En el seno del Gobierno que ha declarado la guerra a la educación concertada, la mitad de los ministros se formaron gracias a este modelo educativo. Toda una paradoja.
PSOE y Podemos se niegan a apoyar económicamente a la escuela concertada, excluyéndola de las ayudas recogidas en el documento de Políticas Sociales tratado en la Comisión de Reconstrucción. Sin embargo, una investigación de EL ESPAÑOL ha concluido que la mitad del actual Gobierno de Pedro Sánchez se formó en una escuela concertada o privada.
Concretamente, 11 de los 22 ministros que le acompañan en el Consejo todos los martes: Isabel Celaá, Nadia Calviño, Fernando Grande-Marlaska, Pedro Duque, Margarita Robles, Carmen Calvo, José Luis Ábalos, Irene Montero, José Manuel Rodríguez Uribes, Salvador Illa y Carolina Darias.
Todos ellos forman parte del Ejecutivo que se niega a destinar a la concertada un solo euro de los 2.000 millones que están a punto de nutrir la Educación. Todo con el fin último de liquidarla.
De hecho, el "no" de Moncloa a ayudar a la concertada tras la crisis económica derivada del coronavirus impidió que se consensuara el documento de Políticas Sociales, el único en rechazarse dentro del marco de la Comisión de Reconstrucción. Partidos como PP, Ciudadanos -que votó "sí" a todos los documentos restantes-, Coalición Canaria, UPN o Junts per Catalunya consideraron este punto como inaceptable.
Esta nueva embestida del Gobierno de Pedro Sánchez contra la educación concertada ha sido denunciada por la plataforma cívica Yolibre -integrada por asociaciones católicas, obreras, laicas y universitarias-, que ha recogido el descontento de miles de familias y lo ha materializado en cartas dirigidas a la ministra de Educación, Isabel Celáa.
La educación concertada "no es de derechas ni de izquierdas; no es religiosa, agnóstica ni atea", considera Pepe Amiguet, profesor universitario y portavoz de la plataforma. Y es que en este momento hay un 25% de los alumnos españoles que estudian en un centro concertado y que se quedarían sin protección económica por parte del Gobierno si prospera la Ley Celaá.
Isabel Celaá
Un ejemplo paradigmático de la doble moral que practica el Gobierno con la educación concertada es el de la ministra de Educación, Isabel Celaá. Y es que la principal abanderada del Gobierno de coalición en la lucha contra la educación concertada estudió en un colegio católico.
"De ninguna manera se puede decir que el derecho de los padres a escoger una enseñanza religiosa o elegir centro educativo podrían ser parte de la libertad de enseñanza", sostuvo Celaá en contra del artículo 27 de la Constitución y en contra, incluso, de su propio ejemplo.
La ministra de Educación estudió en el Colegio Sagrado Corazón de Bilbao, una escuela católica que pertenece a la red concertada. Para más inri, sus dos hijas estudiaron en el Instituto Bienaventurada Virgen María de Vizcaya, centro privado e "inspirado en los valores del Evangelio".
Calvo, Calviño y Robles
Carmen Calvo, Nadia Calviño y Margarita Robles, tres de las mujeres fuertes del Gobierno y que cuentan con la plena confianza de Pedro Sánchez, estudiaron en centros privados y concertados.
La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, estudió en el colegio privado y religioso de las Madres Escolapias de Cabra (Córdoba).
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, estudió también en un colegio privado. Concretamente, en el Colegio Estudio de Aravaca (Madrid), una institución "privada, laica y progresista" creada en 1940.
Por último, Margarita Robles, que tampoco pisó la escuela pública durante su infancia. La ministra de Defensa, como Celaá, estudió en un colegio concertado religioso. Concretamente, en el centro Santa Teresa de León. El centro, en su página web, dice querer transmitir "compromiso con la sociedad desde los valores cristianos". Además, se propone formar "personas íntegras, felices, capaces de transformar la sociedad haciendo dialogar en el proceso educativo fe-ciencia y cultura".
