La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ha convocado en la tarde de este lunes el pleno en el que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, comparecerá para dar cuenta a la Cámara el Real Decreto por el que se impuso el estado de alarma. La convocatoria del pleno es ordinaria, sin ninguna restricción oficial a la presencia de ningún diputado, lo cual no casa precisamente con gran parte de las medidas que entraron en vigor en la medianoche del pasado sábado al domingo.
Ni el aislamiento social, ni la distancia de seguridad, ni tampoco -en este caso, por razones obvias- las restricciones a la movilidad de los representantes públicos.
Este periódico ha podido conocer la inquietud en el seno de los grupos políticos, que no sabían cómo organizarse para una comparecencia en la que Sánchez se explicará ante la Cámara, pero en la que no está prevista votación alguna, pues no hace falta constitucionalmente. Pero este pleno sí sentará un precedente a la hora de convocar el que deberá decidir si se extiende el estado de alarma y por cuánto tiempo. Esta vez sí con votación y ajustada a las normas previstas para los plenos de totalidad.
Según ha podio saber este periódico en fuentes parlamentarias, a última hora de la tarde se cerró una negociación en la Mesa del Congreso, a propósito de los cupos que corresponderían a cada grupo. Finalmente, se pactó un cupo del 5% de los diputados de cada grupo. Así, el PSOE llevará a seis más el presidente Sánchez; el PP a cinco; en el caso de Vox serán tres y en el de Unidas Podemos, dos. El resto, de ERC y Ciudadanos para abajo, un máximo de un parlamentario.
Fuentes del Congreso de los Diputados explican a EL ESPAÑOL que para este pleno "sólo van a tener obligación de estar presentes los y las portavoces que vayan a intervenir". Y remiten a los grupos parlamentarios para los detalles de qué diputados de cada formación acudirán.
Acuerdo de cupos
Consultados los grupos parlamentarios, en el Socialista las labores de intendencia han sido encomendadas a Rafael Simancas, portavoz adjunto, que en la tarde de este lunes averigua qué diputados se encuentran en Madrid ciudad y presentan condiciones sanitarias adecuadas para desplazarse.
Finalmente, fuentes parlamentarias del PSOE confirmaron que asistirán Adriana Lastra, el propio Simancas, Isaura Leal, Zaida Cantera, Daniel Viondi y Omar Anguita. Hay que recordar que la portavoz y número dos del PSOE, la vicesecretaria general Lastra comunicó el pasado viernes 13 de marzo que entraba en cuarentena por haber estado en contacto "en los últimos días con un colaborador que ha dado positivo en covid-19". Las mismas fuentes confirman que "ya ha pasado el periodo de cuarentena voluntaria, y sin síntomas". Y que éste es el protocolo del congreso.
Fuentes parlamentarias de Unidas Podemos confirmaron a EL ESPAÑOL que "al pleno del miércoles irán Pablo Echenique y Enrique Santiago", el portavoz del Grupo Confederal y uno de sus adjuntos, además de líder del PCE, respectivamente.
Desde el Grupo Popular confirmaron a este diario que al pleno acudirán cinco parlamentarios: Pablo Casado, Teodoro García Egea, Cayetana Álvarez de Toledo, Guillermo Mariscal y Pablo Hispan. Una selección del presidente popular que guarda los equilibrios: dos de sus aliados en Génova y dos de sus personas fuertes en el Grupo Parlamentario. En la Mesa, por otro lado, estará Adolfo Suárez Illana.
Otros líderes en cuarentena
El Grupo Parlamentario de Vox aún no había tomado una decisión respecto a sus tres representantes a última hora de este lunes. También su presidente, Santiago Abascal, está en cuarentena, tras herb tenido un evidente contacto estrecho con Javier Ortega Smith, quien cayó enfermo a los pocos días de la celebración de la III Asamblea de la formación, el pasado día 8 en Visatalegre.
Por su parte, del Grupo Parlamentario de ERC, sólo acudirá el líder del mismo, Gabriel Rufián. En Ciudadanos aún se está valorando la decisión. En todo caso, de los 10 diputados con que cuenta la formación liberal, su presidenta, Inés Arrimadas, se encuentra en avanzado estado de gestación y su mano derecha, Edmundo Bal, está en cuarentena desde el pasado sábado, tras sufrir los síntomas del Covid-19.
Fuentes internas del partido indicaban a EL ESPAÑOL que es "altamente improbable" que Arrimadas acuda al Congreso. Es más, la presidenta naranja ha propuso al presidente del Gobierno, en su conversación por viodeconferencia de este lunes, que el pleno de este miércoles se celebre "de manera telemática".
Arrimadas quiere que los políticos "den ejemplo a la ciudadanía", a la que se le está pidiendo confinarse en sus casas y teletrabajar, "evitar riesgos innecesarios para los trabajadores del Congreso, que son muchos hasta en una sesión con sólo unos pocos portavoces".
La Mesa disminuida
Asimismo, las fuentes de la Cámara indican que "de la Mesa del Congreso estarán presentes como mínimo la presidenta, un o una vicepresidenta y un o una secretaria". Con todo, tras consultar con los diferentes grupos parlamentarios, este periódico puede afirmar que pese a llamarse pleno, éste no será concurrido.
Las formaciones políticas quieren dar ejemplo y prefieren que vayan esencialmente los portavoces de cada Grupo, ya que, según el reglamento de la Cámara "el presidente debe dar su discurso de viva voz y las réplicas de los portavoces también han de ser presenciales". Es decir que, citando las mismas fuentes, "obligatoriamente deben ir los que tengan voz y los demás parlamentarios, no" porque de hecho no se vota nada.
Además, el Ejecutivo tendría asegurada la convalidación de las medidas impuestas por el estado de alarma, dados los mensajes públicos emitidos por los líderes de los diferentes partidos. Ni siquiera el PNV, cuyo lehendakari en el País Vasco ha mostrado reparos se ha opuesto frontalmente al decreto.
La renovación, ¿presencial?
Sólo Quim Torra, presidente de la Generalitat se ha mostrado abiertamente beligerante. Lo que podría hacer pensar que su grupo político, JxCat, pudiera no apoyar la extensión del estado de alarma.
Ese pleno, que se convocará antes de que se cumpla el plazo de dos semanas vigente hasta el 30 de marzo, sí precisará de votación y la prolongación más que probable de las medidas extraordinarias precisará de una mayoría del hemiciclo, pero aún no se sabe cómo se organizará esa sesión en pleno pico de contagios.
Los grupos todavía no saben qué decisión se arbitrará para este caso, ya que constitucionalmente, el Real Decreto exige de ese pleno para seguir vigente, con o sin enmiendas de los grupos. Y el reglamento del Congreso no contempla una situación de bloqueo como ésta para renovar el estado de alarma.
La Diputación Permanente podría imaginarse como una solución, dado que es menos numerosa, pero la Carta Magna sólo contempla -en su artículo 116- que, en los estados de alarma, excepción o sitio, asuma los poderes del Congreso en el caso de que la Cámara se haya "disuelto o expirado su mandato".
Y el Reglamento del Congerso, en su artículo 162, es taxativo sobre el debate de renovación: "Tendrá lugar en el Pleno y se iniciará con la exposición por un miembro del Gobierno de las razones que justifican la solicitud de prórroga del estado de alarma y se ajustará a las normas previstas para los de totalidad". Las negociaciones para este caso excepcional no han hecho más que empezar.