El edificio que ocupa la Delegación de la Unión Europea en Rabat parece más bien un centro de ocio o un mall. Pero dentro, en lugar de bares o tiendas, lo que hay es oficinas y despachos. Desde uno de los más cercanos al de Claudia Wiedey, la embajadora de la Unión Europea en Marruecos, se marcó el teléfono del jefe de la División de Migraciones del Ministerio del Interior marroquí, en la mañana del miércoles 19 de mayo, con la crisis fronteriza de Ceuta en plena ebullición.
Sólo 36 horas después de que sus gendarmes alentaran la invasión de Ceuta por más de 8.000 personas en apenas un día, la UE dejaba claro que esa frontera no era sólo española, sino europea. Y que ni Bruselas ni Madrid iban a tolerar que el Gobierno de Mohamed VI jugara con las vidas de los migrantes para sacar ventajas políticas.
El responsable de fronteras marroquí, Aziz Jilali, también recibió un encargo desde el Riad Business Center, sede de las oficinas de la UE en el bulevar Er-Riad de Rabat: que hiciera saber a sus superiores que su país se estaba jugando no volver a ver los más de 1.000 millones de euros al año que ha venido recibiendo de los fondos de ayuda y cooperación europeos desde 2007. Justo ahora que se está negociando el nuevo paquete.
El mensaje de que la Unión Europea estaba tomando las riendas de la respuesta a la crisis fue recibido por el alto funcionario de Rabat. Es una de las personas que mejor conoce los despachos de Bruselas y de Madrid, y muy consciente de que la Comisión Europea tiene 79.500 millones de euros sobre la mesa para repartir, del nuevo instrumento denominado Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional (NDICI, por sus siglas en inglés).
"Oportunidad histórica"
"Pero todo eso coincidió con el cambio de tono de Pedro Sánchez, que ha perdido una oportunidad histórica", lamenta José Ramón Bauzá, eurodiputado de Ciudadanos y responsable de la estrategia de Renew Europe para el norte de África y Oriente Medio, en conversación con este periódico.
Bauzá celebró la respuesta del Gobierno y de las instituciones de la UE durante los días del asalto a la ciudad autónoma. Sánchez hizo una declaración institucional "firme y contundente" y tomó un helicóptero de inmediato para visitar Ceuta y Melilla, un gesto que Rabat suele interpretar como agresivo. "Pero para agresión, la de ellos".
Aunque el eurodiputado comenzó a detectar un cambio de discurso de Madrid ya el mismo miércoles, cuando el Alto Representante, Josep Borrell, advirtió a Marruecos de que "los fondos europeos están sujetos al cumplimiento de los acuerdos". Es más, que "la UE hará todo lo necesario para apoyar a España en estos momentos difíciles". Pero Moncloa dijo "no" a lo primero y calló a lo segundo. No pidió más ayuda.
"El presidente tenía una oportunidad histórica", continúa el también expresidente autonómico de las Islas Baleares, "un Consejo Europeo sólo una semana después". Según Bauzá, lo lógico habría sido que Sánchez aprovechara el apoyo unánime de Charles Michel, Ursula von der Leyen, David Sassoli y el de la misma Angela Merkel "para introducir una propuesta de sanciones a Rabat en el orden del día".
A cambio de eso, lo que ocurrió -como ya informó EL ESPAÑOL- fue que Madrid solicitó a la delegación de Mario Draghi que liderara la reactivación del nuevo Pacto para la Migración y Asilo, propuesto por la Comisión pero guardado en un cajón desde septiembre.
Entonces, ¿no hay que vincular la entrega de fondos al cumplimiento de los acuerdos? "No", dijo Sánchez a la salida del Consejo. Y se quedó callado... hasta que la sorpresa de los periodistas le hizo añadir que quiere "las mejores relaciones" con Marruecos y se presentó como "el mejor valedor" de Rabat en la UE.
"El inicio de algo largo"
"Pero eso es falso, valedor es Francia", añade, por su parte, Javier Zarzalejos, europarlamentario del PP y en la Comisión de Interior. "Esto no es puntual ni una crisis migratoria, eso es sólo una esquinita de la foto", argumenta. "Esto es el comienzo de una estrategia a largo plazo y de larga duración, en la que Marruecos busca el control del Sáhara, en lo que Francia no será obstáculo, y en la que Rabat tiene más cartas en la mano que Madrid... sobre todo, las está jugando mejor".
¿Y eso qué quiere decir? Fuentes del entorno del presidente reconocen que la acción agresiva de Rabat lo pilló con el pie cambiado, y que la presión marroquí es creciente desde hace meses: cierre de la aduana de Melilla, suspensión de la Operación Paso del Estrecho, la oleada de cayucos a Canarias, el aplazamiento sine die de la Reunión de Alto Nivel (RAN) de los dos Gobiernos...
Entretanto, Marruecos negociaba con EEUU, compraba aviones y misiles a sus empresas militares y pactaba relaciones diplomáticas con Israel a cambio de que Donald Trump reconociera unilateralmente la supuesta marroquinidad del Sáhara
Eso envalentonó aún más a Rabat. Fuentes del Ministerio de Exteriores explican a este periódico que España es consciente de que Marruecos no actúa como un socio fiable, pero que es inevitablemente un socio. "Es un vecino directo, y debemos colaborar", apunta un portavoz de la Oficina de Información Diplomática (OID). "No se puede humillar al vecino", añaden un ministro en una charla informal, "la decisión de Sánchez es prudente y es la adecuada".
¿Y cuál es la decisión de Sánchez? El lunes, a su llegada a Bruselas, el presidente español fijó posición sobre el "intolerable" secuestro de un avión por parte del Gobierno de Bielorrusia antes de hablar sobre Marruecos. Y evitó repetir su discurso de sólo seis días atrás. Ya no se refirió a una "operación deliberada de un país tercero contra las fronteras españolas y de la Unión Europea", sino a una "crisis migratoria" en Ceuta.
Los acuerdos de 1996
"Sánchez podría haber invocado el Acuerdo de Asociación de la UE y Marruecos de 1996", recuerda Bauzá. "En él se especifican las obligaciones de Rabat en cooperación fronteriza y migratoria, y las consecuencias de su incumplimiento", que son las sanciones que se podrían haber discutido en el seno del Consejo, como las que se propusieron de urgencia para Bielorrusia.
Como las deliberaciones del Consejo son secretas, el eurodiputado de Cs ha remitido una carta al presidente del mismo, Charles Michel [consúltela aquí en PDF], para tener constancia oficial de lo que a él ya le han contado algunos de los implicados en la reunión de los pasados lunes y martes: "¿Ha solicitado el Gobierno español que la transferencia de fondos europeos a Marruecos quede supeditada al estricto cumplimento de sus compromisos migratorios con la UE y España?".
Una parecida ha enviado Jordi Cañas, su compañero liberal en el Grupo Renew, a Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión [consúltela aquí en PDF]. Y es que el nuevo paquete de fondos de cooperación NDICI tiene asignados más de 19.320 millones sólo para las políticas de Vecindad con el Norte de África.
"Marruecos ha sido el socio privilegiado y el mayor receptor de fondos de la Unión hasta ahora", recuerda Zarzalejos.
Y eso es lo que sugirió el alto funcionario europeo al jefe de la División de Migraciones marroquí el miércoles 19: la mayor parte de esa porción de la tarta es lo que se jugaría perder Marruecos. Quizá por eso Moncloa lanza ahora el mensaje a Rabat de que España es su "mejor abogado" en Bruselas.
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