El 60% de los jóvenes españoles no sabe quién fue Miguel Ángel Blanco y el 68% reconoce que no ha estudiado en el colegio o la universidad nada relacionado con la banda terrorista que dejó más de 800 víctimas mortales en España.
Estos datos que se desprenden del estudio que GAD3 publicó esta semana -cuando se cumplían nueve años del fin de la violencia etarra- evidencian la necesidad de profundizar en la historia reciente del terrorismo en España.
Y es que La memoria de un país. Estudio sobre el conocimiento de la historia de ETA en España ha retratado con dureza el desconocimiento general entre la población más joven sobre el pasado criminal de ETA: el 78% no acierta a dar detalles del secuestro de Ortega Lara ni tampoco sobre los GAL, un tema en el que sólo un tercio menciona una organización parapolicial.
A esto se suma que las asociaciones de víctimas del terrorismo llevan tiempo alertando de cómo el relato torticero de la izquierda abertzale ha permeado en el grueso de la juventud vasca. De este modo, se pueden explicar fenómenos como el auge de Bildu o los Ongi Etorris -recibimientos con honores a los etarras que abandonan las cárceles-.
EL ESPAÑOL contacta con las asociaciones de víctimas, así como con profesores del País Vasco que explican cómo España ha llegado a esta situación de olvido.
"Problema educativo"
Carlos Martínez Gorriarán (San Sebastián, 1959) es profesor de Filosofía en la Universidad Pública del País Vasco desde 1992. En esa época, defender la libertad de Cátedra y ejercerla suponía, literalmente, jugarse la vida. No en vano, en el año 2000 Gorriarán abandonó la universidad a petición de ésta, que temía un posible atentado de la banda terrorista ETA.
El profesor de la UPV considera que el problema de desmemoria es "un problema educativo general": "La memoria social es algo muy frágil. Para eso está precisamente la educación. No se trata de que las familias expliquen a sus hijos lo sucedido. Si no, ¿para qué estan las escuelas?".
"Las asignaturas de Historia Contemporánea se acaban muy pronto. Nunca se llega al presente. Es un problema porque hemos llegado a una generación que no sabe en qué país ha nacido y no entiende por qué el presente es como es. Para entender el presente hay que entender el pasado inmediato", reflexiona Martínez Gorriarán.
-¿El problema de desmemoria es igualmente acusado en el País Vasco?
-En el caso del País Vasco hay que añadir que hay una autocensura colectiva porque hubo mucha cobardía social y mucha gente está avergonzada de aquello, prefiere no hablar de eso. Ha pasado en muchos otros países. Si tú ibas a Alemania después de la Segunda Guerra Mundial a preguntar por el nazismo nadie sabía de qué le estabas hablando. Eso lo cuenta Hannah Arendt. No es raro, pero la educación debe paliar ese tipo de lagunas.
-¿Sería suficiente la inclusión de la historia de ETA en el sistema educativo?
-No. Luego habría que ver cómo se explica y cómo se cuenta. Si el profesor es de Bildu no creo que te explique la historia de una manera demasiado ajustada, pero al menos tendríamos una base y podríamos saber qué se sabe y qué no. Si ahora aparece una encuesta que dice que el 70% no sabe qué es el teorema de Pitágoras, nadie diría: "Que se lo explique su madre". Si tienes que explicar qué fue ETA, habrá que explicarlo, dar datos y contrastarlo. El Estado debe garantizar una educación de calidad y hay maneras para hacerlo para que no haya relatos proterroristas. Me parece elemental.
-¿Hay un olvido de las víctimas?
-Las víctimas no están presentes porque no están los victimarios. Tiene que haber un contexto en el que esos testimonios tengan sentido. No es un problema de relatos, es un problema de una educación que no está a la altura. No sólo no se explica ETA, no se explica por qué el terrorismo es inaceptable o cómo funciona la democracia.
El profesor despide su reflexión con una anécdota: "Un profesor de Derecho Constitucional preguntó a sus alumnos de tercer curso cómo se elegía al presidente de España. Muchos creían que al presidente lo eligen los ciudadanos de Madrid. Esto es porque no se explica la Constitución ni la democracia. Así pasan luego las cosas que pasan...".
"Materia obligatoria"
Carmen Ladrón de Guevara es abogada de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. "También soy profesora de Universidad. Ese experimento de la encuesta lo hago todos los años. Y es verdad. Lo constato a diario. Esta semana, al ver la encuesta, llegué a una de las universidades en las que doy clase e hice la prueba otra vez. Todos los años la hago", explica.
"¿Saben quién es Miguel Ángel Blanco?", planteó la profesora de Derecho Procesal a sus alumnos. "Una me dijo que sí, que le sonaba de algo de terrorismo", cuenta. Y prosigue: "O se lo cuentan o no lo saben. En mi caso, como explico una asignatura que al final relaciono con mi actividad profesional (les llevo a ver juicios), les expliqué".
-¿Falta pedagogía respecto a los años duros del terrorismo de ETA?
-A mí me han invitado a colegios y a universidades expresamente a hablar de este tema. Es algo que en la AVT venimos reclamando desde hace tiempo. Hace años, Ángeles Pedraza, cuando era presidenta de la AVT, le pidió a Wert que se incluyera en los libros de texto como materia obligatoria y que se reflejase en ellos la realidad del terrorismo. La gente de la universidad no había nacido cuando había ocurrido aquello.
