El expresidente de la Generalitat Artur Mas dará su apoyo al PDECat en las próximas elecciones en Cataluña. Pero con una condición: realizar una campaña "positiva" que no ataque a Carles Puigdemont, líder de Junts per Catalunya y principal activo en el espacio del centroderecha nacionalista.
Después del divorcio entre JxCat y PDECat, el partido heredero de Convergència busca recomponerse con la vista puesta en febrero, mes en el que prevén que Quim Torra -o su sustituto efectivo en caso que el Tribunal Supremo ratifique su condena- no tendrá más remedio que convocar elecciones.
Según relatan fuentes de la formación a EL ESPAÑOL, el expresidente Mas dará un paso al frente para colaborar con el partido desde un segundo plano pero de forma activa. "Nos ha pedido que la campaña sea en positivo, de sumar y no restar. Y que no se ataque a Puigdemont", explican.
La petición es totalmente asumible para el partido, ya que consideran que sería "contraproducente" criticar a Puigdemont. Recuerdan que en las últimas elecciones en las que se presentó -las europeas de 2019- logró ganar, quedando por delante de ERC.
En consecuencia, hacer una campaña destacando su autoritarismo o purga de las corrientes críticas reforzaría su imagen ante un electorado todavía dubitativo en si votar a JxCat o PDECat.
"Purga" de Torra
Después de la "purga" de Quim Torra a dos de las figuras destacadas del PDECat, como son los exconsellers Miquel Buch y Àngels Chacón, el espaldarazo de Mas es un alivio. Las principales bazas con las que cuentan son la "estructura territorial" y la figura del expresidente de la Generalitat.
Los presos del procés Joaquim Forn, Jordi Turull y Josep Rull rompieron el carnet del PDECat y se sumaron a las filas de Puigdemont. La decisión de Mas de no abandonar al partido que refundó y presidió de 2016 a 2018 ha logrado frenar el trasvase de militantes y cargos intermedios hacia JxCat.
La reorganización del PDECat pasa por recuperar el espacio cedido a la coalición con Puigdemont, que les obligó a renunciar a algunos de sus postulados ideológicos. Ya han anunciado que abogarán por su tradición de "hacer política" (en contraposición a la "confrontación" de Puigdemont) e incluso a apoyar los Presupuestos de Pedro Sánchez si éste se abre a hablar con ellos y a escuchar sus peticiones para Cataluña.
En este sentido, la liberación del mando ejercido por Puigdemont les da carta blanca para presentar sus propias iniciativas parlamentarias sin sufrir las reprimendas de la portavoz de JxCat, Laura Borràs, alineada con las tesis del expresident.
Mas, borrado del Govern
Artur Mas eligió a Puigdemont como su sucesor cuando la CUP le obligó a dar un paso al lado en el momento más auge del procés separatista. La relación que mantienen es cordial y Mas ha evitado criticar explícitamente la estrategia del político fugado a Waterloo.
Sin embargo, a nadie escapa que la remodelación del Govern de Torra viene dirigida desde Bruselas y que los únicos damnificados han sido los cargos del PDECat. Este último episodio ha dañado las relaciones entre ambos espacios hasta el punto que es difícil que Mas pueda mantenerse entre dos aguas.
Además, como informó Crónica Global, el cese de Brauli Duart como secretario general de Interior se ha interpretado dentro del PDECat como una muestra más del intento de Torra y Puigdemont de borrar cualquier tipo de huella de Mas en el Govern.
En juego están las elecciones. No solo imponerse a ERC sino evitar que la fragmentación en su espacio les reste apoyos en las urnas.