La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en una imagen de archivo.

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en una imagen de archivo. Efe

Política ELECCIONES

Ciudadanos confía en que Sánchez adelante a abril de 2023 las elecciones para llegar vivos a las urnas

Los de Arrimadas cruzan los dedos para que no tengan que concurrir a las urnas en ningún lugar antes de esa fecha.

24 mayo, 2021 02:44

Inés Arrimadas cruza los dedos para que no haya elecciones en lo que queda de año. También deshoja la margarita de cara a 2022: lo quiere libre de urnas hasta diciembre, cuando llegarán las autonómicas andaluzas. "Necesitamos tiempo y estabilidad para poder rearmar nuestro proyecto", reseña un importante dirigente de la formación.

Desde que la jerezana llegó a la presidencia de Ciudadanos, los procesos electorales han arrojado, siempre, malas noticias para los liberales. Galicia, País Vasco, Cataluña, Madrid... A esto se une la errática estrategia que prendió la mecha del terremoto murciano.

Ahora, bajo el lema "la alternativa liberal", Arrimadas trata de mirar hacia delante y sacar el proyecto de la UCI. "Parece que ahora podremos tener esa calma. Sólo así recuperaremos fuelle", aseveran las fuentes consultadas. El núcleo duro de Ciudadanos procurará darse nueva vida en la convención de julio, donde se buscará un pacto de ilusión con la militancia, que ya está enviando sus propuestas a la calle Alcalá, 253.

Sin embargo, los dirigentes de la organización desean esa "calma" hasta cierto punto. No quieren que Sánchez agote la legislatura; es decir, piensan que no les convienen unas elecciones generales en noviembre de 2023, como en teoría marca el calendario.

Su fecha ideal va de diciembre de 2022 a abril de 2023. Por un motivo cristalino: los liberales pronostican que, en las andaluzas de diciembre del año que viene, mantendrán la representación y podrán reeditar la coalición de gobierno con el PP.

Eso -sintetizan- les daría alas y frenaría la sangría que ahora les lamina. Sin embargo, para abril del 23 están previstos los comicios valencianos, donde Ciudadanos sufre uno de los conflictos internos más angustiosos. Allí, su grupo parlamentario está dividido y su exlíder, Toni Cantó, trabaja para el PP.

Las expectativas en Valencia, aunque todavía quede mucho, son malas. De ahí que se quiera aprovechar la ola de las andaluzas y concurrir a las generales antes de un nuevo batacazo.

Para más inri, en mayo de 2023, sólo seis meses antes de unas hipotéticas elecciones generales, se celebraría el gran ciclo de autonómicas y municipales. Una prueba que, salvo mayúscula sorpresa, Arrimadas afrontará sumida en una grave crisis territorial.

Desde hace meses, tal y como desveló EL ESPAÑOL, Fran Hervías -ex secretario de Organización de Ciudadanos- trabaja para traspasar a Génova cientos de concejales, diputados autonómicos y nacionales. Este trabajo ya ha dado sus frutos. El goteo de bajas destinadas a los grupos no adscritos -quienes dejan la política no suelen formar parte de la operación- lleva el sello de "Lobo" -así se presentaba él mismo en relación al personaje de Pulp Fiction-.

"Sánchez convocará elecciones cuando le convenga a él, no a España", afirma un importante dirigente de Ciudadanos. Y ese sentir, por primera vez, podría enlazar también con la conveniencia del partido naranja.

Al presidente del Gobierno -teniendo en cuenta el precedente de la Comunidad de Madrid- le interesa que el PP no pueda sacar partido al argumento del "voto útil". Si Ciudadanos está muerto, Casado tendría más razones que nunca para hacerlo. El "divide y vencerás" viene saliendo muy rentable a Sánchez. Se trata de una estrategia fomentada desde que lanzó la moción de censura y que todavía pervive.

La alternativa liberal

Ciudadanos -así lo adelantó EL ESPAÑOL- ha decidido abandonar la etiqueta de "centro" para arrimarse a la de "liberal". Consideran que el "centro" se ha convertido en una especie de baúl donde "cabe casi todo".

"Tanto el PP como el PSOE se definen así cuando les conviene. Somos conscientes de que reiterar esa idea nos ha llevado a la indefinición. Hoy, en España, decir que uno es de centro es no decir nada", razona otro dirigente de Ciudadanos.

Por eso, el objetivo de la convención de julio es airear un "rearme ideológico" en el que ya se está trabajando y que se trufará con las propuestas de la militancia. "Queremos ser el verdadero partido liberal en España, homologado con las formaciones europeas que así se describen. Y nutrir ese discurso es complicado. Trabajaremos mucho en ello. Si lo conseguimos, tendremos un espacio garantizado", sintetiza este veterano mandatario naranja. Para ello se hará hincapié en todas esas cuestiones sociales como el aborto, la eutanasia o el colectivo LGTBI que "abren un abismo" entre el PP y Ciudadanos.

Este objetivo se asienta en Daniel Pérez y Edmundo Bal -nuevos vicesecretarios-, Marina Bravo -secretaria general-, Guillermo Díaz -diputado nacional- y la propia Inés Arrimadas. También se consulta mucho más que antes a Juan Marín -vicepresidente de Andalucía- y Begoña Villacís -vicealcaldesa de Madrid-.

También se está relanzando la relación con los eurodiputados capitaneados por Luis Garicano. "Podemos aprender mucho de los partidos que forman el grupo. Pediremos consejo y seguro que nos dan buenas ideas", dicen en Ciudadanos. Por último, se encargarán estudios sociológicos que orienten a Arrimadas en este nuevo camino.