El compromiso de la ministra de Igualdad era que "la autodeterminación de género será ley". Y lo será este mismo martes 29 de junio, cuando Irene Montero lleve a Moncloa su anteproyecto, por fin de acuerdo con el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo.
Ambos departamentos son coproponentes de la norma, según consignó Moncloa y, tal como cuentan fuentes gubernamentales, para evitarse "problemas de seguridad jurídica" como los que atrasaron el primer texto impulsado por Montero, la ley del "sólo sí es sí", un proyecto que no termina de arrancar.
Los trabajos entre Igualdad y Justicia han avanzado muy rápido desde que hace poco más de un mes, el presidente del Gobierno se vio obligado a aceptar el concepto de "libre autodeterminación de género" dentro de la norma.
El PSOE se agarraba a dos argumentos para rechazarlo. El primero, que el acuerdo de coalición no lo incluía. De hecho, en el punto 5.12) Un País Orgulloso de su Diversidad el documento se limita a comprometer "una Ley trans que trabaje de forma efectiva para erradicar todas las formas de discriminación hacia las personas trans en todos los ámbitos" [consúltelo aquí en PDF].
El segundo, que la defensa de los derechos de las personas trans no debía afectar a la lucha feminista. Y es que la concepción del feminismo tradicional en el PSOE "rechaza la teoría queer" que preconiza la sustitución del sexo por el género en los textos legales.
Hace sólo un año, Carmen Calvo, secretaria de Igualdad socialista; José Luis Ábalos, secretario de Organización; Santos Cerdán, secretario de Relaciones Partido/Gobierno; y Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, secretario de Relaciones Institucionales, firmaron un documento en el que se calificaba esta idea como una manipulación interesada de conceptos "fundamentales en el feminismo como son el sexo y el género" que pone "en riesgo el propio concepto jurídico y sujeto político mujer".
Pero cuando el pasado 18 de mayo, el Grupo Parlamentario Socialista hizo decaer una proposición de ley Trans llevada al Congreso por ERC, y cuyo articulado era "un calco" del de Unidas Podemos, según las fuentes parlamentarias consultadas, Sánchez hubo de ceder. Los colectivos se concentraron frente al Congreso y amenazaron al PSOE con boicotearlo en los actos del Orgullo si no rectificaba.
Boicot al PSOE
Según Mar Cambrollé, presidenta de la a Federación Plataforma Trans, la condición sine qua non para el PSOE era que el Ministerio de Justicia debía llegar a un acuerdo con el de Igualdad antes del Orgullo y llevar la ley al Consejo de Ministros. "Es condición que la ley se apruebe antes del Orgullo". Y que el texto no incluya condiciones ni de tiempo, ni de edad "ni de ningún tipo".
De inmediato, Sánchez entendió que el PSOE había perdido la batalla. Aceptó negociar la autodeterminación de género y encargó a Carmen Calvo que, como ministra de la Presidencia, se limitara a coordinar los trabajos, pero que éstos se llevaran en solitario entre los ministerios coproponentes, con el objetivo de que no sólo Unidas Podemos pueda presumir de su victoria, sino que el PSOE pueda salvar su posición.
El resultado es que la norma, definitivamente, llega el 29-J a Moncloa, un día después de la fecha oficial del Orgullo, pero antes de casi todas las celebraciones convocadas en toda España.
Así será el procedimiento
Y que la norma no sólo incluye la "libre autodeterminación de género", sino que permitirá el cambio de sexo y nombre en el Registro Civil a partir de los 14 años si los menores están "asistidos" por sus padres o representantes legales, y a partir de los 16 de manera autónoma.
Además, se elimina la patologización de la disforia de género: no se necesitarán informes médicos, ni testigos, ni pruebas para que una persona trans modifique la mención del sexo y su nombre. Es decir, que el Estado reconocerá la identidad libremente expresada por la persona que solicite un cambio registral, exclusivamente con un proceso administrativo sencillo ante el Registro Civil.
El procedimiento que contempla el texto, según ha podido saber EL ESPAÑOL, constituye una de las pequeñas victorias que se apunta el PSOE para asegurar las "garantías jurídicas" de la norma. La persona interesada expresará su voluntad ante el funcionario -mediante un procedimiento sencillo y hasta telemático- y deberá volver a hacerlo tres meses después -esta vez ya de modo presencial- para que el cambio sea efectivo.
El PSOE batalló hasta última hora por que Unidas Podemos se aviniera a otra salvaguarda: que hiciera falta "un testigo" para dar fe de la condición trans de la persona solicitante. Finalmente, y como adelantó este periódico, no será así.
Otro de los puntos en los que cedió Igualdad fue en el de fusionar los anteproyectos de ley Trans y de ley LGTBI. Ambos estaban comprometidos por separado en el acuerdo de coalición. Y Unidas Podemos tenía especial interés en diferenciar ambas realidades, para "visualizar la defensa integral de cada una de las realidades". Finalmente, se tramitan como un solo texto.
Fuentes del Gobierno afirman que el texto que aprobará el Consejo de Ministros en la semana del Orgullo sí "está en la línea de las exigencias de los colectivos" , expresadas en rueda de prensa a inicios de junio.
Según las fuentes consultadas, Sánchez dio orden de evitar más incendios. Acumulada la crisis de Ceuta con Marruecos al ayusazo del 4-M, sumado el vuelco en las encuestas que lo colocan por debajo del PP de Pablo Casado a la polémica del rechazo social a los indultos... lo último que necesitaba el PSOE era un veto de los colectivos LGTBI en el Orgullo -que se celebra desde este viernes, 25 de junio hasta el 4 de julio-, y que los socialistas fueran equiparados "a la derecha de Ciudadanos", últimos sufridores del boicot político en las celebraciones por la igualdad.