Marlaska, Duque y Ábalos
El actual ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, estudió en La Salle de Bilbao, un colegio de tradición cristiana que forma parte de una red de 128 centros repartidos por Álava, Guipúzcoa y Vizcaya.
Otro de los casos más incongruentes con la postura del Gobierno es el del ministro de Ciencia e Innovación. Pedro Duque estudió en Aula, un colegio privado que se encuentra cerca de la Urbanización Parque Conde Orgaz, una de las zonas más pudientes de Madrid.
El exastronauta fue duramente criticado por la izquierda mediática en 2018, cuando aseguró que sus hijos también estudiaban en una escuela privada "por los idiomas, para que cuando cambien de país no noten tanto la diferencia".
José Luis Ábalos, ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana creció en una familia humilde, pero eso no le impidió estudiar en un centro privado. Así lo reconocía el propio Ábalos en una entrevista concedida a Valencia Plaza, "Yo iba a una academia de pago y era de los primeros de mi clase".
Irene Montero
La ministra de Igualdad es una de las figuras más críticas y belicosas contra la educación concertada dentro del consejo de ministros. En una ocasión llegó a decir que "el sistema concertado debe ser subsidiario de la educación pública".
Sin embargo, Irene Montero estudió en uno de los colegios más exclusivos de Madrid: el Colegio Siglo XXI de Moratalaz, que se describe como "pionero en los movimientos pedagógicos y de innovación educativa".
El centro, regido por una cooperativa de familias, resalta por su método de enseñanza que promueve la implicación de sus alumnos a través de asambleas y clases sin libros.
Uribes, Illa y Darias
El ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, tiene uno de los perfiles más desconocidos del Gobierno. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, Uribes estudió en los Amigonianos, una institución religiosa de la Iglesia católica, de espiritualidad franciscana.
Concretamente, el ministro recibió su formación en las Escuelas Profesionales Luis Amigó de Godella (Valencia), un colegio concertado que proyecta su labor educativa en base a "los principios del Evangelio".
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, estudió en el Escola Pía de Granollers, un centro privado volcado en la enseñanza del catalán.
Por último, Carolina Darias -ministra de Política Territorial y Función Pública- estudió en el Colegio Marpe, un centro de educación reglada privado y concertado de Las Palmas de Gran Canaria.
COU en centro concertado
Dos de los ministros del actual Gobierno de coalición estudiaron en la educación pública, pero realizaron el COU en un centro privado: Arancha González Laya y Pablo Iglesias.
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, estudió en un colegio público de Tolosa. El mismo centro en el que impartía clases su madre. Sin embargo, hizo el COU en un centro privado antes de irse a estudiar Derecho a la Universidad de Navarra.
El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, es uno de los perfiles del Gobierno más ligados a la escuela pública. Y, por ende, más defensores de ésta. Sin embargo, EL ESPAÑOL ha encontrado una mancha en su historial de ejemplaridad: cursó el COU en el centro concertado Montserrat Fuhem en el barrio La Estrella (Madrid). Así lo recoge en su currículum.
Educación pública
Los ministros cuya infancia y adolescencia ha estado ligada exclusivamente a la escuela pública son solo ocho: Alberto Garzón, Teresa Ribera, María Jesús Montero, Reyes Maroto, Luis Planas, Juan Carlos Campo, Yolanda Díaz y José Luis Escrivá.
Sobre Manuel Castells, nacido en Hellín (Albacete) en 1942, EL ESPAÑOL no ha podido obtener datos fiables. En su biografía, Castells omite esta parte de su educación y se refiere directamente a sus estudios universitarios, que completó en la Universidad de Barcelona entre 1958 y 1962, año en el que se exilió a Francia.
En cuanto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estudió en el Colegio Santa Cristina de Chamartín y en el Instituto Ramiro de Maeztu. Ambos, centros públicos.