La sensación en el Gobierno de España es más de alivio por la salida de Donald Trump que de euforia por la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca. Lejos de aquella referencia a la "conjunción planetaria" de que Zapatero y Obama coincidieran en el cargo con la que la entonces ministra Leire Pajín se vino arriba. De hecho, en Exteriores se sabe que los retos son muchos y graves.
La ministra, Arantxa González Laya, fue elegida por Pedro Sánchez para darle un toque económico a la diplomacia española. Y en eso centrará parte de sus esfuerzos, ya que parte del legado de Trump es la guerra comercial que abrió con la Unión Europea en general y con España en particular. "El acero, Airbus, las aceitunas... hay mucho que hacer", admiten las fuentes del departamento.
Pero hay una oportunidad, según fuentes del Ministerio. Sánchez buscará forjar una "relación especial" con el nuevo presidente estadounidense jugando la mejor baza que tiene. "En EEUU se valora muchísimo nuestra condición de socios en Defensa, Seguridad y lucha contra el terrorismo", explica una alta funcionaria del departamento.
Negociar por Rota y Morón
Además, la nueva Administración estadounidense deberá despachar con el Ejecutivo español en breve: el 21 de mayo caduca el actual convenio militar entre los dos países. Y de ello depende la presencia de tropas de EEUU en suelo español, en las bases de Rota y Morón. La continuidad conviene a los dos países. Y de hecho, España no vería con malos ojos ampliar la colaboración en la naval gaditana.
"Nos parece que es un área que debemos seguir trabajando", explican desde Exteriores. "En Estados Unidos saben que somos socios leales, serios y diligentes" en este campo. A pesar de que nuestra inversión en Defensa y nuestra colaboración con la OTAN son bajas en comparación con otros aliados, España es uno de los países de la Alianza Atlántica que más tropas tiene desplazadas en misiones de mantenimiento de la paz en el extranjero, y ésa es una baza que se juega en los tableros de la diplomacia.
"Es un valor que debemos de poner en juego", apuntan desde Exteriores, "y es un instrumento de nuestra relación bilateral con Estados Unidos que resulta muy útil e interesante". Así se espera en España, ante las intenciones de Marruecos de que Washington no renueve el convenio y sí traslade sus efectivos a la base de Alcazaseguir, entre Ceuta y Tánger.
El departamento de González Laya, en todo caso, recuerda que este punto concreto -el de la negociación militar con el Gobierno Biden- será responsabilidad del Ministerio de Defensa, que dirige Margarita Robles, "pero para EEUU nuestro valor es fundamental en compromiso de seguridad, defensivo y lucha contra el terrorismo". Y además se cree que el papel de Madrid puede ser importante en la revitalización de la OTAN, "en la que Trump no fue nada activo".
Sánchez celebra a Biden
El propio Sánchez se liberó este miércoles para opinar públicamente ahora que Donald Trump ya se ha ido de la Casa Blanca. El jefe del Gobierno español se sintió cómodo para hablar con libertad, y no sólo recibió a Joe Biden con alegría por su sintonía ideológica, sino que acogió con descanso la salida del republicano. "Hace cinco años, Trump nos parecía una broma pesada, pero es un personaje que ha puesto en cuestión la democracia más poderosa del mundo".
El presidente presumía de "practicar la unidad y el consenso" y ha ofrecido lo mismo al nuevo presidente demócrata de EEUU: "Estamos dispuestos a participar en la llamada de Biden a una reflexión de cómo articular y fortalecer los fundamentos de la convivencia". Según Sánchez, la etapa del nuevo presidente estadounidense debe servir para que las democracias occidentales se refuercen. "La tolerancia, el respeto y el imperio de reglas del juego limpias que Trump puso en cuestión tras las elecciones deben ser la base" frente al "populismo de ultraderecha".
Para Sánchez, la llegada del líder demócrata supuso una de las pocas buenas noticias de 2020: "Fue la victoria de la democracia sobre la ultraderecha" y sus métodos: el engaño masivo, la división nacional y el atropello incluso violento de las instituciones democráticas, como dijo "se pudo comprobar con el ataque al Capitolio".
¿Una cita con Sánchez?
Ahora, el jefe del Ejecutivo español "tratará de aprovechar las citas multilaterales de los próximos meses" para tener un encuentro personal con el nuevo presidente de EEUU. "La Covid lo pone todo más difícil", admiten en Exteriores, "no sólo en la posibilidad de tratar de negociar una visita" de Biden a España o de Sánchez a Washington, "también en los contenidos, porque todo está centrado ahora en la recuperación económica".
Eso centrará el arranque de la Administración Biden, pero ésa también puede ser una oportunidad para nuestro país, según refieren en Exteriores. "Es importante que España sepa encontrar foros donde dinamizar esa relación comercial y la presencia española en EEUU". El equipo de González Laya es consciente de que no hay que dejar pasar una sola oportunidad para salir de la crisis causada por la pandemia. Y aunque los lazos comerciales "vienen muy acotados por la Unión Europea", Madrid prevé darle mucha importancia al paquete económico.
Y en ese punto, el segundo apellido del Ministerio de González Laya, el de "cooperación", también forma parte de la apuesta española ante la llegada de Biden. "En esta etapa entrarán más en juego las acciones de soft power", explican las fuentes. "El nuevo líder de EEUU ha demostrado una coincidencia importante con nosotros en elementos como la cooperación al desarrollo, y el desarrollo de una diplomacia más allá de la tradicional".