Dos semanas duró la enmienda en el registro del Congreso. Lo que tardaron Unidas Podemos, Esquerra y Bildu en presentarla y lograr lo que buscaban, que el PSOE se aviniera a negociar con los morados la prohibición de los desahucios y los cortes de suministros en el seno del Gobierno. Del 17 de noviembre al 1 de diciembre. En medio, una reunión a solas entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, en Moncloa, al acabar uno de los maitines de los lunes.
En ese encuentro mano a mano, el vicepresidente segundo insistió en la necesidad de prohibir todos los desahucios sin alternativa habitacional y todos los cortes de suministros a familias vulnerables. El presidente le afeó el movimiento de su grupo parlamentario, enmendando su propio acuerdo de cuentas públicas. Y haberlo hecho junto a sus nuevos mejores amigos de la izquierda separatista catalana y vasca.
Para evitarse peleas, y como adelantó EL ESPAÑOL, ambos acordaron que Derechos Sociales negociaría un decreto para la prohibición de los desahucios con el Ministerio de Transportes de José Luis Ábalos. Y una disposición adicional que colgar de ese decreto -u otro de los de fin de año- para detener los cortes de suministros con la Vicepresidencia cuarta de Teresa Ribera.
De ambas negociaciones fue encargada Ione Belarra, secretaria de Estado para la Agenda 2030. Y de inmediato llegó a un acuerdo con el departamento de Ábalos, como adelantó este periódico en primicia el 2 de diciembre -a pesar de la tensa negociación posterior de todos los detalles con David Lucas-.
Tres coincidencias
Desde aquel lunes en Moncloa, seguido del encargo de Sánchez el martes en el Consejo de Ministros, han pasado tres cosas significativas y relacionadas entre sí. La primera, un acuerdo rápido en el asunto de los desahucios que luego se ralentizó para introducir salvedades que "incomodaron" a Unidas Podemos.
La segunda, que la vicepresidenta primera haga una cosa una tarde y diga la contraria la mañana siguiente. Carmen Calvo presidió este jueves la Comisión de subsecretarios que aprobó el decreto antidesahucios para que fuera al Consejo del martes que viene, 22 de diciembre, como confirmaba este diario en fuentes gubernamentales.
Y, además de anunciar que "no habrá subida del Salario Mínimo", parando en seco las exigencias de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, este viernes por la mañana aseguró en TV que lo aprobado la tarde anterior ya no era así: "Aún hay algunos desajustes" y el decreto antidesahucios aún puede atrasarse a la última reunión del Gobierno del año. Desde el Ministerio de Ábalos confirmaban este extremo.
Y la tercera casualidad es que Transición Ecológica ni se ha reunido con Belarra ni le ha enviado propuestas de regulación para la prohibición de los cortes de suministros. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, este viernes a última hora de la tarde seguía sin llegar ningún texto a Derechos Sociales.
Propuesta y reunión
Y eso que el martes el departamento de Teresa Ribera filtró una propuesta de negociación mientras se desarrollaba la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. En Unidas Podemos celebraron que existiera el texto, "aunque ha llegado antes a la prensa".
...y eso que este mismo viernes, la vicepresidenta cuarta sí dedicó tiempo a este asunto, "una prioridad para el Ministerio" según fuentes oficiales de su departamento. Fuentes del entorno morado se mostraron sorprendidas por la cita, ya que Belarra sigue esperando ser convocada por Ribera.
Ribera convocaba a la Plataforma Tercer Sector a las 13.00 horas para "consolidar de manera eficaz la protección de los consumidores vulnerables". Así, mantuvo una reunión con representantes de Cruz Roja, Cáritas, la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN) y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI).
Una nota oficial al acabar la reunión aclaraba que el Ministerio "trabaja en ampliar la prohibición de los cortes de suministros de electricidad, gas y agua a todos los consumidores vulnerables" mientras dure el estado de alarma, y "en el desarrollo de la figura del mediador social".
Del lado de Belarra había sorpresa, ya que la negociadora de Iglesias sigue esperando ser convocada por Ribera. Pero al mismo tiempo, satisfacción al conocer que Transición Ecológica confirmaba oficialmente que se prohibirán los cortes de todos los suministros básicos, "y no sólo la electricidad", como contemplaba el texto filtrado el martes.
Guerra total
Y es que la mañana del último Consejo de Ministros fue la demostración de que la guerra interna en el Gobierno entre el equipo económico, que comanda Nadia Calviño, y el social, al mando de Pablo Iglesias, es total.
Después de que fuentes de Unidas Podemos se pusieran en contacto con este medio para lamentar los nulos avances en el decreto de desahucios y la "negativa reiterada" del lado socialista a negociar la disposición adicional de suministros, se sucedieron otras dos filtraciones y dos desmentidos, además de un anuncio de María Jesús Montero en la rueda de prensa del Consejo de Ministros que fue calificado de falaz por la mitad morada del Gobierno.
Desde entonces, este periódico ha informado del temor de una argentinización de la economía española que habita en el seno del equipo de Calviño si "se instala en España la cultura del impago, de que no pasa nada por no pagar", tal como explicó un portavoz de la vicepresidenta tercera. "Si llegas a eso, te plantas en la América Latina de 2012", la de los defaults y los corralitos.
Pero en el seno de Unidas Podemos se mantiene el pulso. Por convicción ideológica, por necesidad política y, entre otras cosas más, porque hay una orden del presidente. Sánchez acordó con Iglesias esas negociaciones y se las encargó a Ábalos y Ribera. Pero algo ha pasado desde entonces, si Carmen Calvo se desmiente a sí misma en televisión y Teresa Ribera ignora esa orden del presidente desde su despacho.