Pedro Sánchez ha enmendado la plana a Pablo Iglesias. En su discurso durante el Congreso Federal del PSOE, ha relatado con minuciosidad las penurias de los exiliados republicanos españoles para diferenciarlos de la fuga de Carles Puigdemont. Aunque sin mencionar expresamente al expresidente de la Generalitat, ha incidido: "Hablo del verdadero exilio".
Esta semana, el líder de Podemos se reafirmaba en la equiparación y culpaba a la "ultraderecha" del revuelo causado por sus palabras. A la herida abierta por Iglesias en las asociaciones memorialistas se suma ahora el descontento de la facción socialista del Gobierno, verbalizada este domingo en Barcelona por el propio Sánchez.
La molestia fruto de la humillación a la herencia republicana ya traslució este viernes por boca de Carmen Calvo, que dijo: "España es una democracia. Viajas o te vas, pero no te exilias". Sin embargo, el presidente ha considerado el resbalón de Iglesias lo suficientemente importante como para dedicarle varios minutos en su discurso.
Al poco de comenzar, Sánchez se ha referido al Ayuntamiento de Maçanet de Cabrenys, que hace un año señalizó los caminos del exilio empleados por los republicanos para "huir de la guerra y del fascismo".
En ese punto, el secretario general socialista ha hablado de Manuel Azaña, Juan Negrín, Lluís Companys y el lehendakari José Antonio Aguirre. Todos ellos cruzaron a pie los Pirineos para refugiarse en Francia.
"Había caído Cataluña en manos de la tiranía. Ellos defendían la ley y temían por su vida. Sin Cataluña, la República pudo resistir poco más. España entró en la etapa más negra de su Historia contemporánea", ha resaltado.
Estas palabras forman parte de un discurso que solía compartir Pablo Iglesias. Hasta ahora, las políticas de Memoria no habían desatado demasiadas refriegas entre PSOE y Podemos. De ahí la sorpresa que produjo en Moncloa la equiparación de Puigdemont y los republicanos a manos del vicepresidente.
Aunque Sánchez ha preferido no mencionar a Iglesias, quedaba claro que estos pasajes de su arenga se dirigían principalmente a él: "El exilio es el cimiento sobre el que se construye la democracia. Tenemos una deuda con aquellas gentes. Debemos mantener viva la llama de su recuerdo".
"Contra la mentira"
Sánchez, como suele ser habitual, ha enlazado la Memoria Histórica con la agitación del miedo a la "ultraderecha". En ese aspecto, la coincidencia con Pablo Iglesias es total. "Las democracias occidentales están amenazadas por el populismo reaccionario de la ultraderecha", ha clamado.
El presidente, entonces, ha bautizado a su gobierno como el dique de contención frente al "uso sistemático y desaprensivo de la mentira" y el "fomento constante de la división social".
Ha acusado a sus rivales de "tratar al adversario como enemigo" y ha prometido "poner coto" a la apertura de trincheras entre los distintos. Una división de la que, precisamente, le vienen acusando Casado, Arrimadas y Abascal desde que fue investido presidente.
Sobre la Covid
Con tono triunfalista, Sánchez ha asegurado que la pandemia "no ha transformado el ideario progresista": "Hemos desarrollado un escudo social sin precedentes". En ese instante, ha acusado al gobierno de Mariano Rajoy de no haber hecho lo propio en la anterior crisis económica: "Nosotros hemos roto el marco de la austeridad".
Sobre la inmunidad, ha insistido en que, para este verano, "estará vacunado el 70% de los españoles": "El Estado lo ha dado todo. Hemos acelerado todos los procesos legales, logísticos y económicos para que las dosis llegaran cuanto antes".
Esta ha sido la única mención autocrítica: "Podríamos haberlo hecho mejor, es verdad. Nos exigimos ser más veloces, eficaces y equitativos. Ningún gobierno, en ningún país democrático, estaba preparado para la pandemia. Son enseñanzas de las que vamos aprendiendo".
Sánchez ha celebrado que la recuperación "está cada vez más cerca": "2021 será el año de la vacuna y de la esperanza". Por último, ha dedicado largo rato a presumir de la "pluralidad de los Presupuestos": "Los han apoyado once partidos distintos. Eso no es fruto de la casualidad, sino de la negociación y de la unión de la mayoría en beneficio de todos".