Hana Jalloul Muro es la secretaria de Estado para las Migraciones en el Gobierno de España. Lleva toda la vida contando la misma historia: que su padre es libanés y que ella es española. Nació en Zaragoza hace 42 años y se siente aragonesa como su madre y orgullosa de sus raíces. Se doctoró en la Universidad Complutense de Madrid y es experta en terrorismo internacional.
Ha sido diputada de la Asamblea de Madrid y asesora del exdelegado del Gobierno en la capital, José Manuel Rodríguez Uribes. Ha trabajado en la Comisión Europea e incluso ha sido asistente política en la Misión de Observación electoral de la Unión Europea para las elecciones del Líbano.
Quizá con ese currículo de servicio a su país pensó que no tenía que seguir justificando de dónde viene su nombre y apellido, pero hoy ha estallado con una denuncia desesperada por el racismo y la xenofobia que sufre habitualmente en las redes sociales.
"En Twitter suelo recibir mensajes como estos ante los que habitualmente callo. Hoy no lo haré. Por mí y por quienes sufren sin tener la oportunidad de responder ante el odio, el racismo y la xenofobia me siento en el deber moral de responder y hablar con orgullo de lo que soy".
Sólo el sábado por la mañana, Hana Jalloul ha tenido que leer como alguien preguntaba: "¿Tenemos a una mora de Secretaria de Migraciones? Merecemos que nos caiga fuego y azufre del cielo". O una hora más tarde otro que aseguraba que "a esa inepta prevaricadora lameojoetes de sus jefes, es a la primera que habría que deportar".
Su manera de denunciar estos insultos ha sido volver a contar su historia: "Mi nombre es Hana Jalloul Muro. Nací en Zaragoza y crecí entre Sabiñánigo (Huesca) y Madrid. Mi madre es aragonesa, y mi padre libanés. Se conocieron cuando él estudiaba medicina en Zaragoza".
Hana no sólo quiere que se conozca su historia, sino que busca con su forma de explicarla retratar a quienes utilizan las redes sociales para amedrentar, amenazar y general olas de odio contra determinados grupos sociales en España.
Su hilo de Twitter ha sido compartido por miles de personas y jaleado por su propio jefe, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, pero también por la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y hasta por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha insistido en que "el racismo y la xenofobia no deben tener cabida en nuestra sociedad. Su odio no podrá con nuestra determinación de hacer de España un país en el que cabemos todos y todas".
Hana sabe que la España en la que nació es muy diferente a la que ahora vive. "Entonces mi historia era menos habitual". Sin embargo, hoy ha estallado, en nombre de los que no pueden hacerlo, porque las redes sociales se han convertido en amplificadores de determinados mensajes de odio.
Ella tiene claro que está orgullosa de sus raíces y "del país que me vio nacer, mi país: España". Pero también de "la unión de culturas que tengo el privilegio de encarnar y que me define como ser humano".
Desde su secretaría trabaja por un valor que ella misma encarna: "Creo en una España inclusiva y solidaria. Y trabajo por ella cada día". Por eso hoy ha decidido no callar.