En Podemos no caben en sí de gozo en estos últimos días: conversaciones privadas de un chat entre antiguos generales del Ejército filtradas a la prensa asocian barbaridades como el eventual "fusilamiento" de "26 millones de rojos" con el apoyo decidido al Rey Felipe VI.
Y como colofón, informaciones que "son mentira" sobre unas supuestas maniobras de los de Iglesias para que el Monarca "pida perdón" por defender la Constitución frente al golpe separatista en Cataluña. En la formación morada sienten como si "la ultraderecha" trabajase para ellos.
Ese es el clima de entusiasmo que predomina en la organización en el día de la Carta Magna. Un caldo de cultivo que Pablo Iglesias considera propicio para que prospere su plan: unir la Monarquía a la Dictadura; y la República a la Democracia.
Sin ir más lejos, el líder de Podemos llamó este domingo a los jóvenes a "construir la República" y se atribuyó el mérito de haber activado una nueva "Transición", que no es otra cosa que la abolición del modelo constitucional. También celebró haber creado una "España más fraterna" mediante sus pactos con los separatistas.
Uno de los primeros movimientos, según explican dirigentes de UP, pasa por apartar a la "derecha sociológica" de las instituciones: la judicatura, los medios de comunicación, las fuerzas de seguridad del Estado...
El discurso del Rey
Fuentes cercanas al vicepresidente niegan las informaciones publicadas en las últimas semanas, según las cuales él mismo estaría impulsando una campaña contra el Monarca dentro del Ejecutivo tres años después del discurso del 3-O de 2017. "Al contrario", afirman desde Unidas Podemos en conversación con este periódico, "nunca maniobraremos en ese sentido... a nosotros nos conviene que el Rey se siga equivocando".
Y es que para los morados, el discurso de Felipe VI a los dos días del referéndum ilegal para la secesión de Cataluña del resto de España fue "un error". Y no han dejado de defenderlo en público y en privado, aunque ese "error", sostienen, también les beneficia.
A los de Iglesias, en realidad y según el electorado al que se dirigen, que se instalara entre los votantes de izquierdas que el Monarca estuvo beligerante y firme no hizo más que alimentar su discurso: "Cada vez cala más en la sociedad el concepto de que si no quieres monarquía es que eres de izquierdas", explican fuentes de la formación.
Y eso es un silogismo de ida y vuelta, al menos según la concepción del socio minoritario del Gobierno. "Porque instalados en ese punto, lo que hacemos es simplemente instar a la gente a pensar: ¿quieres estar entre los que deciden su jefe de Estado o con los que aceptan que se lo impongan?".
Marcos argumentales
Podemos es un partido que maneja eminentemente los tiempos políticos en función de mensajes a corto, medio y largo plazo. Ser un partido de Gobierno no impide a los de Pablo Iglesias defender el cambio de modelo de Estado y "trabajar por ello", como admiten en la formación morada. Eso sí, generando marcos argumentales que marquen la agenda y los pongan, ya de inicio, en posición de ventaja para el debate público.
Así, más allá de que ideológicamente abominen de "esos generales jubilados" y el contenido de sus chats, lo cierto es que en el partido de Iglesias agradecen el regalo: "Cada vez más, la gente va a pensar que República es Democracia; y Monarquía, Dictadura".
Tampoco es casualidad que en la misma semana hayan aparecido en los medios ambas noticias. La primera, la de los chats y la carta enviada al Rey por el grupo de exmilitares nostálgicos de la dictadura; y la segunda, la de que un sector del Gobierno quiere que don Felipe se disculpe tres años después.
Es cierto que ésta es la primera Navidad en la que el discurso del Rey pasará por la supervisión previa de un Gobierno de coalición con el republicano Iglesias en él. Pero, y volviendo a los ritmos mediáticos, a Unidas Podemos se le habían agotado los conflictos con los que seguir buscando réditos de su relación con el PSOE en el Ejecutivo... y se acercan tanto el mensaje de Nochebuena como la precampaña catalana.
La "huida" y el cuadro
En el menos de un año que Unidas Podemos lleva en el Gobierno, no han sido pocas las veces en que Iglesias y otros ministros -sobre todo, Alberto Garzón- han arremetido contra el modelo de Estado.
La más sonada tuvo que ver con la salida de Juan Carlos de territorio nacional el pasado verano. Los morados callaron durante meses, mientras Sánchez y Carmen Calvo negociaban con Zarzuela un "gesto" que separara al actual Rey de su padre, como consecuencia de las exclusivas de EL ESPAÑOL sobre sus cuentas ocultas en Suiza y los ingresos millonarios a su examante, Corinna Larsen, que podría haber ejercido de testaferro para eludir el pago de impuestos.
En cuanto la Casa Real anunció la salida del Emérito, Iglesias y Garzón lo calificaron de "huida de la Justicia" y arremetieron contra la "legitimidad y la utilidad" de la Monarquía.
"Somos un partido republicano, y eso lo sabe el Jefe del Estado", dice Pablo Iglesias cada vez que se le pregunta por el asunto. "Pero somos institucionalmente respetuosos, así que tengo un cuadro de Felipe VI en mi despacho de vicepresidente segundo del Gobierno; del mismo modo que espero que un ministro del PP cuelgue el del presidente cuando España sea una república", razona el vicepresidente... mientras está convencido de que su plan avanza.