La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ha presentado el anteproyecto de Ley de Memoria Democrática. Una norma que pretende "dar paz al pasado" y "que nuestros jóvenes sepan de dónde venimos para defender su futuro". El texto aspira a que "sea aprobado por todos" los grupos políticos y a que "todos se vean en él reconocidos", y para ello Calvo ha insistido en engarzar todo su discurso en "la única Constitución que en España se hizo para todos, la actual".
¿Y el presente? Es más que probable que no logre ese loable objetivo de consenso, ya que la ley prevé crear un listado de víctimas, un mapa de fosas comunes, eliminar subvenciones a determinadas asociaciones y fundaciones que "ensalcen ideas totalitarias o figuras dictatoriales". Además, declarará juicios nulos, ilegalizará a cualquier entidad que "glorifique la dictadura, la represión y la persecución a las víctimas" del franquismo y extinguirá la Fundación de los Benedictinos del Valle de los Caídos: "Ya no tendrán sentido", ha dicho Calvo.
Ni a la izquierda, ya que Unidas Podemos cree que "se queda corta", ni a la derecha logrará ese consenso. Tampoco parece que vaya a recabarlo de los nacionalistas, que reclaman no sólo la nulidad de los juicios, sino que "el Estado pida perdón", como exigió recientemente el president de la Generalitat, Joaquim Torra, en relación al juicio de Lluís Companys.
Para Calvo, que fue preguntada por la condena y fusilamiento de Companys, "nada es más reparador que declarar nulo de inicio un juicio". Así zanjó el asunto... a la espera de que "el conflicto catalán" se pueda resolver, momento en que emplazó a Torra a retratarse aceptando la reunión de la mesa de diálogo: "Nosotros somos sinceros, esperamos su respuesta".
En todo caso, pedir perdón no iría en consonancia con lo que presentaba la vicepresidenta: una norma que prevé mirar al pasado para que "nunca más" se repita, y darle herramientas al futuro "para que eso que ya hemos conquistado se mantenga".
Es decir, que este Estado constitucional ya es un hito para el Gobierno y por eso el texto lo reconocerá reforzando los archivos del Gobierno de España, y por ejemplo reformando el Panteón de Hombre Ilustres para convertirlo en "un Panteón de España". Con hombres y mujeres de cualquier ámbito, profesión y época "que unieron su nombre al de España para glorificarla".
En los planes de estudios
La vicepresidenta, que retrasó dos meses el anuncio de esta ley -prevista para julio- para que el texto se perfeccionase, afirmó que "ahora nos toca profundizar la democracia, mejorarla en todo lo posible y trasladarla a las generaciones futuras". Y que ése es su principal objetivo: "Es una ley para la democracia española, que tiene que ver con el pasado, pero mucho con el presente y el futuro".
Y así, Calvo incidió en los polémicos aspectos de la ley que se adentra en la educación. Los planes de estudios incluirán cambios -de Secundaria a la Universidad-, los profesores deberán formarse en este campo y se revisarán los currículos como se hizo en el pasado con las calles, símbolos y plazas. "Lo manda Nacionaes Unidas, no es nada nuevo".
"Es una norma necesaria para que nuestros jóvenes sepan de dónde venimos, y para que puedan trabajar por las libertades, los derechos y la democracia que ahora somos". La vicepresidenta marcó los puntos clave: "Conocimiento cierto de lo ocurrido y de lo que no puede ocurrir nunca más".
Calvo recordó que el Congreso ya en dos ocasiones instó a otros gobiernos a caminar este camino. "Ya exhumamos los restos del dictador, y lo vamos a volver a hacer con el resto". El Valle quedará como "cementerio civil protegido por el Patriminio Nacional., con las más de 30.000 víctimas de ambos bandos".
"Hoy el Gobierno siente que ha cumplido con un compromiso importante. Nos gustaría que fuese una ley respaldada por todos, es la ambición con la que queremos trabajar, que nos reconozcamos en ella y a nuestro país en ella. La norma de 2007 "ha dado extraordinarios frutos, pero nos ha marcado un diagnóstico que exigía este texto, que era urgente". Según Calvo, "no nos podíamos permitir un solo día más" sin una ley como ésta. "Si la de 2007 llegó tarde, imagínense la de 2020".
