Podemos recula con el 8-M tras avisar Moncloa de que las marchas podrían volverse en su contra

Desde Moncloa son conscientes de que unas hipotéticas imágenes de aglomeraciones (hasta 500 personas) podrían ser utilizadas por la oposición para debilitarles. En este sentido, distintas voces del PP y Ciudadanos ya han asegurado que no acudirán a las manifestaciones del 8-M porque sería "una temeridad" y "España no está para estos actos".

A eso hay que sumar que el PSOE tiene la lección aprendida del año pasado. La celebración de manifestaciones feministas, así como otro tipo de actos permitidos por el Gobierno el pasado 8 de marzo, fue una temeridad sanitaria muy criticada por la oposición y por gran parte de la sociedad civil.

Una reciente investigación de científicos de las universidades Rovira i Virgili de Tarragona y de Zaragoza ha demostrado que si durante la primera ola el confinamiento domiciliario se hubiese producido siete días antes, se habría salvado la vida de unas 20.000 personas.

Distintas posturas

Que las posturas de PSOE y Unidas Podemos sobre la celebración de marchas multitudinarias con motivo del 8-M eran distintas era vox populi. No en vano, han dedicado los últimos días a -como viene siendo habitual- airearlas en público.

Por parte socialista, la primera en manifestarse en contra de estos actos fue la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que aseguró que este tipo de concentraciones "no ha lugar". Posteriormente, la ministra de Defensa, Margarita Robles, salió a apoyar su tesis: "No es responsable; hay que evitar situaciones de contagio".

Una llamada a la responsabilidad que chocaba con la postura de Unidas Podemos. La formación morada se mostraba muy firme en su posición con respecto a celebrar el Día Internacional de la Mujer por todo lo alto pese a la pandemia. De hecho, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha estado promocionando estos días la jornada y anunciando que estarán "con las mujeres".

Para más inri, Pablo Echenique apeló a que "otras manifestaciones" se están celebrando en España para justificar su aseveración categórica de que Unidas Podemos se unirá a las marchas por el 8-M. Hasta tres veces respondió el portavoz parlamentario de Podemos en rueda de prensa lo mismo.

Sin embargo, desde su equipo de colaboradores se instó a la prensa a "interpretar" sus palabras. Cuando el dirigente morado alegó que lo dicho este miércoles por Carolina Darias era sólo "una recomendación", lo que quería decir -supuestamente- es que Unidas Podemos atenderá la recomendación de Sanidad.

Cuando apuntó a que la formación morada acudirá a las marchas "que se convoquen", el sentido de su discurso era -en realidad- que aún no hay ninguna manifestación convocada, así que no pueden decidir sobre algo inexistente. 

Y cuando se refirió a que las delegaciones de gobierno están marcando cómo pueden ser estas concentraciones, lo que se debía escuchar era que Unidas Podemos esperará a que el movimiento feminista contacte con las autoridades. Porque es al feminismo al que compete tomar la inciativa.

La realidad es que cada día son más las desavenencias entre PSOE y Unidas Podemos en el seno del Gobierno de coalición. Y esto explica en parte el cambio de criterio del partido de Pablo Iglesias, que trata estos días de no avivar más fuegos con el lado socialista del Gobierno en plena negociación para la renovación del CGPJ.