-El olvido puede facilitar que se imponga un relato falaz.
-La izquierda abertzale impone su relato en el País Vasco. En el resto del país, yo creo que no. ¿Cuentan con cómplices directos o indirectos allí que les ayudan a imponer su relato? Sí. Allí es más fácil. El desconocimiento que se tiene en el resto de España no es porque la izquierda abterzale esté imponiendo su relato.
-Entonces, ¿a qué se debe?
-A que nadie se lo ha explicado. Y porque es algo que es cierto que ya no está de actualidad. Ya no hay atentados. No hay ataques. Después de hablar en algún colegio o en alguna universidad he tenido la oportunidad de hablar con los padres de los alumnos y me han dado las gracias. Porque era algo que decían que nunca habían hablado en casa.
"He notado un auge este mes de invitaciones a colegios mayores y tertulias a raíz de Patria, la serie. Se nota que la gente la está viendo y que el debate está en la calle. Cuanta más divulgación sobre lo que ocurrió, mejor. De esto hasta ahora no se han hecho películas", relata Ladrón de Guevara.
"Adormecimiento social"
Pedro José Chacón Delgado (Bilbao, 1964) es profesor de Historia del Pensamiento Político en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidad del País Vasco. Además, es autor de artículos académicos y periodísticos sobre la historia del nacionalismo. En este medio, publicó una serie de reportajes sobre la figura de Sabino Arana, fundador del PNV, con motivo del 125 aniversario del partido.
En su opinión, el asesinato de Miguel Ángel Blanco marcó un antes y un después en la historia del País Vasco que explica la situación de olvido actual: "Cuando matan a Miguel Ángel Blanco en julio del 1997 se produjo una reacción ciudadana muy fuerte que marcó un antes y un después en la trayectoria de ETA. Pero en el País Vasco, tras esa reacción cívica espontánea, se produjo un cierre de filas del nacionalismo alrededor del Pacto de Estella que dio como resultado un progresivo adormecimiento de la sociedad".
"El nacionalismo estuvo muy eficaz adormeciendo a la sociedad", sostiene el profesor de la UPV, y eso se demuestra en que "la reacción espontánea contra el terrorismo y el nacionalismo dominante no fue a más".
-¿Por qué?
-A partir del asesinato de Miguel Ángel Blanco, hubo una campaña por parte del nacionalismo muy astuta que consistió en replegarse, activar el discurso de "la paz" y consiguió anular esa reacción social que despertó el atentado de Miguel Ángel Blanco.
En su artículo La paz de Carmen Calvo, Chacón abunda en esta tesis. El texto explica cómo el concepto de paz, que se extiende a partir del asesinato de Miguel Ángel Blanco, tapó de una manera eficaz la reacción social que el asesinato había producido. Ese uso torticero del concepto "paz" -que planteaba la existencia de un conflicto entre dos partes- consiguió anular la demanda social de libertad y la indignación contra ETA por el atentado del joven concejal.
De hecho, fue la propia Herri Batasuna la que utilizó el término "paz" en la pancarta de su multitudinaria manifestación de Bilbao del 27 de diciembre de 1997, contra la detención de su mesa nacional.
-¿Qué papel juega la educación en esta desmemoria respecto a lo que fue y significó ETA?
-El sistema educativo no está enfocado en la defensa de los valores patrióticos y republicanos. Y hablo de republicano en el sentido francés: que los ciudadanos sean conscientes de que forman parte de un país y van todos a una. Eso aquí no se hace, aquí las campañas del nacionalismo tapan la verdad y ahí hay una desidia del Estado que en Francia, por ejemplo, es impensable.
-¿Cuál es el relato dominante en la juventud del País Vasco?
-Los chavales de veinte años en el País Vasco profesan dos ideologías predominantes que en realidad vienen a confluir en una: la izquierda más dura, como Podemos, y los nacionalistas de todas sus ramas. Estos son la mayoría. Gente que conozca los valores liberales son una minoría que no tiene cauces de expresión. Los chavales de veinte años mayoritariamente lo que tienen metido en la cabeza es que España es Monarquía, la Monarquía es corrupción, el Rey está puesto por Franco, la bandera española es facha... Ignoran la idea de España y por eso la desprecian.
"Ya no existe violencia física pero ha quedado un relato terrible. Las víctimas están desaparecidas", lamenta el profesor de la UPV.
"Dejación institucional"
Desde el Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco (Covite) lamentan que "la memoria de las víctimas y la educación sobre qué ha sido el terrorismo y cuáles son sus consecuencias nunca han sido una prioridad de los Gobiernos, ni del central ni de los autonómicos".
"Ahora están empezando a elaborar unidades didácticas sobre el tema, pero el problema es que hay una generación de jóvenes que no ha vivido el terrorismo pero tampoco ha recibido educación alguna sobre el terrorismo en los colegios. Por tanto, no lo conocen", abundan desde la asociación de víctimas que preside Consuelo Ordóñez.
"Esa generación no ha tenido acceso a conocimiento sobre el tema, con lo cual es normal que no sepan quién es Miguel Ángel Blanco ni lo que es ETA. Ha habido una dejación de funciones institucional muy grande en la educación que esperemos que se soliviante cuanto antes".
Por ello, Covite promueve iniciativas como el Mapa del Terror, una herramienta online de memoria de las víctimas del terrorismo "que siempre quedará ahí".