queda mucho camino legislativo por recorrer y el texto original, una vez se negocie, podría albergar cambios.