Ni los rebrotes de Covid-19, ni los reveses judiciales, ni la inhabilitación de Quim Torra impedirán que el nacionalismo catalán vuelva a la carga este otoño como si 2020 fuera 2017, el procés siguiera vivo y la independencia estuviera al alcance de su mano. La moral de victoria es menor, pero el discurso será el de siempre.
El calendario nacionalista para este otoño es extenuante. A la previsible convocatoria de elecciones autonómicas para octubre se sumará una campaña electoral a cara de perro, una Diada doble –virtual y presencial– y una agenda judicial que incluye la inhabilitación de Quim Torra y el fin de los beneficios penitenciarios para los presos del procés.
Estos son los hitos clave de un otoño con el que el nacionalismo pretende sentar las bases de su relación futura con el Gobierno de PSOE/Podemos y que podría traer, por primera vez en democracia, una victoria de ERC en unas elecciones autonómicas:
1. Elecciones autonómicas
Quim Torra tiene decidida la fecha de las elecciones desde hace meses, pero dice haber retrasado el anuncio de su convocatoria a la espera de la evolución de la epidemia. La fecha de mayor simbolismo para el nacionalismo sería la del domingo 4 de octubre, tres días después del tercer aniversario del referéndum del 1 de octubre y sólo un día después del aniversario del discurso de Felipe VI que tanto soliviantó al independentismo.
Celebrar las elecciones en octubre permitiría a los partidos del antiguo espacio convergente aprovechar la indignación que con total seguridad provocará la vista para la inhabilitación de Quim Torra como presidente de la Generalidad, prevista para el 17 de septiembre. Dado que la inhabilitación comportaría que Torra perdiera la capacidad de convocar elecciones, es probable que este las convoque antes de esa fecha.
Para que las elecciones se celebraran el 4 de octubre, Torra debería firmar el decreto de convocatoria el 10 de agosto como muy tarde.
2. Inhabilitación de Torra
El Tribunal Supremo ha fijado para el día 17 de septiembre la vista que revisará, y casi con total seguridad confirmará, la inhabilitación de Quim Torra como presidente de la Generalidad. Torra fue condenado a un año y medio de inhabilitación el pasado 19 de diciembre por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por no retirar una pancarta de apoyo a los presos del procés colgada en el balcón de la Generalidad.
La confirmación de la inhabilitación de Torra sólo unos días después del 11 de septiembre conllevará agitación en el mundillo independentista. Sobre todo si la decisión coincide en el tiempo con la anulación de los beneficios penitenciarios de los que disfrutan, en posible fraude de ley, los presos del procés.
3. Vuelta a la cárcel
La decisión del Tribunal Supremo de anular los beneficios penitenciarios del 100.2 concedidos por la Generalidad a Carme Forcadell hace pensar que también serán anulados en breve el resto de beneficios de los que disfrutan los presos del procés, ya sea en base a ese artículo o en base a su posterior clasificación en tercer grado.
No existe una fecha cerrada para la derogación de esos permisos y todo depende del ritmo al que vayan llegando los recursos a manos del Supremo. En circunstancias normales, y dado que la simple presentación del recurso paralizaría dichos permisos, los presos del podrían volver a su régimen ordinario entre septiembre y octubre.
Cuestión aparte es lo que haga la Generalidad en otoño para desobedecer, de nuevo, la decisión del Supremo. Fuentes de los servicios penitenciarios catalanes dicen estar convencidos de que la Generalidad "elaborará programas o cursos de formación ad hoc para que los presos del procés puedan salir de nuevo de prisión".
4. 'Diada' doble
Con rebrotes o sin rebrotes, la Diada se celebrará como cada año en Cataluña. Este otoño, además, será doble: virtual y presencial.
La ANC, Òmnium Cultural y la Asociación de Municipios por la Independencia han anunciado ya que la escenificación de este año consistirá en concentrarse frente a 60 edificios del Gobierno, como el de la Agencia Tributaria o las oficinas de la Seguridad Social.
El lema de la Diada de 2020 será El deber de construir un futuro mejor. El derecho a ser independientes. Los catalanes podrán escoger este año participar en la Diada digital, en la presencial o en ambas simultáneamente.
De la primera se encargará la Red Independencia, una plataforma que recaudará las aportaciones –obligatorias– de los participantes y las destinará a "hacer frente a la emergencia social y económica del país".
5. A cara de perro
El antiguo espacio convergente está más dividido que nunca. Carles Puigdemont pretende presentarse a las elecciones con su nuevo partido, Junts.
Marta Pascal, excoordinadora general del PDeCAT, concurrirá con el recién creado Partit Nacionalista Català. Queda por saber qué ocurre con el PDeCAT, que lucha con el expresidente por los derechos electorales de la marca JxCAT.
ERC no tiene esos problemas y todo hace pensar que la fragmentación del espacio convergente beneficiará electoralmente a los republicanos y les permitirá, de ganar las elecciones, llevar a cabo su plan, que es el de formar un nuevo tripartito junto a PSC y Podemos. No ayuda, sin embargo, la imagen de inestabilidad emocional que mostró Oriol Junqueras durante su última entrevista en TV3.
La campaña electoral se presenta, en definitiva, tan enrarecida o más que la de 2017. La animadversión entre Junqueras y Puigdemont es obvia.
La cercanía de ERC al PSOE será aprovechada con total seguridad por el prófugo de Bruselas para atacar a los republicanos. Está por ver, en cualquier caso, a quién pasa factura la pésima gestión de la epidemia en Cataluña, de una torpeza sin parangón en el resto de España.
6. Nuevo referéndum
En medio de este caótico escenario, Quim Torra ha decidido despedirse anticipadamente de su presidencia con la petición de un nuevo referéndum de secesión.
Según el todavía presidente de la Generalidad, este nuevo referéndum, que sería el tercero después de los de 2014 y 2017, es "la única salida" al conflicto catalán.
"Un referéndum de autodeterminación. Creo que hemos de organizarlo otra vez, creo que hemos de volver a hacerlo, pienso que esto nos podría unir a todos", fue la contestación que Torra dio el miércoles en el Parlamento regional a una pregunta de ERC relativa a la "unidad" del separatismo para hacer frente "al Estado".
7. PSC y Podemos
A la espera de las sorpresas que puedan deparar las próximas autonómicas catalanas, si algo parece claro es que PSC y Podemos tienen bastantes posibilidades de alcanzar un número de diputados suficiente como para decidir quién gobierna la Generalidad los próximos cuatro años.
Aunque en Madrid se ha especulado con la posibilidad de que Salvador Illa sea el candidato del PSC, hoy la opción parece descartada. El candidato será, una vez más, Miquel Iceta.
La coyuntura favorece de hecho al PSC a pesar de la mala gestión de la epidemia por parte del Gobierno central. Porque el desplome de Ciudadanos hará que los socialistas recuperen, previsiblemente, miles de votantes.
Más dudas presenta Podemos, a pesar de que los sondeos muestran que el apoyo a Ada Colau en Barcelona se mantiene en niveles relativamente estables. Cataluña, sin embargo, no es sólo Barcelona, y podría repetirse en ella el fenómeno ya visto en Galicia y el País Vasco. Es decir, el de un trasvase masivo de votos desde Podemos hasta opciones de izquierda nacionalista como ERC y la CUP.