El régimen de Maduro dice que el nuevo embajador español, afín a Sumar, es "garantía de no injerencia en asuntos internos"
- Albacete toma posesión dos semanas antes de que Venezuela nombre a su presidente, con Edmundo González exiliado en España y reclamando el cargo.
- Más información: Edmundo González, a un mes de la toma de posesión en Venezuela: "Nuestro país vivirá el cambio que tanto anhela".
El régimen de Nicolás Maduro ha celebrado el nombramiento del diplomático Álvaro Albacete como nuevo embajador de España en Caracas. En la televisión estatal venezolana se ha asegurado que con él comienza "una nueva era de diálogo político, de respeto a la autodeterminación y a la no injerencia en asuntos internos".
Antes de ser nombrado embajador, Albacete ejercía de jefe de gabinete del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, de Sumar. Llega a su nuevo puesto en un momento crítico en las relaciones entre España y Venezuela porque el próximo día 10 concluye el mandato de Maduro tras las elecciones del 28 de julio y España no ha reconocido como vencedor ni al líder chavista ni al opositor Edmundo González.
Ahora, las autoridades venezolanas ven con optimismo la posición de España. El nuevo embajador entregó las cartas credenciales a Maduro el lunes, víspera de Nochebuena, que le recibió en el salón Sol del Perú del Palacio de Miraflores, uno de los más emblemáticos del edificio que alberga la sede del Gobierno venezolano.
El acto fue retransmitido en directo por la televisión estatal venezolana, lo que da al acontecimiento una especial relevancia. La televisión aseguró que se trataba de una jornada "memorable e histórica entre ambas naciones" y que el embajador (es decir, España) iba a respetar la autodeterminación venezolana sin injerir en la política interna.
Con este tono, el régimen de Maduro rebaja la presión después de convocar en septiembre al embajador de España y llamar a consultas a su representante en Madrid. Además, en octubre, el Parlamento venezolano aprobó una solicitud para pedir a Maduro que rompiera relaciones diplomáticas, consulares y comerciales con España.
En la moción, promovida por el presidente Jorge Rodríguez, mano derecha de Maduro, se acusaba a España de estar dando refugio "a varios delincuentes, ladrones y asesinos de Venezuela, con cuentas pendientes con la Justicia, como Leopoldo López, Antonio Ledezma, Dinorah Figuera, Luisa Ortega Díaz y Enzo Franchini".
Sorpresa por el elegido
La designación de Álvaro Albacete como nuevo embajador en Caracas causó cierta sorpresa en España, ya que se trata de una embajada clave, acostumbrada a las tiranteces diplomáticas, y Albacete no tiene ningún tipo de experiencia previa como embajador.
Además, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, relevó de manera precipitada a su antecesor, Ramón Santos. A Santos le quedaban pocos meses para jubilarse y la práctica habitual dicta que tendría que haber agotado su periodo. Sin embargo, Exteriores quería acelerar el proceso de sustitución antes del 10 de enero.
Ese día se producirá la toma de posesión del presidente de Venezuela y Edmundo González ha afirmado que acudirá a la misma. El propio expresidente del Gobierno Felipe González pidió al Gobierno de Pedro Sánchez que ayudara al venezolano a regresar a Caracas para la toma de posesión, de la misma forma que le ayudó a salir de Venezuela en septiembre.
Tanto el Congreso de los Diputados como el Senado, así como el Parlamento Europeo y otros países socios, reconocen a Edmundo González como presidente electo de Venezuela. Sin embargo, Sánchez no quiere llegar tan lejos y sólo le ha otorgado el estatus de asilo, para evitar una fuerte reacción de Maduro antes de que se despeje la incógnita de qué pasará el 10 de enero.
La prensa venezolana ha recogido unas recientes declaraciones de Albares en las que dijo que España va a hacer "todo lo que esté en nuestra mano para que triunfe la voluntad de los venezolanos y que sea pacífica". La frase es lo suficientemente ambigua como para que los cercanos al régimen de Maduro y los opositores se sientan tranquilizados.
Además de esta tarea, Álvaro Albacete también tendrá que hacer frente a la detención de Andrés Martínez Adasme y José María Basoa Valdovinos, los dos españoles que fueron detenidos en Venezuela en septiembre y acusados de formar parte de una operación para asesinar a Maduro. España no reconoce estas acusaciones y pide su liberación.