Después de que Fields Associates Limited, la empresa galesa que revisó la tarjeta de memoria del móvil de Dina Bousselham, certificara ante el juez Manuel-García Castellón que ésta estaba "físicamente intacta" pero que la información "no era accesible", el magistrado volvió a quedarse insatisfecho. Al fin y al cabo, "alguien inutilizó el dispositivo" y las posibles sospechas que recaían sobre Pablo Iglesias antes del resultado de esa comisión rogatoria ni se corroboraban ni se disipaban.
Así lo sostiene José Manuel Calvente, el abogado que fue responsable de los servicios jurídicos de Podemos hasta el pasado mes de diciembre. "Iglesias no ha quedado exculpado, aún falta saber quién inutilizó la tarjeta micro SD", apunta en conversación con este periódico. "Hay muchas maneras de hacerlo, sobreescribir múltiples veces, una subida de tensión..."
Después de que este periódico publicara el pasado 23 de julio unas declaraciones de Calvente en las que vinculaba su despido con su negativa a participar en una "trama montada" alrededor del caso Dina, García-Castellón ha encontrado un nuevo hilo del que tirar. El magistrado, empeñado en desliar la madeja, ha citado el próximo 2 de septiembre a declarar como testigo del caso al letrado que fue "enfilado" en Podemos al sospechar de la asesora y purgado finalmente hace ahora ocho meses.
"Nunca me informaron, yo me enteré de que existía esa tarjeta y de que la tenía Iglesias por la prensa", alega el exresponsable de los servicios jurídicos de Podemos. "Pero es que, claro, no informaron al magistrado de que dos meses después del robo ya tenían la tarjeta", se pregunta Calvente, en conversación con EL ESPAÑOL. "Si el caso era tan grave, si había cloacas del Estado... lo primero es darle todos los datos al juez... pero claro, es que eso no demostraba nada de Villarejo".
Y, aunque dice no saber por qué le cita García-Castellón, anticipa a este periódico parte de su declaración: "No lo usaron en las elecciones de 2016, se lo callaron... lo usaron años después, cuando les convino esa historia", señala Calvente a este diario. "A mí me dejaron fuera porque yo no estaba de acuerdo con la estrategia y Marta Flor Núñez se apoderó del caso".
Los casos pendientes
Para despedirlo, el partido le acusó de acoso laboral y de género a Marta Flor Núñez, la abogada que compartían Iglesias y Bousselham en el caso, y subordinada de Calvente en la estructura legal de Podemos. Él siempre ha negado las acusaciones, y ha atribuido su despido a la llegada de Alberto Rodríguez a la Secretaría de Organización de la formación de Iglesias. Según apunta a EL ESPAÑOL, Rodríguez sustituyó en el puesto a Pablo Echenique con el encargo de tapar todas las zonas oscuras de Podemos.
Pero la semana pasada la juez archivó el caso contra Calvente porque no veía indicios siquiera de ningún ilícito en los mensajes cruzados con Marta Flor. De los tres casos pendientes entre el abogado y el partido de Iglesias, ganaba el primero.
Quedan dos. Uno de ellos ya se ha alimentado por el reciente informe del Tribunal de Cuentas, que la semana pasada detectaba irregularidades en la financiación electoral de Podemos en 2019. El abogado despedido interpuso una demanda contra la formación de Iglesias por malversación de fondos y administración desleal, "hechos que investigaba cuando fui despedido".
Calvente ya se ratificó ante el instructor del caso hace dos semanas. Y el próximo 15 de septiembre comparecerán ante el Juzgado de instrucción 42 de Madrid, como testigos, su excompañera -despedida junto a él- Mónica Carmona y Gloria Elizo, vicepresidenta del Congreso por Unidas Podemos, recién defenestrada de la dirección del partido morado.
Inquietud
Fuentes internas del partido admiten cierta inquietud a propósito de lo que vaya a declarar Elizo. Este lunes, el PP ha pedido que el vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos comparezca en el Congreso para dar explicaciones de estas irregularidades.
Y el tercer asunto abierto es la pieza Dina, dentro del caso Tándem, el macrosumario en el que García Castellón investiga la trama parapolicial del excomisario José Villarejo.
"Pero el juez no se fía de lo que le han contado y ha pedido no sólo que yo declare, sino el libro de visitas a la sede de Interviú y que la policía investigue de nuevo el supuesto robo... porque no está claro tampoco dónde está el otro teléfono, el del entonces novio de Dina, a quien también se lo robaron...".
¿Y para qué el libro de visitas de la revista? "Porque el robo fue en noviembre de 2015 y en enero de 2016 Iglesias ya recuperó la tarjeta, según ha admitido él mismo, porque se la dio Alberto Pozas en Interviú... y él no dice nada hasta que salen publicadas las capturas del móvil". Según Calvente, García-Castellón tiene motivos para desconfiar: "Quizá la policía averigüe qué pasó el móvil de Ricardo sa Ferreira, y la científica qué ocurrió con la tarjeta... y luego quién lo hizo".