Cambios legales
La norma "llega hoy pero será muy larga en su implementación", por lo que se crearán "planes cuatrienales" para su aplicación. Y uno de los pasos será la modificación de la ley de asociaciones, lo que provocará que la Fundación Francisco Franco deba o cambiar sus estatutos o salir de España, como ha anunciado. "No habrá entidades públicas o sostenidas con dinero público que puedan enaltecer figuras totalitarias", dijo Calvo, "y que cada uno tome sus decisiones".
Se abrirán los archivos públicos hasta la entrada en vigor de la Constitución "para lograr lo que buscamos, encontrar la verdad". Y se distinguirán y reconocerán a "quienes fueron objeto de juicios y sentencias que condujeron a su muerte" para que, basándose en el actual orden constitucional, considerarlos "nulos de pleno derecho".
Se buscarán, localizarán, mapearán y abrirán fosas comunes. Se creará una lista de víctimas. "El enorme sufrimiento que esto ha provocado es una situación injusta e impropia de la democracia", diagnosticó Calvo. "Es el Estado el que se debe hacer y se hará cargo. No sólo en términos económicos, sino también de identificación, para entregarlos a sus familiares. Se les rendirá así el tributo de paz que merecen".
Habrá que arbitrar nuevos cambios normativos para esto, pues el Gobierno prevé crear un banco de ADN con el acuerdo de los familiares y herederos de las víctimas. "Aún no sabemos a qué mapas de fosas nos tendremos que enfrentar, ni a qué listado de víctimas de esta tragedia igniominiosa... pero movilizaremos recursos públicos para localizarlos y enterrarlos en paz".
Exilio, Fiscalía y fechas
La nueva norma también rendirá tributo al exilio, "a quienes tuvieron que huir del país por circunstancias regresivas, que les impedían ejercer sus libertades y derechos, y la protección de sus familiares". Se retirarán títulos nobiliarios de quienes los recibieron por su papel "imprescindible en la llegada de la dictadura y la represión", contra la democracia "que consagraba la Constitución de 1931".
Para todos estos procesos legales, se creará una Fiscalía de Sala en el Tribunal Supremo. Porque "no hay mayor garantía que el Ministerio Fiscal para cumplir el compromiso del derecho internacional humanitario", dijo Calvo. Aun así, el texto buscará, en su tramitación parlamentaria y en su desarrollo, "coordinarse" con las 12 leyes autonómicas que hay en este momento al respecto, y con las asociaciones memorialistas: "Que sean escuchadas e influyan en las decisiones".
La vicepresidenta estaba especialmente orgullosa en la comparecencia, y reconoció públicamente sentirse "honrada por ser el miembro del Gobierno que trae esta ley adelante" y promueve dos nuevas fechas de homenaje, como ya adelantó EL ESPAÑOL: el 31 de octubre para recordar a las "víctimas del golpe de Estado, la dictadura, la represión y el exilio". Una fecha que se apoya en que fue el día de 1978 en que ambas Cámaras votaron el texto actual de nuestra Constitución, "base de nuestra madura y sólida sociedad", dijo Calvo. La otra fecha señalada será el 8 de mayo, para unir a España a las celebraciones europeas de la lucha antifascista.
Presupuestos
La norma exigirá una memoria económica profusa, dado su carácter transversal y revisionista. "Contamos con el compromiso de la ministra de Hacienda para que se puedan cumplir los objetivos", sonrió Calvo junto a Montero.
Así, otros aspectos serán "traer los archivos de personas insignes del exilio, para aportar más luz", y adquirir archivos que están en otros países pero estén relacionados con la Historia de España. "Somos un país que ha tenido muchos exilios, no sólo el último", recordó Calvo.
Pero, eso sí, antes de esta Constitución, remarcó, "siempre hubo una España que no reconocía a otra". El "nunca más" que ya hemos alcanzado tras más de 40 años de democracia hay que seguir apuntalándolo en el futuro. "Es una ley", concluyó, "para producir sobre la verdad y la justicia, para construir la paz y dársela a las familias de estas victimas. No seríamos una gran democracia si no pudiéramos enfrentarnos con valor al pasado".