La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, descarta celebrar una nueva asamblea general pese a las voces que se elevan en el sector crítico del partido. Un año después del cónclave en el que resultó elegida para relevar a Albert Rivera, la dirigente se ha reafirmado en su proyecto y ha pedido respeto a la democracia interna.
"Yo llevo un año en el cargo, un año de pandemia. Por tanto, nuestro proyecto se tiene que seguir implantando", ha dicho la líder naranja, subrayando que su estrategia fue refrendada por "más del 90% de la militancia".
Tras la reunión de la ejecutiva permanente, Arrimadas ha respondido así a las voces más críticas que han pedido cambios en la dirección del partido a raíz del hundimiento electoral en Cataluña y exigen una asamblea general ordinaria.
Según la corriente Renovadores, Ciudadanos está obligado a convocar este año un cónclave ordinario, como marcan los Estatutos que debe hacerse cada cuatro años, puesto que la de abril de 2019 afirman que fue extraordinaria, un criterio que no comparte la dirección.
Sobre los cambios organizativos que han planteado algunos dirigentes naranjas tras los comicios catalanes y que aluden, entre otras cosas, a la ampliación del núcleo duro de dirección (actualmente son siete miembros), Arrimadas se ha limitado a responder que el proyecto que ella lidera "tiene que seguir su camino" y que todavía no se ha acabado de implantar.