El PSOE defiende ante el juez la calle dedicada a Largo Caballero: "Se opuso a toda veleidad comunista"
EL ESPAÑOL accede al documento en el que el Grupo Socialista de Madrid defiende al 'Lenin español' como una "víctima de la dictadura".
20 abril, 2021 02:30Noticias relacionadas
El PSOE continúa empeñado en recuperar los monumentos en honor a Largo Caballero. Tan es así que el partido ha presentado un recurso ante el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº1 de Madrid en el que se refiere al Lenin español como alguien que "se oponía a toda veleidad comunista".
¿Cómo se ha llegado a esta situación? Recapitulemos. El pasado 29 de septiembre, el pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó la retirada de las calles y placas en honor a los ministros socialistas durante la Segunda República Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto.
El PSOE recurrió entonces la decisión ante el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo, que desestimó su recurso en febrero. La situación todavía se dirime en los tribunales, por cuanto el recurso contencioso-administrativo del PSOE aún no se ha resuelto.
EL ESPAÑOL ha tenido ahora acceso al recurso, que está regado de halagos y parabienes hacia el Lenin español, del que se asegura que "se opuso firmemente a toda veleidad comunista". Una afirmación difícilmente sostenible con arreglo a la Historia y a los documentos historiográficos.
Más aún, después de que el diario El Mundo publicara el pasado martes una entrevista perdida de Largo Caballero, en la que éste aseguraba que "habrá soviet en España cuando caiga Aznar". En ese extenso artículo, el periodista Edward Knoblaugh señala que "Largo Caballero asaltará el poder cuando esté dispuesto" y que "antes de cinco años España será soviética". Pura veleidad anticomunista.
El documento
El documento remitido al Juzgado Contencioso-Administrativo nº1 de Madrid está firmado por D. José Vicente Hernández Fernández (más conocido como Pepu Hernández) y Ramón Silva Buenadicha, diputados del Grupo Socialista en el Ayuntamiento madrileño.
Los socialistas resaltan en el texto que las figuras de Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto Tuero han sido "reconocidas en múltiples ciudades, entre otras en la ciudad de Madrid mediante monumentos debidamente protegidos, lo que el Acuerdo impugnado pretende arrumbar".
El texto asevera que "durante el mandato de Largo Caballero como presidente del Gobierno no se cometieron las mayores atrocidades en la zona republicana", sino "todo lo contrario": "La recuperación de la autoridad del Estado con la eliminación de las milicias de vigilancia en retaguardia y la limitación de la represión política (habitual en toda guerra) por medio de los tribunales populares".
Para más inri, el Grupo Socialista se refiere a Largo Caballero e Indalecio Prieto como "figuras políticas que se distinguieron por su oposición a la sublevación militar, por la defensa de la legalidad en la Guerra Civil y por ser víctimas de la dictadura".
Cabe recordar que la calle fue retirada con arreglo a lo prescrito por la ley de memoria histórica aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En concreto, a su artículo número 15, que prescribe "evitar toda exaltación de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura, en el convencimiento de que los ciudadanos tienen derecho a que así sea, a que los símbolos públicos sean ocasión de encuentro y no de enfrentamiento, ofensa o agravio".
Vox, PP y Ciudadanos se remitieron a este artículo para borrar toda referencia a Largo Caballero del callejero, pero también recordaron la resolución del Parlamento Europeo de 2019 que condena el "totalitarismo comunista", equiparándolo al nazi.
Junto al Ayuntamiento de Madrid, la Asociación de Memoria Histórica Raíces figura como codemandada en el proceso. La entidad, conocida por pedir que se aplique la ley de memoria histórica a los bandos enfrentados en la Guerra Civil, se encuentra "defendiendo la legalidad de la retirada de las calles".
Desde Raíces aseguran que hay "testimonios historiográficos sobrados y de primer nivel" que acreditarían el carácter "revolucionario, antidemocrático, estalinista y soviético" de Largo Caballero.
Largo Caballero
Francisco Largo Caballero fue ministro de Trabajo tras la proclamación de la Segunda República (14 de abril de 1931), cargo que mantuvo durante el gobierno del primer bienio presidido por Manuel Azaña. También presidente del Consejo de Ministros durante la Guerra Civil.
La belicosidad de su discurso y su buena sintonía con Iósif Stalin -con quien se enviaba misivas- le hicieron valedor del sobrenombre del Lenin español. No en vano, llegó a decir que los socialistas irían a la guerra si "las derechas" ganaban las elecciones de febrero de 1936.
No fue necesario, pues el Frente Popular se impuso en aquellos comicios. Tras la victoria, se enfrentó públicamente a Indalecio Prieto. Mientras éste último defendía la democracia republicana, Largo Caballero abogaba por la dictadura del proletariado. Dos proyectos irreconciliables.
Cuando se produjo el golpe de Estado de julio 1936, el socialista radical exigió que se entregaran armas a todos los obreros y sindicalistas, y él mismo visitó con un fusil en el frente madrileño. Tras el derrumbe del Gobierno de José Giral, en plena Guerra Civil, Largo Caballero asumió el cargo de presidente y ministro de la Guerra, integrando a socialistas, comujnistas y anarquistas en las brigadas mixtas.
Tras la guerra, se exilió en Francia. Ahí fue detenido por la Gestapo e internado en el campo de concentración de Sachsenhausen, hasta que fue liberado por el Ejército Rojo. Murió en París en 1946.
Por todo lo expuesto, PP, Ciudadanos y Vox coinciden en tildarlo de "antidemócrata", aunque ahora el PSOE se empeñe en defender el legado de éste arguyendo que se opuso "a toda veleidad comunista". Saquen sus propias conclusiones.