Arrimadas incluirá en su núcleo duro a Villacís, Aguado, Cantó y Marín para intentar salvar a Cs

Hasta ahora, el llamado comité permanente estaba formado por Edmundo Bal, Carlos Cuadrado, José María Espejo, Melisa Rodríguez y Borja González. Con este gesto, Arrimadas tratará de buscar una "tregua" con los críticos y construir una formación "integradora". Así lo ha confirmado EL ESPAÑOL de fuentes autorizadas.

El ofrecimiento se producirá este lunes en la Ejecutiva. Arrimadas, a tenor de lo contrastado por este diario, ya ha amarrado el "sí" de Marín, Villacís y Aguado. Está por ver la respuesta de Cantó, uno de los dirigentes más críticos con la estrategia seguida por la organización en los últimos meses.

Se trata de toda una revolución interna que busca levantar un muro frente a la absorción en la que trabaja el PP. A la vista queda el viaje a Génova del ex secretario de Organización Fran Hervías pertrechado de su red territorial.

Los barones de Ciudadanos no habían tenido poder orgánico desde que llegó Arrimadas. Dicho de otra manera: no habían participado de las decisiones clave. Se enteraron por la prensa de las negociaciones con el Gobierno, del estado de alarma de seis meses o del lanzamiento de la moción de censura en Murcia.

Estos movimientos fueron pensados por Cuadrado y Espejo, bajo la batuta de Arrimadas. Previsiblemente, aunque los vicesecretarios permanezcan en el partido, se les relevará de algunas de sus funciones más importantes.

Debate largo y duro

Este lunes, el debate será largo y duro en el tono. Participarán decenas de cargos. Se reúne la ejecutiva ampliada, que tiene un carácter consultivo. La llamada permanente, hasta ahora integrada por seis miembros, es la que realmente decide. De ahí que Arrimadas busque cambiar sobremanera este órgano.

La negociación de los Presupuestos con Sánchez comenzó a tensar el partido. Después, el "sí" a un estado de alarma de seis meses soliviantó a una gran mayoría. Por último, la estrategia murciana y la voladura de puentes con el PP... generó la revuelta.

Arrimadas tiene pensado llamar a una última oportunidad, a una última batalla por consolidar el espacio de centro. Intentará convencer a sus compañeros de que, con un número de escaños ostensiblemente menor que el actual, se pueden condicionar los gobiernos de toda España.

Con la inclusión en el núcleo duro de los líderes territoriales, Arrimadas pretende generar una reactivación de las bases autonómicas y municipales, donde ya ha empezado la desintegración camino del PP.

Los apenas 50 días que faltan para el 4 de mayo -elecciones en la Comunidad de Madrid- serán trascendentales para la vida -o la muerte- del partido.